El alcalde reconoce que Córdoba "tiene un problema estructural" con los barrios pobres

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha admitido que “tenemos un problema estructural” con los barrios más pobres de la ciudad. Lo ha hecho durante el primer Foro Economía y Sociedad organizado por la Asociación de Empresas Fabricantes y de Servicios de Córdoba (Asfaco) del ciclo 2023, que ha sido moderado por la directora de El Día, Raquel Montenegro, y desde donde el alcalde ha enumerado los retos que tiene la capital cordobesa para conseguir ser sostenible.

Es el urbanismo, precisamente, y su vinculación tanto con la economía como con la vena más social de la ciudad, uno de los aspectos más importantes para conseguir que Córdoba sea sostenible. Ante una buena representación de la vida socioeconómica y política de la ciudad, Bellido ha enfatizado en que el reto es “ser económicamente sostenibles” pero que también “sea equilibrado en lo social” porque “no vale crecer solo para unos cuantos, sino que se reparta lo mejor posible entre todo el territorio y entre todas las personas”.

Lograr esa idea que parece utópica no es tarea fácil y, para el alcalde, “pasa por mejorar la situación integral de toda la ciudad”. Esa mejora integral viene recogida en la recién presentada Agenda 2030, el documento que pretende servir de guía para todos los gobiernos municipales que pasen por el Ayuntamiento.

La ilusión de toda Córdoba está, precisamente, puesta en la Base Logística del Ejército de Tierra, un proyecto que se consiguió en este mandato y que ya tiene empresas trabajando en la ciudad, según ha informado el alcalde, que ha recordado que en los próximos días el Consejo Rector de Urbanismo aprobará definitivamente la innovación de La Rinconada, los terrenos donde se levantará la base, para poder llevarlo a Pleno entre abril y mayo.

En esos terrenos y en los de El Álamo también existe mucho suelo para el desarrollo logístico de la ciudad, por lo que “ya estamos trabajando en el PGOU para para seguir creciendo en suelo logístico” y hacer las adaptaciones que sean necesarias no solo para eso, sino para garantizar la expansión de la ciudad sin seguir perdiendo habitantes de sus barrios más consolidados.

“La logística es la principal potencia de futuro, la base será el elemento puntero para empezar a crecer en el 2.0”, ha aseverado el regidor, pero ha aprovechado también para decir que “no podemos sustituir lo que Córdoba está acostumbrada a hacer”, en referencia a la cultura y a los sectores tradicionales, los que habitualmente se han desarrollado en la ciudad, a los que habrá que darles un empujón “para que puedan transformarse” con el uso de la tecnología. Para que ese impulso logístico en Córdoba esté completo, el alcalde ha vuelto a pedir unión entre las administraciones públicas y el sector privado para exigir el Ramal Central, el corredor ferroviario de mercancías que va desde Algeciras hasta Zaragoza.

La base se trata “de una oportunidad única y un aliciente” un proyecto en el que “casi fui un loco”, al presentarlo, ha admitido y ha recordado que “llevábamos 30 a 40 años con proyectos frustrados y candidaturas que nunca cuajaban”. Una de ellas, precisamente, fue la de Capital Cultural de Europa en el año 2016, que no salió adelante y dejó una herida muy profunda para el sector cultural. El alcalde no descarta que Córdoba pueda volver a presentarse, pero sí afirma que en su momento “fue una frustración tan grande que hay que pensarse si volver a dar el paso, quedó una herida muy abierta porque sentimos injusticia en la derrota” y ha asegurado que “solo daría el paso si hay garantía cierta de que triunfemos”.

Es la cultura, precisamente, otro de los pilares en los que el gobierno municipal basa su estrategia de sostenibilidad, atrayendo exposiciones internacionales y de gran envergadura como la de Thyssen-Bornemisza en el C3A.