Una caravana de circo por aula y casa

María José Peña tiene 27 años. Es maestra de Primaria y licenciada en Humanidades, las dos carreras las hizo en la Universidad de Córdoba (UCO). Desde el pasado 30 de enero esta cordobesa es una de las 16 docentes de España que en lugar de dar clases en un aula de un colegio tradicional desarrolla su profesión en una caravana reconvertida en espacio educativo. Sí, María José Peña es profesora en un circo, más concreto, la maestra del Circo Italia. A su cargo tiene hasta finales de curso a cuatro pequeños, uno de Educación Infantil y los otros de primero, tercero y sexto de Primaria. Los cuatro son hijos de trabajadores del circo y dos de ellos, además, actúan cada tarde en el espectáculo circense. La joven reconoce que ser maestra de circo es "poco habitual y llama la atención". "La vida en el circo es muy variable, muy inseguro y dura", sostiene.

El puesto que ocupa María José forma parte del programa Aulas Itinerantes del Ministerio de Educación, una iniciativa que comenzó a funcionar allá por 1986 para ofrecer a los niños alejados de los colegios tradiciones la educación necesaria a su edad. Pero no todos los circos pueden beneficiarse de este programa, ya que deben cumplir una serie de requisitos, como disponer de un aula -en este caso una caravana acondicionada-, y también han de ofrecer al profesor una caravana para que pueda vivir en ella. Sin embargo, María José Peña intenta restar importancia a que su nuevo hogar sea una caravana de lunes a viernes y destaca que ya ha la redecorado a su gusto, ya que al fin y al cabo "es mi casa".

Los profesores que se trabajan como docentes en el circo son seleccionados a través de un concurso de méritos, en el que también han de presentar su proyecto educativo. En este punto, Peña asegura que el suyo fue "uno de los mejores" de su convocatoria, a la que se presentó hace ya un par de años, pero en la que no consiguió plaza. Desde entonces, Peña ha seguido formándose en idiomas y ha dado clases particulares para sacarse algún que otro dinero y también ha realizado numerosos cursos de especialización.

Por el momento, esta joven ocupa la plaza del profesor que se encargaba de dar las clases en el citado circo y que "se quedó desierta". Su primer destino fue Bailén (Jaén), localidad desde la que ya se ha desplazado hasta el municipio también jiennense de La Carolina y a Puertollano (Ciudad Real) y avanza que en las próximas semanas el circo Italia llegará a su Córdoba natal. Insiste en que la vida que llevan en el circo "es muy dura y no paran de trabajar" y añade que en muchas ocasiones conoce su nuevo destino "dos o tres días antes".

El reto para los profesores que trabajan en las aulas itinerantes de este tipo es poder organizar la enseñanza de niños de diferentes edades en un mismo espacio. Al respecto, María José reconoce que para dar clases a estos cuatro niños de edades tan diferentes "hay que organizarse muy bien". "Todas las tardes miro lo que les toca al día siguiente y, además, intento que trabajen de manera individual", relata y añade que a pesar de ser un programa educativo de carácter itinerante también recibe la visita de los inspectores para comprobar que todo está regla.

La maestra reconoce también que el hecho de irse a dar clase en un circo provocó el asombro tanto de su familia como de sus amigos porque no es una decisión nada habitual. Así, asegura que "al principio mis amigos me decían que estaba loca, pero yo quería ser maestra de circo porque es una experiencia fuera de lo normal". En el caso de sus padres, continúa, "al principio estaban muy preocupados, pero ya no". De su nueva familia circense sólo tiene buenas palabras y destaca que "están pendientes de mi".

Por el momento, María José Peña tiene contrato hasta fin de curso, ya que los puestos son anuales y "la plaza no es de por vida".