El delegado de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan Ramón Pérez, y la delegada de Educación y Deporte, Inmaculada Troncoso, han hecho entrega este jueves de material de educación ambiental a 106 centros que participan en el programa Aldea, que ofrece recursos y actividades para conseguir que sean espacios más sostenibles, donde se trabaje a través de la educación ambiental por una mayor conciencia social y un mayor compromiso con la naturaleza.

El delegado de Agricultura ha destacado que desde la Delegación de Desarrollo Sostenible existen dos líneas de intervención dentro del programa Aldea: Recapacicla y Ecohuerto. Para el delegado, la educación para la sostenibilidad es “un potente instrumento de sensibilización con un impacto determinante para la conservación ambiental y el desarrollo sostenible, ya que mediante estas actividades educativas se incide en la sensibilización sobre los valores de nuestro medio ambiente”.

Durante su intervención, Pérez ha asegurado que “la importancia de los retos ambientales actuales obligan a la sociedad a una actuación urgente y desde todos los escenarios posibles, lo que requiere la acción de la administración pública, así como el sector empresarial y otros ámbitos científicos y técnicos, junto con la implicación activa de todos los sectores sociales en la promoción de la sostenibilidad y la contribución a la solución de las diversas problemáticas ambientales”.

Pérez ha argumentado que la educación para la sostenibilidad “favorece la capacidad de la población para abordar cuestiones ambientales” y ha destacado que la Junta apoya las iniciativas que “contribuyan a la economía circular, un futuro más sostenible y a el desarrollo de una revolución verde en la que todos participemos”.

Por su parte, la delegada de Educación y Deporte en Córdoba, Inmaculada Troncoso, ha señalado que Aldea es un programa para “favorecer el desarrollo de las competencias clave del alumnado, el intercambio de experiencias educativas, el trabajo en equipo, la creación de redes profesionales, así como el trabajo por proyectos u otras metodologías activas e innovadoras que propicien un cambio en conductas ambientales con nuestro entorno y que incida en la práctica educativa diaria”.

Troncoso ha destacado el papel del profesorado, cuyo número participante en este programa asciende a 2.728, y “que juega un papel esencial partiendo del análisis del entorno y a través de una metodología natural y el fomento del desarrollo sostenible en el ámbito de la comunidad educativa”.

El objetivo, como ha explicado la delegada, es “contribuir a una sociedad más proambiental, justa y solidaria, permitiendo el logro de  una educación integral, que se asienta en los cuatro pilares educativos que propone la UNESCO: aprender a ser, aprender a convivir, aprender a conocer y aprender a hacer.