Los bomberos de Córdoba instalarán 300 detectores de humo en 300 viviendas que estén habitadas por personas más vulnerables ante los incendios: mayores o con discapacidad. Estos dispositivos han sido donados gratuitamente al Ayuntamiento por la Fundación Mapfre, que promueve esta iniciativa solidaria por el territorio nacional.

Con Córdoba, ya serán tres las ciudades españolas que participen en el desarrollo de este programa, sumándose a Oviedo y Alicante. El delegado municipal de Seguridad, Miguel Ángel Torrico, ha agradecido la elección de la ciudad afirmando que se trata de "un paso más en la prevención, en lugar de la actuación en un incendio ya producido".

Los dispositivos se instalarán por el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) en aquellas viviendas que reúnan los requisitos más adecuados. El criterio lo marcará la base de datos de familias y personas vulnerables que dispone la delegación de Servicios Sociales. Su delegada, Eva Contador, ha afirmado que ahora mismo se encuentran contactando con estas personas y que los detectores estarán repartidos por todos los barrios de la ciudad.

La Fundación Mapfre se ha apoyado en la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos para poner en marcha el proyecto. Esta organización sin ánimo de lucro, que a fin de cuentas también son bomberos, se encargan de realizar, desde 2010, un estudio anual de víctimas de incendio en España. Según el informe del año 2021, publicado esta misma semana, en España hubo 154 fallecidos a causa de un incendio doméstico; 41 muertes fueron en Andalucía; y cinco de ellas en Córdoba.

El director de esta asociación, Gabriel Muñoz, ha destacado durante la presentación de la iniciativa en el Parque de Bomberos de Córdoba, que "más del 50% de estas víctimas -desde 2010 hasta la actualidad- son mayores de 65 años y, de ésos, más de la mitad viven solos, tienen algún tipo de discapacidad o movilidad reducida".

El detector de humo se trata de un aparato autónomo con una batería de tres pilas que tienen una duración de cinco años. Se puede colocar fácilmente en el techo con una cinta adhesiva y emite el sonido, como cualquier detector que se precie, ante una captación considerable de humo.

Daniel Muñoz, del equipo de bomberos de Córdoba, ha explicado que lo habitual es que se instale en zonas comunes donde exista mayor rango de captación, ya que, atendiendo una vez más a las estadísticas, el riesgo de incendio se divide por toda la casa. Alrededor del 50% de los incendios domésticos suceden en los salones, mientras que solo un 10% se originan en la cocina, ha apuntado Muñoz. El 35% restante tiene lugar en los dormitorios. 

El responsable del área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Antonio García, ha calificado la iniciativa como un "ejemplo más de colaboración público-privada", que en este caso "irá dirigido a las personas más vulnerables". García ha trasladado el mensaje de "cerrar la puerta al fuego" en el que trabaja la fundación con campañas en colegios e institutos para enseñar a los más pequeños a reaccionar ante un incendio.