El cordobés Paco Peña ha puesto el broche de oro a la 40 edición del Festival de la Guitarra de Córdoba, y quién mejor que él, la persona que hace cuatro décadas –a través del entonces Centro Flamenco Paco Peña– creó esta cita con las seis cuerdas ya más que clásica en el julio cordobés. Y ha puesto ese broche de oro en el marco incomparable de la Mezquita-Catedral con su aclamada Réquiem por la Tierra, una obra musical de gran formato, con la que hace una gran defensa del planeta, con textos en español y en latín, para músicos flamencos (cuatro cantaores, tres guitarristas, dos percusionistas), soprano solista, coral y coro de niños.

El Coro Brouwer y de la Escolanía del Conservatorio Profesional de Música de Córdoba Ziryab, dirigidas en ambos casos por Javier Sáenz-López, han dado soporte a ese broche de oro que se ha podido también seguir a través de YouTube, de la página de Facebook de la Mezquita-Catedral de Córdoba o de una proyección llevada a cabo en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV) de la Puerta del Puente. Además, después el concierto se ha proyectado de nuevo, en esta ocasión en la fachada del CRV, para que lo pudieran disfrutar los viandantes.

Junto a Paco Peña, uno de los más grandes maestros de la guitarra flamenca a nivel internacional, el coro y la escolanía, el espectáculo lo han completado Paco Arriaga y Rafael Montilla, a las guitarras; El Chaparro, Rafael de Utrera, Gema Jiménez, Rafael Plantón y José del Calli, al cante; Inmaculada Almeda, como soprano, y Juan Alcocer, a la percusión. Este concierto se presentó por primera vez en el Festival de la Guitarra de Córdoba el 1 de julio de 2005, también en la Mezquita-Catedral. En el Festival de la Guitarra ha aparecido también en numerosas ocasiones junto a otras estrellas del flamenco como Manolo Sanlúcar, Vicente Amigo o Paco de Lucía.

Réquiem por la Tierra, una de las más internacionales composiciones del maestro junto a Misa Flamenca –inspirada por un festival de música sacra para el que la compuso–, con la que está íntimamente relacionada, es “un lamento”, tal y como él mismo define a esta obra que contiene una reflexión sobre la destrucción gradual del medio ambiente causada por la propia humanidad. Este problema trascendental ha escalado de forma alarmante la agenda de la sociedad desde 2004, cuando Réquiem por la Tierra tuvo su debut mundial en el Festival de Salisbury, Reino Unido. Imbuida de la urgencia y la pasión del arte flamenco, la obra se basa fundamentalmente en la estructura tradicional de la Misa de Réquiem, integrando en la composición varios capítulos de la misma. Se entiende además como una obra secular, que no didáctica o melancólica, para representar en concierto, si bien contiene momentos de tristeza y hasta de rabia.

Este réquiem, como el mismo Paco Peña defiende, “es un réquiem por la vida en el planeta Tierra, lo que quería cuando lo compuse es cantar las alabanzas a la Tierra y al mismo tiempo dar un toque de alarma, lamentando lo que estaba y está pasando con el planeta”. Un réquiem, como él mismo destaca, que sigue estando muy vigente “porque lo que ha pasado en la pandemia... Estamos tan concentrados en que esto pase que no pensamos en otra cosa y estamos muchísimo peor que cuando yo compuse el réquiem”.