Centros cívicos en Córdoba: un vínculo real para los vecinos
Barrios
Estos espacios trabajan para crear comunidad en los barrios mediante actividades y tienen como objetivo que no se pierda el movimiento vecinal
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Forman parte del barrio y de la vida de los vecinos, aunque a veces no se destaque su importancia. Desde su creación, los centros cívicos han ido evolucionando para atender al ciudadano y ser un lugar de encuentro e información para los cordobeses. Desde jóvenes estudiando nerviosos para un examen, a los veteranos del barrio leyendo la prensa muy atentos o usuarios en la oficina de atención ciudadana poniéndose al día. Pero, ¿cómo funcionan y cuál es la finalidad de estos espacios?
Los centros cívicos son más que un edificio del barrio: son un vínculo real con el Ayuntamiento, ya que su función principal es acercar las actividades municipales al ciudadano, algo que es posible gracias a una red de "20 centros cívicos distribuidos en 10 distritos" de la ciudad. Desde ahí, se ofertan actividades de distinta índole, pero también sirven de sede de las juntas municipales de los distritos, "órganos donde los vecinos trabajan conjuntamente con los políticos, que se representan a través de consejos de distrito", explica María del Mar García de Soria Gómez, directora de la junta municipal del Distrito Sureste.
"Los centros cívicos nacieron con la intención de acercar el Ayuntamiento al ciudadano con un servicio básico, ya que teníamos registro de entrada. Hoy día, la oficina de atención al ciudadano, gracias a los centros cívicos, está instalada en los diez distritos, y las citas siempre están ocupadas. Hemos ido evolucionando, sobre todo en equipamiento. Se empezó con dos centros, uno en La Fuensanta, que puede tener más de 30 años y tenía condiciones de un buen salón de actos. A partir de ahí se ha ido creando la red poco a poco", detalla. "Yo estuve a cargo de uno cuando se creó el de la plaza de toros, que se hizo de manera muy participada y al final, hoy por hoy, es uno de los más señeros", destaca desde el Centro Cívico Fuensanta.
"El nuestro es un modelo muy especial y pionero, porque la participación es la filosofía. Los centros cívicos permiten la comunicación de la sociedad civil organizada con la institucional, son un cauce de comunicación real. Porque en la ciudad de Córdoba no sólo se toman las decisiones desde la política, sino también desde la ciudadana", como apunta el delegado de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, Miguel Ruiz Madruga. "Aquí ningún gobierno ha decidido terminar con esta red, sino que, al contrario, ha protegido el modelo", defiende.
Un sinfín de actividades
Uno de los puntos fuertes de estos centros, que se traducen en vínculos para los usuarios, son sus actividades. Talleres, clases, un sinfín de oportunidades que nutren la vida en el barrio. "Hay una infinidad. Desde actividades que desarrollan la creatividad o el bienestar emocional, como pintura al óleo, cuero, manualidades, decoración, fotografía o memoria. También hay otras que mejoran la actividad física o el movimiento, como las sevillanas, castañuelas, bailes flamencos, de salón, pilates, yoga, gimnasia para mayores. Hasta actividades para conocer nuestro patrimonio, que tenemos desde paseos por la Córdoba medieval a la contemporánea. Tenemos incluso actividades muy novedosas que se han ido introduciendo, como el adiestramiento canino", señala García de Soria.
En estos años, aunque la misión siga intacta, las actividades han cambiado, como recuerda María del Mar García de Soria mientras describe un episodio donde enseñaron a manejar móviles o cuando los cursos de informática se unieron a la tradición del macramé o las sevillanas. "Nos van reclamando cosas diferentes, hay actividades que no se trabajaban hace 20 años. Cuando inauguramos el Centro Cívico Poniente Sur había una sala y tenía ordenadores para que pudieran navegar. Eso quedó obsoleto porque ahora se traen sus portátiles. También vivimos la transición de la fotografía, y se proyectó una sala oscura que no llegó ni siquiera a instalarse. Fíjate la rapidez. Ahora son todo móviles", compara.
Pero si hay que destacar un punto importante es que los usuarios no sólo acuden a estos centros a recibir actividades, sino que la verdadera motivación trasciende estas paredes. "Más que el interés por la actividad en sí, es que hagan grupo, que se sientan integrados, que compartan, se rían. Todo esto les da mucho beneficio, se sienten en comunidad", recalca la directora. Desde la organización luchan porque la oferta abarque todo tipo de perfiles, desde los pequeños de la casa hasta los mayores. Así que "se acercan mucho las mujeres, entre 40 años y 80. Tenemos ese reto de atraer a población masculina, que viene más a actividades como el senderismo. En la franja juvenil e infantil sí están repartidos", destaca la responsable del servicio.
La directora de la junta Sureste también hace hincapié en los diferentes servicios que se prestan: "El centro cívico también tiene servicios sociales, hay distritos que tienen el departamento dentro. También poseen departamento de cultura con la biblioteca, de manera que hay unas diez bibliotecas distribuidas por centros principales. La jefatura depende de la Central, pero prestan el servicio en los centros cívicos. Otro espacio que viene muy bien para los jóvenes es la sala de estudio", describe. Lo principal para la directora es que todos los distritos cuenten con un equipamiento donde los jóvenes pueden acercarse y hacer sus trabajos académicos.
Para seguir siendo el centro de referencia que nació para unir a la ciudad, estos centros también luchan contra ciertos obstáculos: "El principal es la renovación y regeneración del movimiento ciudadano, que en su día aportó mucho a la ciudad. Muchos de los barrios han mejorado gracias a ellos, al trabajo de las asociaciones vecinales. Necesitan una renovación. Se ve algún germen cuando empieza un barrio nuevo, pero esa conciencia crítica es la que queremos trabajar con la participación infantil y juvenil, que se den cuenta de dónde están y quieran mejorar, aportar a sus barrios y que se sientan válidos para mejorar porque no está todo hecho", señala. A pesar de los cambios en la sociedad, desde el Ayuntamiento de Córdoba sí que han notado que "estamos teniendo un récord de participación en actividades". "Vamos a tener que ampliar el número de horas, esa parte de ocio y socialización está más viva que nunca", añade Ruiz Madruga.
Con la mirada puesta en el futuro, "este mandato va a ser muy importante en este sentido", asegura el responable municipal. "Vamos a construir el centro cívico más caro que ha tenido el Ayuntamiento, que empezaremos de aquí a finales de año", asegura. Y "vamos a seguir creciendo en infraestructuras de participación y equipamientos necesarios que ayudan a la socialización, ya que para nosotros es algo que vertebra la sociedad. Vamos a seguir apostando por ello", recalca Ruiz Madruga.
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