La amante del acusado de degollar a su mujer no vio "nada extraño" en su actitud

La amante de Carlos William T. M., el hombre acusado de degollar a su mujer en la madrugada del 15 de mayo del año pasado junto al Guadalquivir, aseguró ayer que no vio "nada extraño" en la actitud del procesado en la semana previa al crimen, ni siquiera en la noche de autos. Sí confesó que, después de conocerse el asesinato, pudo interpretar algunos detalles de aquella noche que en su momento le extrañaron, como que el encartado pusiera la lavadora de madrugada. "Estábamos hablando por teléfono y escuché la lavadora. Le dije que estaba loco y le bromeé sobre eso", relató ayer la joven, que había iniciado una relación sentimental con el procesado en noviembre. La versión de la Fiscalía es que Carlos William decidió limpiar sus ropas de posibles manchas de sangre, aunque la Policía Científica no encontró rastros en el desagüe de la lavadora, la ropa ni los zapatos, aunque sí en unas toallas que había en el asiento trasero del vehículo del sospechoso.

El presunto asesino llamó a su amante sobre las 02:00, cuando ya había matado supuestamente a su mujer. "Me dijo que Johanna no aparecía. Que se había ido de casa para pensar y él estaba preocupado. Lo noté inquieto", relató. La chica lo convenció para que fuera a recogerla en su coche y salieran a buscarla. Estuvieron en Ciudad Jardín y en el Vial, lugares que ella solía frecuentar. También lo convenció para que recorrieran la prolongación de la avenida de Linneo. Y luego le propuso que fueran por el camino que une el puente de San Rafael con el de Andalucía, donde aquella misma mañana fue encontrado el cadáver. "Me dijo que era tarde. En ese momento no le di importancia", relató la joven.

Ya por la mañana, sobre las 09:00, volvieron a hablar por teléfono. Johanna Marlene seguía sin aparecer. Aquel día partía de La Victoria una de las romerías del Mayo Festivo y había numerosa policía en la calle. Ella le dijo que se acercara a uno de los agentes para contarle su problema, pero Carlos William le respondió que más tarde se acercaría a la Comisaría. Cuando acudió a las dependencias policiales, a mediodía, la cadáver ya había aparecido y el sospechoso quedó detenido.

Carlos William y la víctima llevaban una relación tortuosa desde que él conoció a la otra chica en el mes de noviembre. Hubo rupturas y reconciliaciones. La testigo relató que, al principio, no se sintió molesta por que él compaginara la relación, pero conforme avanzaron las semanas se volvió más exigente y le reclamaba que dejara a su mujer.

El asesinato se produjo sobre las 02:00. A las 02:16, el Centro de Coordinación de Emergencias 112 recibió la llamada de un particular que residía junto al Jardín Botánico y que aseguró haber escuchado un "grito desgarrador".