Córdoba

La bandera de Córdoba ondea en la Antártida

  • El capitán cordobés Manuel Landáburu lidera las telecomunicaciones de la misión del Ejército de Tierra español en la isla la Decepción

Campaña Artártica del Ejército de Tierra.

Campaña Artártica del Ejército de Tierra. / ET

A 13.000 kilómetros de España, en un territorio en forma de herradura donde el tiempo no entiende de reloj y los días (o las noches) duran 24 horas, un cordobés, el capitán Manuel Landáburu, acompaña a otros 12 militares, cinco científicos y siete miembros del Mando de Ingenieros (MING) en la 33 campaña de investigación del Ejército de Tierra español en la base Gabriel de Castilla, en la Antártida. 

El calentamiento global, aunque en menor medida, se siente ya en la isla Decepción. Durante este verano austral ha alcanzado una temperatura récord de más de 8 grados. "Se nota un poco la subida de temperatura. Este verano ha sido más cálido que el anterior", ha explicado este miércoles la investigadora de la Universidad de Cádiz, Valme García, a través de una videoconferencia desde el Polo Sur de la Tierra. García ha hecho un llamamiento a tomar conciencia sobre el cambio climático. 

Lo habitual es que en verano la temperatura en la costa vaya desde los 0 a -5 grados y en invierno alcance los -25 a -35 grados. La temperatura del interior de la Antártida es mucho más extrema y alcanza los -40 grados en verano y -68 en invierno. 

La isla Decepción es virgen, libre de presencia humana y constituye una volcán activo que hizo erupción por ultima vez en 1970, el único navegable de toda la Antártida. En ese momento, la temperatura del agua alcanzó los 28 grados. Vivir en el lugar más inhóspito de la tierra le supone a los investigadores y militares estar completamente solos durante tres meses. "Escoges tu huso horario. Cuando llegamos, lo primero que debemos hacer es conseguir el agua dulce de un cráter, resolver el problema de congelación de las tuberías e instalar la electricidad y las telecomunicaciones", ha explicado el jefe de la base, Joaquín Núñez, también a través de una web cam en una conexión que se ha hecho desde el Rectorado.

La fauna marina es lo más importante para la isla. La calidad del agua y su temperatura depende del número de pingüinos y su actividad. Más de 70.000 parejas de pingüinos tienen al menos dos polluelos que anidan durante el verano. A ellos se suman ballenas azules, orcas, focas, leopardos, lobos y elefantes marinos, además de distintas aves y, por supuesto, el krill, un animal acuático vital, pues sirve de alimento para todos los demás. Toda esta variedad de especies de animales comparten la isla Decepción junto a los españoles.  

La generación de energía renovable para la base española no se ha logrado implementar en un 100%. Los fuertes vientos, que alcanzan los 327 kilómetros por hora, terminan destruyendo la instalación de paneles solares, mientras que la instalación de energía geotérmica supondría manipular el terreno, que está mundialmente protegido. 

La isla a vista de pájaro

La implementación de telecomunicaciones en la base española ha supuesto un avance importante en los últimos años. Se ha logrado un buen alcance de internet con envío de información y datos en tiempo real. En este sentido, Landáburu adelanta que están buscando lograr el envío de información durante el resto del año. La Agencia Estatal de Meteorología, por ejemplo, lleva a cabo un proyecto meteorológico con indicadores de viento, lluvia, temperatura y humedad que envía datos cada diez minutos a España, la agencia quiere conseguir que se envíen datos también durante los nueve meses en los que la base se encuentra sola. 

El uso de nuevas tecnologías como los drones han permitido a los científicos y militares optimizar investigaciones ligadas a la fauna en la isla. Un vuelo sobre pingüineras, por ejemplo, ha permitido a los científicos darse cuenta de lo mucho que han crecido en los últimos años, un trabajo que años atrás tomaba semanas completar. 

Además, el Ejército prueba nuevos vestuarios para su delegación y adelanta un proyecto sobre el efecto de las condiciones meteorológicas en la comida empaquetada. 

Proyectos activos

En la actualidad, los proyectos temporales a los que se entregan los investigadores civiles son los relacionados con el seguimiento de la actividad sísmica, que lleva la Universidad de Granada; el de series temporales geológicas, geotérmicas y oceanográficas de la Universidad de Cádiz y el seguimiento de suelos congelados de la Universidad de Alcalá de Henares. 

Además, cinco proyectos nuevos han arrancado durante esta campaña. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas estudia el comportamiento de los pinguinos en su búsqueda de alimentos y la Universidad Rey Juan Carlos estudia los microartrópodos (ácaros) nativos e invasivos. 

Por otra parte, los siete militares del MING se esfuerzan en tratar de contener la degradación de la línea de costa que se viene observando, durante las últimas campañas, debido a los temporales. Así, prevén la construcción de un muro en la costa para el que se han descargado 250 toneladas de material que ha pasado previamente por controles que aseguran que posteriormente se puede remover generando el menor impacto ambiental posible y dejando la zona tal y como estaba antes. 

Apadrinar pinguinos

Otro de los proyectos del Ejército de Tierra de España permite apadrinar pinguinos en la isla Decepción. "Perseguimos comprometernos con el cuidado del medioambiente, haciendo del planeta Tierra un lugar más sano y equilibrado con la naturaleza. Permitiendo así que el pingüino apadrinado consiga sobrevivir y cuidar a los polluelos que nazcan en el continente antártico".

Durante la campaña 2018 - 2019 un total de 131.017 pingüinos fueron apadrinados. Este año se ha creado la campaña Pinguinos contra el cáncer infantil para recaudar fondos junto a la asociación sin ánimo de lucro Pablo Ugarte, quienes estrechamente colaboran con los niños (y sus familias) que padecen la enfermedad. 

Conexión UCO 

Los más de 13.000 kilómetros que distan de un punto a otro no han sido óbice para que más de 300 alumnos de seis colegios de Córdoba pudieran trasladar de primera mano al personal científico y militar de la base sus dudas sobre el continente más inhóspito de la Tierra.

La mañana de este miércoles el jefe de la base, Joaquín Núñez, el capitán Landáburu y la investigadora de la Universidad de Cádiz, Valme García se han comunicado con los menores a través de una videoconferencia. Una actividad que cumple ocho años realizándose en la Universidad de Córdoba y que se suma a las 135 videoconferencias realizadas este año que han llegado hasta 6.000 alumnos españoles en tiempo real.

Durante el desarrollo de la videoconferencia se han entregado diplomas como reconocimiento del trabajo realizado por el alumnado de los centros educativos que han acudido a la actividad, el IES Maimonides, IES Zoco, IES Alhaken II, IES Medina Azahara, CDP Sagrado Corazón y CDP Trinidad.

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