Los caldos que reflejan la esencia de la tierra
El Bazar del Vino organiza una cata en el Hospes para degustar una selección de caldos nacionales e importadosl variedad La cata sirvió para probar desde champán o vinos dulces para el postre a caldos franceses y portugueses.
El sabor ácido del vino blanco del Loira o el toque más cálido que ofrecen los márgenes del Ródano. En el Hospes Palacio del Bailio se degustaron ayer una gran selección de caldos importados de Francia y Portugal -y también españoles- gracias a una nueva edición de El Bazar del Vino, en el que participaron más de un centenar de profesionales y aficionados a la enología para indagar más sobre este mundo. Sobre la mesa se dispusieron tres categorías de catas. Una estaba formada por la representación nacional de Telmo Rodríguez con la presencia de Denominaciones de Origen como Ribera del Duero, Rueda o Valdeorras así como curiosidades como Pegaso, una apuesta del piloto de rallyes Carlos Sainz.
Los caldos de importación contaron con la presencia de vinos franceses -borgoña Loira o Ródano- y también de sangre portuguesa, concretamente de Douro. Para conocer más a fondo todas las variedades, los catadores pudieron probar también tres tipos de champán y vinos dulces, en el que destacó un Oporto de diez años de reserva. Todos estos vinos han sido cultivados y elaborados por pequeños productores de manera "casi artesanal", según aseguró ayer el director de Alma Vinos Únicos, Francisco Berciano.
Las ventajas de este mimo a la hora de producirlos se reflejan en que "se respeta el lugar de origen" de los caldos, según Berciano. Así, un vino del Loira es "más ácido y menos fresco" que uno del Ródano, que es más cálido. La diferencia, el tipo de uva: una chevinin blanc frente a la vignoire. Estos pequeños viticultores aseguran además que el producto sea "ecológico y biodinámico". No sólo se respeta el uso de fertilizantes, sino que el proceso de maduración se realiza siguiendo los ciclos lunares y otras estrategias de este tipo.
La calidad vinícola de Córdoba es conocida en toda España, sobre todo porque los expertos la consideran un "reino" del Pedro Ximénez, uno de los vinos españoles más míticos. Los amontillados y olorosos también apasionan a los enólogos. Para acompañar a la gastronomía cordobesa, Berciano recomienda los blancos y ligeros para el verano y "cualquier tinto" para el invierno. La clave está, según este experto, en "comparar y ver que no hay ningún vino mejor ni peor, sino distinto", así como saber encontrarle lo característico y singular del lugar donde proviene.
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