La crisis, las trabas de los países de origen de los niños o el tiempo de espera son algunas de las causas que explican la gran caída que han experimentado las adopciones internacionales en España, también en Córdoba. Son muchos los expertos que hablan también de una práctica que no es legal en España, la gestación subrogada (o vientres de alquiler), cuando una mujer gesta a un bebé y cede la maternidad y/o paternidad a otras personas.

Según datos facilitados a el Día por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, durante el año pasado se registraron en Córdoba, únicamente, tres adopciones de niños procedentes del extranjero. Fueron dos niños, procedentes de China e India y una niña de Vietnam los que fueron acogidos por familias de la provincia.

Este dato supone una caída de casi un 63% con respecto a 2015, cuando esa cifra se situó en ocho menores. Ya en ese año se empezaban a notar los efectos de la caída en las adopciones. En 2015, de esas ocho adopciones, cuatro eran niños (dos de China y otros dos de Filipinas) y cuatro niñas (una de China, dos de India y otra de Mali).

Durante el año en Córdoba se adoptó a tres niños, de China, India y Vietnam

A partir de ese año el número empezó a descender y, en 2016, el número de adopciones se situó en siete (fueron cinco niños procedentes de China, Etiopía y Filipinas y dos niñas, de Colombia y Vietnam). En 2017 volvió a ocurrir lo mismo y la cifra se redujo hasta las cinco adopciones, tres niños de Filipinas, Honduras y Rusia y dos niñas de India.

Un fenómeno que se repite en todo el mundo

Los datos llaman mucho la atención ya que España llegó a ser uno de los países más adoptantes del mundo, solo por detrás de Estados Unidos. El proteger a niños en situación de desamparo y ser padres a través de la adopción fue un fenómeno de gran calado en el país, tanto que entre 2001 y 2004 estos procesos superaron el dato de los 5.500. La caída en este sentido no es algo exclusivo ni de Córdoba, ni de España. También se registraron descensos en Estados Unidos, Canadá, Italia o Francia.

A su vez, también ha variado el perfil de los niños que son adoptados, que suelen ser más mayores (la edad del niño depende a su vez de la edad de los padres adoptivos), y crece a su vez el número de adopciones de menores que tienen alguna necesidad especial.

Esto último explica, en parte, la caída de adopciones de niños procedentes de China. En su día ya cambió la política del hijo único, lo que supuso que se incrementaran las adopciones nacionales dentro del país. Ahora mismo, además, las únicas adopciones internacionales que pueden efectuarse en este país son de niños con necesidades especiales, que pueden ser aquellos que padecen alguna enfermedad o que conforman un grupo de hermanos, así como niños más mayores.

El proceso

En las adopciones internacionales, es la Junta de Andalucía (y el gobierno autonómico en la región determinada) la que tiene las competencias y la que legisla en este sentido. A su vez, la comunidad autónoma acredita a las entidades colaboradoras de adopción internacional, las conocidas como ECAI.En Andalucía, con información actualizada en 2013, hay diez entidades de este tipo, una de ellas en Córdoba, Mama Wata. Sin embargo, no es necesario acudir a la ECAI de la provincia en la que se reside, ni siquiera a una de la propia comunidad autónoma.

Son estas entidades las que, a grandes rasgos, organizan todo lo necesario para la adopción de niños extranjeros. Sus funciones, según especifica la propia Junta, son ofrecer asesoramiento (legal, social y psicológico), tramitar el expediente en España así como la tramitación de la documentación en el Estado, preparar y formar sobre los aspectos concretos de la adopción en el país de origen elegido, acompañar a las personas solicitantes en ese país, a través de un representante de la ECAI en ese estado y seguir y apoyar o a la adaptación del niño o la niña y la familia adoptiva.

Las adopciones nacionales

La caída de los procedimientos internacionales ha supuesto, a su vez, un incremento en las nacionales y los datos así lo demuestran. En este caso, durante el año pasado se registraron 13 menores españoles integrados en familias adoptivas en la provincia, un dato que con respecto a 2017 supone un incremento de un 117%, un 18% si se quiere hacer la comparativa con 2015.