El Hospital San Juan de Dios de Córdoba ha concluido la primera fase de las obras de mejora y ampliación de su área materno-infantil, que supone la puesta en marcha de un nuevo espacio con el que se incrementa no solo el número de habitaciones, sino también la confortabilidad de las mismas y las prestaciones del servicio.

Así, tras esta primera actuación, se suman 9 habitaciones a las ya existentes -mucho más amplias y confortables que incorporan una bañerita para el recién nacido-, y se estrena la nueva unidad de neonatología, que incrementa su capacidad e incorpora un box de aislamiento para casos de enfermedades respiratorias, así como una nueva sala lactario, consulta de pediatría neonatal y sala de monitores.

El director gerente del centro, Horacio Pijuán, ha destacado que la nueva unidad materno infantil al completo se inaugurará a finales de este año, consiguiendo, de esta manera, “situarse a la vanguardia, al adaptar esta área a las necesidades de las familias que deciden dar a luz con nosotros, así como también ampliar otras consultas y servicios vinculados a la salud femenina, como las urgencias ginecológicas, tanto en confortabilidad, como en tecnología y seguridad clínica”.

Para realizar esta ampliación se ha dispuesto de la antigua zona quirúrgica del Hospital, contigua a la unidad actual, que es en la que se está actuando en estos momentos. De este modo, se integrará toda la actividad del servicio de Ginecología y Obstetricia, conforme a los más actuales parámetros de confortabilidad y funcionalidad de este tipo de unidades materno-infantiles.

Siete años de crecimiento

El área materno-infantil del Hospital San Juan de Dios de Córdoba cumplirá en septiembre su séptimo aniversario. Desde entonces, ha ido incrementando sus servicios y se ha consolidado como referente de esta especialidad en la provincia. Solo en 2022 atendió 1.235 nacimientos, y en el primer semestre de este 2023 ya ha registrado 640.

Esta unidad presta una atención integral a la mujer desde su embarazo hasta el momento del parto, e incluso una vez se ha producido este, dándole un papel activo a la madre en todo momento y convirtiéndola en máxima protagonista de todo el proceso, sin descuidar el apoyo o atenciones que puedan necesitar quienes la acompañen a la hora de dar a luz.

Asimismo, se vela por la salud del bebé desde su nacimiento, con la presencia de un pediatra durante el parto, y una consulta especializada en neonatología para el seguimiento de los recién nacidos que así lo precisen.

Para hacerlo posible se cuenta con un equipo multidisciplinar de gran prestigio profesional y la última tecnología, que incluye los más modernos medios de diagnóstico prenatal y atención directa, sin olvidar una asistencia humanizada al parto, con protocolos como el de la cesárea provínculo. Estas medidas humanizadoras también se trasladan a la unidad neonatal que fomenta aspectos como el contacto piel con piel, la lactancia materna, o puertas abiertas para los padres las 24 horas.

Esta unidad también incorpora una bañera de dilatación, que puede ser utilizada para aquellas mujeres que lo deseen en su trabajo de parto y un servicio de hospedería para facilitar la estancia de los padres que tengan a sus bebés ingresados y sean de fuera de la ciudad.