Bruce Weigl en Cosmopoética: "Estoy convencido de que la poesía salvó mi vida"
Literatura
El escritor estadounidense luchó en la Guerra de Vietnam, lo que ha marcado toda su trayectoria personal y literaria
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Córdoba/"La guerra me causó 50 años de dolor, pero sin ella no hubiera habido poesía". En esta frase, el escritor estadounidense Bruce Weigl resume su trayectoria vital y literaria, ambas unidas por los horrores que vivió en Vietnam con solo 18 años, cuando se alistó en el ejército de EEUU para, de esta forma, poder acceder luego a la universidad. El autor de Canción de Napalm (poemario que ha publicado traducido al español la editorial cordobesa Almuzara) ha participado este martes en Cosmopoética, donde ha protagonizado un encuentro con el escritor y crítico literario Raúl Quinto en la Sala Orive.
La familia de Weigl era de origen humilde, por lo que la única posibilidad que tenía de ir a la universidad era enrolarse en el ejército, pero lo hizo en un momento en el que el conflicto bélico entre EEUU y Vietnam se encontraba en su punto álgido, 1967. Lo que vio y vivió allí lo marcó para siempre. "Ninguna otra cosa hubiera cambiado tanto mi vida", ha explicado en un encuentro con la prensa en el que ha confesado que la gran paradoja es que la guerra le causó "50 años de pesadillas y dolor", pero "sin ella no hubiese habido poesía".
De esta forma, el escritor ha asegurado que "la guerra fue un regalo y también una cruz", pero se considera "afortunado" porque también le dio la oportunidad de conocer la cultura de Vietnam, con la que está íntimamente relacionado desde hace años. Desde 1988, ha regresado regularmente a Hanoi, trabajando con la Asociación de Escritores Vietnamitas, cuyos miembros han traducido varios de sus poemas. A su vez, Weigl ha traducido la poesía de los soldados vietnamitas (Poems from Captured Documents) y la obra maestra del vietnamita Tran Le Khanh, The Sum of Now: the One Thousand Poems.
"Estoy completamente convencido de que la poesía salvó mi vida", ha aseverado el autor estadounidense, que escribe para mantenerse "vivo". La escritura ha sido una forma de canalizar el horror que vivió en la guerra, de forma que considera que "si recuerdas el horror mientras escribes un poema, puedes tener el control". Así, cree que "la belleza" de la poesía "está en la claridad, en contar la realidad y decir la verdad sin tener miedo a las consecuencias".
Nacido en Lorain, Ohio (Estados Unidos), en 1949, Weigl es autor de 14 libros de versos, entre ellos The Abundance of Nothing (2012), finalista del Premio Pulitzer de Poesía, y Song of Napalm (1988), nominado al Premio Pulitzer. Precisamente este último, traducido como Canción de Napalm en español, fue uno de los primeros poemarios publicados por veteranos de guerra. Al respecto, el autor explica que durante el conflicto bélico, algunos poetas de EEUU escribieron sobre el tema, y cuando los veteranos quisieron expresarse a través de los versos, no tuvieron repercusión hasta los años 80 y 90, cuando los ciudadanos empezaron a tener interés por esta poesía basada en la experiencia.
Sobre la traducción de Canción de Nepalm al español, ha señalado que se considera "muy afortunado" y que es "un honor" estar publicado en el mismo idioma que Juan Ramón Jiménez. Su sensación es que "en España se admira a los poetas de una forma que no se hace en EEUU", más parecida a como se les trata en Vietnam.
Él ha acudido en muchas ocasiones al país asiático como poeta desde 1986 y ha podido ver "unos cambios radicales" en la evolución de Vietnam como país y también en su relación con EEUU. Sin embargo, en la Conferencia de París de 1969, EEUU se comprometió a reparar los daños causados por el conflicto bélico, algo que todavía no ha hecho, según ha destacado el autor. A pesar de ello, los vietnamitas "han perdonado" y además les "encanta" la cultura y la historia estadounidense.
Esas visitas al país asiático le han ayudado a seguir adelante. De hecho, ha comentado que los psiquiatras que trataban a los veteranos por sus traumas de guerra les recomendaban regresar al lugar: "Cuando te vas de allí como soldado dejas un lugar lleno de horror, y es lo que se te queda en la memoria, pero si vuelves y encuentras un lugar seguro, en el que los niños están jugando, donde no hay bombas ni helicópteros, eso también se queda en tu memoria y te ayuda".
Después de esta experiencia, Weigl asegura que está "agradecido" por todo lo que le ha dado la literatura, pero "si pudiera cambiar una sola cosa en su vida "no iría a la guerra".
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