El aroma es poema y Viana escribe poesía

"Sin pensar que la primavera / y la carne acaban también... / Juventud, divino tesoro, / ¡ya te vas para no volver!" . Estos versos pertenecen al poema Canción de otoño en primavera de Rubén Darío y son, quizá, las palabras más celebres del poeta nicaragüense. Darío confrontó la vida y el amor con la primavera, como aquello que llega para marcharse. Pero Viana se ha puesto como reto desafiar a la poesía.

Viana es patio, la puerta de todos aquellos lugares que durante años los vecinos cordobeses se han propuesto conservar en las mejores condiciones para que todo el mundo se introduzca en la verdadera esencia de Córdoba. Y es que el palacio de la plaza de Don Gome celebró ayer una jornada de puertas abiertas para conmemorar el Día del Patrimonio Mundial con entrada libre a sus 12 patios y al nuevo espectáculo que alberga, Viana Essence.

Bajo el lema En Viana siempre es primavera, la Fundación Cajasur recrea la estación de las flores a través de una representación donde los sentidos se convierten en los protagonistas. Viana desafía al frío otoño que trae consigo la senescencia en sus plantas y consigue que la primavera de Darío se convierta en perpetua.

Aquel que entra a la sala de Viana Essence pasa de la luz que inunda a sus patios a una oscuridad que, de un momento a otro, empieza a convertirse en 21 de marzo. Varios proyectores comienzan a arrojar imágenes en tres de las cuatro paredes de la sala con estampas de sus patios y los sonidos que de ellos arrancan, como el agua de sus estanques y fuentes. Los visitantes miran hacia los lados, la mayoría turistas de fuera de España, y comienza el juego.

Alrededor de la habitación hay pequeñas cajetillas ancladas a la pared. En cada una de ellas, se esconde el aroma de una flor. Algunos de los más entendidos, como Rafael, confirma que el jazmín está extraordinariamente conseguido, al igual que lo están la dama de noche y el azahar. También se desprende el aroma del clavel, las margaritas o el ciprés, pero el que asiste al espectáculo tiene que intuir de qué planta se trata sólo con la ayuda del sentido del olfato.

Cuando las imágenes se van sucediendo, y los patios van apareciendo, el foco se va hacia las distintas macetas. De ahí, surgen las flores que poco a poco van viajando hacia las distintas cajetillas para corroborar lo olfateado al principio. Una pequeña sala dentro de un palacio de 4.000 metros cuadrados, en el corazón de Santa Marina y con una temperatura externa de 18 grados, guarda en su interior la esencia de la primavera.

Pero para llegar hasta Viana Essence hay que pasar por cada uno de sus patios. La jornada de puertas abiertas permitió la entrada gratuita a las instalaciones del enclave, excepto a la casa, a la que se podía acceder comprando la entrada más barata que los días normales. Numerosos turistas se encontraron con la sorpresa, aunque otros tantos cordobeses aprovecharon la jornada para admirar lo que desde fuera no hace gala al interior.