Infraestructuras

El barrio de Las Palmeras de Córdoba estrena merendero y una nueva zona verde

  • El proyecto In-Habit, coordinado por la Universidad de Córdoba y con la implicación de la asociación vecinal Unión y Esperanza, construye un espacio de ocio

Inauguración del merendero.

Inauguración del merendero. / El Día

La ladera del arroyo Cantarranas de Las Palmeras llevaba décadas sin poder usarse, pero ahora se ha convertido en un merendero y espacio de ocio, gracias a la apuesta personal de las vecinas del barrio y al proyecto europeo de investigación IN-Habit, coordinado por la Universidad de Córdoba y con la implicación de la Asociación de Vecinos Unión y Esperanza de Las Palmeras.

En esta iniciativa ha sido fundamental el trabajo vecinal y el apoyo de otras dos empresas locales, Sadeco y El Brote. Gracias a todos estos esfuerzos, el barrio ha recuperado un rincón abandonado durante mucho tiempo, debido a la cantidad de escombros, de residuos acumulados ya la falta de mantenimiento de la zona. Sin embargo, en la memoria de las vecinas este lugar era muy diferente en su infancia, por lo que su deseo era volver a utilizar este rincón verde que, ahora, se ha convertido en un espacio de ocio sostenible.

“Antes el arroyo era más grande, era la zona de baño del barrio y el lugar donde se reunían las familias. Pero luego lo canalizaron y se quedó mucho más pequeño y la zona se echó a perder”, explica Toñi, una de las vecinas que ha participado en la construcción y diseño del merendero. “Este espacio va a venirle muy bien al barrio”, añade Carmen, otra vecina, que recalca la importancia de proporcionarle zonas verdes al barrio.

La inauguración del merendero ha sido todo un éxito de convocatoria y en él se han colocado mesas y bancos de granito, para que las familias disfruten al aire libre. Un encuentro al que asistieron decenas de personas implicadas en la renaturalización y mejora del barrio, y de la ciudad. Este es el primer paso, y en los próximos meses se continuará trabajando para renaturalizar el espacio y hacerlo más verde, agradable y bonito.

IN-Habit trabaja con enfoque participativo y las distintas iniciativas se co-diseñan con los habitantes del barrio. De hecho, el merendero partió del deseo de las vecinas en uno de los talleres organizados por el proyecto. A partir de ahí, se puso en marcha toda la logística para retirar escombros, desbrozar la zona, aplanarla, marcar los lugares donde se colocaría el mobiliario, hormigonarlo y colocar las mesas y bancos. Un proceso de adecuación y rehabilitación del espacio que ha durado más dos meses y en el que las vecinas han tenido un papel protagonista en todas las fases, incluso en el diseño de los carteles con las normas de mantenimiento.

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