Vasile Tudose, el joven procesado por el crimen del párroco de Villafranca, Tomás Pérez, opuso resistencia a su detención y ni siquiera quiso identificarse. Así lo aseguraron ayer los agentes de la Guardia Civil que localizaron al sospechoso en la estación de autobuses de Madrid, adonde llegó tras conducir toda la noche un vehículo del sacerdote.

"Opuso resistencia y hubo que usar la fuerza", aseguró un responsable del Grupo de Homicidios de Madrid que participó en la operación. Vasile, al parecer, aguardaba la salida de un autobús en la dársena de las líneas que hacen el viaje hacia Andalucía y los agentes encontraron un billete a Córdoba entre sus objetos personales. Y esto es así, según el letrado de la defensa, Manuel Fernández Poyatos, porque el joven tenía la intención de entregarse. Pero, según los tres agentes que declararon ayer, el joven intentó zafarse de ellos y emprender la huida.

"Nos identificamos con la placa e intentó marcharse", declaró un agente, quien relató que el sospechoso no se quiso identificar, por lo que los uniformados tuvieron que sacarle la cartera del bolsillo para consultar su documentación. El individuo fue llevado al juzgado de guardia de plaza de Castilla, en la capital, y allí pidió ser asistido por un letrado, del que facilitó el nombre propio y un número de teléfono. Pero la persona que respondió al otro lado del aparato no era un abogado, sino una persona "con acento andaluz" que resultó ser un agricultor, testificó un guardia civil.

"Una vez que lo identificamos, lo tuvimos que reducir", aseguró otro integrante del Grupo de Homicidios. Este agente aseguró que el operativo desconocía que el individuo "se iba a entregar en Córdoba" y que no eran conscientes de sus "intenciones".

Los uniformados también localizaron el vehículo empleado por Vasile Tudose para huir desde Córdoba. El coche se encontraba en el lateral de la estación de autobuses, "bien visible" y con el motor aún caliente, y no pudo ser abierto debido a que se desconocía el paradero de las llaves. Una grúa de la Policía Local trasladó el vehículo del finado hasta la Comisaría de Madrid, donde fue examinado por los expertos.

El tercer guardia que participó en el arresto ratificó que el operativo tuvo que emplear la fuerza, pero en todo caso una fuerza "mínima e imprescindible" consistente en la inmovilización del sospechoso. "Al requerirle su documentación, realizó un movimiento de huida", confirmó. Vasile Tudose vio a los agentes llegar desde el frente y hubo un momento de "tensión". "Los tres guardias tuvimos que participar muy activamente para detenerlo, porque su objetivo era que no le engrilletáramos", dijo el agente, quien aseguró que el joven no pronunció palabra alguna.