Movilidad

Despistes, pillería y división de opiniones en la apertura del nuevo parking de la plaza de toros de Córdoba

  • El estreno del aparcamiento, que reserva la mitad de las plazas a residentes y el resto para zona azul, deja estacionamientos en la zona equivocada y ausencia de la tarjeta de residentes

Una pareja realiza su pago en la zona azul del parking de la plaza de toros de Córdoba.

Una pareja realiza su pago en la zona azul del parking de la plaza de toros de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

El nuevo parking de la plaza de toros de Córdoba, que reserva la mitad de sus 220 plazas para residentes y la mitad para zona azul, ha abierto este jueves 1 de diciembre dejando en su estreno despistes, pillería y división de opiniones entre los usuarios y vecinos sobre la idoneidad del modelo de gestión elegido por el Ayuntamiento de Córdoba, que ya suscitó críticas en su presentación el pasado 24 de noviembre.

Unas protestas que, en parte, también han aparecido con la apertura oficial del aparcamiento, aunque de forma más tenue. En esta ocasión, como ha recordado una de las 4.000 vecinas que ha firmado en contra del nuevo proyecto, la queja viene porque "ahora por la mañana se quedan vacías muchas plazas", lo que redunda en la idea de los colectivos vecinales de que "no resuelve los problemas de aparcamiento del barrio".

No ha sido esta la única voz discrepante con la gestión elegida por el Consistorio para el parking. Teresa y Manuel, un matrimonio que no reside en Ciudad Jardín, pero suele hacer uso de la zona en sus visitas a una clínica dentista, ha criticado que "con la maquinita se pierde la mano de obra del aparcacoches", además del problema de que con la zona azul "no controlas el tiempo y acabas echando más dinero". En su caso, ha sido el máximo de 1,70 euros (dos horas), para no pillarse los dedos. Eso sí, como contrapunto, la pareja ha reconocido que "hay más aparcamientos", al menos en el primer día.

Una ventaja que, con más argumentos, sostiene también José Luis, pues que haya una zona de pago "exige un mantenimiento y un control que antes no había", además de eliminar la figura de los gorrillas. Este usuario, que tampoco reside en el barrio, ha insistido en su postura favorable al modelo de gestión mixto, ya que no entiende "por qué van a tener el privilegio de aparcar ahí únicamente los vecinos".

José Luis, además, ha añadido que el pago obligado en el aparcamiento frenará "el abandono de coches", que en algunas zonas de la ciudad se mantienen estacionados durante mucho tiempo. Por último, este cordobés piensa que la rotación a la que obliga este nuevo modelo puede "beneficiar al comercio de Ciudad Jardín" porque ahora, aunque sean 110 plazas, al menos hay un aparcamiento.

Pero más allá de las opiniones, discordantes, como suele ser habitual cuando surge una novedad, el primer día ha acumulado descuidos involuntarios... y voluntarios, que de todo hay en la viña del Señor. De hecho, en la zona naranja, reservada a los residentes, prácticamente no había coches con la pertinente tarjeta que recuerda su condición de vecino del barrio.

Papel recordatorio a los usuarios de la zona naranja de que deben dejar su acreditación de residentes. Papel recordatorio a los usuarios de la zona naranja de que deben dejar su acreditación de residentes.

Papel recordatorio a los usuarios de la zona naranja de que deben dejar su acreditación de residentes. / Miguel Ángel Salas

En su defecto, numerosos conductores se han encontrado, al volver a su vehículo, con un recordatorio previo a la multa -incluso con retirada de grúa- que conlleva no tener la tarjeta acreditativa de residente en un lugar visible dentro del coche. El Ayuntamiento ha repartido, en una primera partida, 530 tarjetas de aparcamiento por cada vehículo censado de los residentes y comerciantes de la calle Machaquito, avenida Gran Vía Parque y la avenida de Manolete, lo que corresponde a una plaza por cada cinco coches.

Más allá de este tipo de despistes, habituales con los estrenos, también hay quien ha tirado de picaresca y por la calle del medio ante la falta de aparcamiento en la zona a la hora de su llegada. Así, algunos han aparcado en zona naranja reconociendo no ser residentes... esperando esa buena voluntad ante el desconocimiento que les evite una multa... que seguro empezará a llegar en los próximos días.

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