Cal y arena en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2009. El aeropuerto de Córdoba recibirá mucho más dinero del inicialmente previsto pero su fecha de finalización en las cuentas se prolonga en el tiempo. Los 90 millones de euros que se preveían como gasto plurianaual el año pasado se convierten en 156 millones como consecuencia de las distintas actuaciones que se pretenden llevar a cabo en el proyecto y la actualización de las cuantías a aplicar. A su vez, se produce una ralentización de los objetivos, como si no hubiera prisa por desarrollar el proyecto en un contexto de crisis en las líneas aéreas de todo el mundo.

Si AENA empezó valorando las expropiaciones y la ampliación de la pista en 73 millones, la cifra que aparece en los presupuestos de 2009, ya con las tasaciones de suelos realizadas y las obras en proceso de preadjudicación, asciende a 118 millones de euros. Este año estaba previsto gastar 62 millones de euros, de los que no se llegará a abonar ni una mínima parte por el complicado proceso que conlleva el proyecto. Para el próximo año, el proceso de adquisición de suelo, viviendas y desarrollo de obras debería suponer otros 45 millones de euros.

La mala noticia es que las obras no acabarán entre 2011 y 2012 tal y como estaba previsto. Las previsiones del proyecto de ley aseguran que todo el complejo no estará concluido hasta el año 2014, cuando está planteado que se acabe de financiar la obra de la torre de control, que tiene un presupuesto de algo más de cuatro millones de euros, y que no dispone aún de proyecto técnico. Más extraña es, aún, la situación de la nueva terminal, una obra de 24,3 millones de euros. Para 2009 y 2010, se prevén sólo partidas simbólicas, de 250.000 euros, como si no se le fuera a imprimir un ritmo a la obra hasta 2011. Los presupuestos vigentes preveían la conclusión del nuevo edificio terminal en 2011 mientras que el proyecto de ley de 2009 asegura que el aeropuerto de Córdoba no contará con estas instalaciones hasta 2013. La Subdelegación del Gobierno anunció el proceso de licitación de la terminal -un edificio relativamente sencillo- antes de las elecciones generales sin que, desde entonces, se hayan dado pasos significativos por parte de AENA, que asegura no contar aún con los permisos de impacto ambiental.

Otra noticia negativa que llega con los Presupuestos Generales del Estado es la desaparición del Palacio del Sur. El centro de congresos tenía una partida abierta por un millón de euros, arrancada en el trámite parlamentario del pasado ejercicio. Lo más probable es que esa cantidad no se llegue a gastar este año al no haber un acuerdo entre el Gobierno y el Ayuntamiento sobre la aportación de Madrid al proyecto. Sin embargo, la existencia de partida propia implica la voluntad del Gobierno por desarrollar la iniciativa mediante una ampliación de la partida consignada.

Tanto el PSOE como la alcaldesa, Rosa Aguilar, han mostrado siempre la partida de un millón de euros para el centro de congresos como esa evidencia de buena voluntad. Tal y como ocurrió el año pasado, es razonable que el grupo socialista de diputados y senadores apriete al Ministerio de Economía para que reconozca el proyecto en las partidas del Ministerio durante el proceso de enmiendas. En el gobierno municipal, ayer se aseguraba que está previsto el desarrollo de conversaciones definitivas para concretar la aportación estatal al reorientado proyecto de Rem Koolhaas. En este caso, además, Córdoba no se encuentra sola en sus demandas. El Ayuntamiento de Sevilla se encuentra en un momento similar, ya que el Ministerio de Industria no acaba de concretar su apuesta por la ampliación como palacio de congresos de Fibes, una iniciativa que supera los 70 millones de euros.