El alma de Don Carnal vive en Fidela
Un puesto ambulante de arropías, ubicado junto a la iglesia de Santa Ana, fue el origen del establecimiento Fidela, que ha pasado de padres a hijos.
Pelucas, brillantina, sombreros o pinturas para la cara son algunos de los productos que se pueden encontrar en la tienda Fidela y que ya se han empezado a vender ante la inminente celebración del Carnaval. Aunque todavía quedan un par de semanas para la fiesta grande, este céntrico establecimiento ya comienza a tener visitas constantes de un público que quiere ocultarse tras divertidos disfraces durante unas horas.
Elia Cabello es una de las encargadas de atender al público y ayer, mientras ordenaba las cajas con los mil y un disfraces que han llegado a la tienda para la temporada carnavalesca, y destacó el poco tiempo que ha pasado desde la Navidad y la proximidad de la fiesta de Don Carnal. Es más, la joven lamentó que "este año, el Carnaval se acaba el 10 de febrero". Y es que este año, la celebración de la Semana Santa en la segunda quincena de marzo ha provocado que apenas medie un mes entre las fiestas navideñas y el carnaval. Sin embargo, los fieles clientes de este establecimiento no fallan a su cita, ya sea antes o después.
En los últimos 25 años, tiempo que lleva abierto Fidela, los gustos entre el público cordobés no han cambiado mucho y este año unos de los disfraces que más se verá en las fiestas y en la calle será el de pirata, debido al éxito de la película Piratas del Caribe. Sin embargo, éstos no serán los únicos vestidos que se lucirán, ya que otros de los más demandados cada temporada son los de época medieval. La de Fidela es una tienda que ha pasado de padres a hijos desde su nacimiento. Los orígenes de este establecimiento se encuentran en un puesto ambulante de golosinas, ubicado junto a la iglesia de Santa Anta, antes de la Guerra Civil.
Si estos disfraces son los que más éxito tienen entre el público adolescente y juvenil, para los más pequeños los de la factoría Disney son los preferidos, apuntó Cabello, quien explicó que hasta la tienda no sólo se acercan grupos de jóvenes, ya que también acuden "grupos que participan o viajan a Cádiz, asociaciones de vecinos e, incluso, personas que van de crucero y necesitan un disfraz para la ocasión".
La dependienta apuntó también que el disfraz más barato que tienen en Fidela apenas llega a los 10 euros, mientras que el más caro roza los 300 euros. No obstante, "cada persona o cada grupo determina lo que quiere y lo que se va a gastar", incidió.
También te puede interesar
Lo último