Cuando todo el país está ya inmerso en una de las operaciones salida más importantes de todo el año -la del 1 de agosto- los datos de siniestralidad en las carreteras siguen siendo preocupantes. Atrás quedaron aquellos registros históricos de 2016, cuando se anotó la cifra más baja de fallecidos en el asfalto desde que la Dirección General de Tráfico (DGT) elabora esas estadísticas. Desde entonces, el panorama ha cambiado sensiblemente y Córdoba no ha sido ajena a ese aumento en el número de siniestros.

Así, durante el primer semestre del año 2018 se han contabilizado en las carreteras de Córdoba 672 accidentes de tráfico, en los que en diez de ellos hubo víctimas mortales. De ese total, en 216 de los incidentes hubo que anotar víctimas, concretamente 371, de las que 13 perdieron la vida. Además, se contabilizaron 34 heridos hospitalizados y 324 no hospitalizados.

En el mismo periodo -de enero a junio- de 2017 se produjeron 585 accidentes de tráfico (13 mortales) de los que 198 ocasionaron 350 víctimas. En total perdieron la vida en ese semestre 14 personas, mientras que 36 heridos tuvieron que ser hospitalizados y 300 no necesitaron atención en un centro sanitario. Según el Gobierno, se deduce que en esta primera mitad del año ha habido "más accidentes, pero menos de gravedad. En cualquier caso, lo que muestran esas cifras a las que ha tenido acceso el Día es que los siniestros en las carreteras cordobesas se han incrementado un 14,87% entre enero y junio de este año 2018. Como aclaran desde Tráfico, estas cifras se refieren sólo a los accidentes ocurridos en las vías interurbanas y tomadas hasta las 24 horas siguientes a producirse el suceso.

El único aspecto positivo -por denominarlo de alguna manera- es que aunque ha habido casi un 15% más de accidentes, la siniestralidad en carretera a 24 horas experimenta una disminución en tres accidentes mortales, un fallecido menos y dos heridos hospitalizados. También apuntan desde Tráfico que la gravedad ha sido menor debido a la reducción en tres de los accidentes mortales.

De mantenerse esta tendencia, Córdoba llegaría al final de año con unos números muy similares a los de 2017. El año pasado, se produjo una espectacular subida del número de muertos en el asfalto, de casi el 40%, ya que se certificaron 23 fallecidos, frente a los 14 de 2016. Sólo en lo que va de ejercicio han perdido ya la vida en las vías de la provincia casi las mismas personas (13) que en los 12 meses de hace dos años.

¿Y dónde se concentran los accidentes? Pues la comparativa con ejercicios anteriores revelan que son las carreteras provinciales y autonómicas las que acumulan el 67% de los siniestros, mientras que las vías de titularidad estatal acumulan el 33% de esos sucesos. Sin embargo, en lo que va de año son precisamente dos calzadas nacionales -dependientes del Ministerio de Fomento- las que han sido tristes protagonistas de los accidentes más graves. Así, el 15 de marzo la N-432 volvió a convertirse en una trampa mortal tras un brutal choque en el que fallecieron los dos conductores y dos personas más resultaron heridas de gravedad. La colisión se produjo a las 07:15 a la altura del kilómetro 322 de la carretera, en el término municipal de Nueva Carteya. El siniestro se produjo por un choque frontal entre un vehículo Peugeot, en el que viajaban dos personas en dirección a Baena, y una furgoneta Iveco, que circulaba en sentido Córdoba. Los dos conductores fallecieron en el acto como consecuencia de la colisión, mientras que el ocupante del turismo quedó herido de gravedad. En el accidente se vio implicado un tercer vehículo al colisionar por alcance y cuyo conductor también resultó herido. El choque tuvo lugar en una recta con rasante.

El 5 de mayo, una mujer de 26 años y un hombre de 50 fallecieron en el término municipal de Cardeña después de que los vehículos que conducían se vieran implicados en una colisión frontal. El siniestro ocurrió algo más tarde de las 22:30, en la carretera N-420.

Pero además, la velocidad es la causa cada año de cientos de muertes en accidente en las carreteras españolas, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), que revelan que en 2017 ese factor de riesgo estuvo detrás de la tercera parte de los accidentes mortales y ocasionó 126 siniestros con víctimas en la provincia de Córdoba. En el último estudio de medición de la velocidad realizado por la DGT, los indicadores obtenidos describen que las vías convencionales limitadas a 90 kilómetros por hora son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad.

En concreto, cuatro de cada diez conductores circulan por ellas a velocidades superiores a las permitidas, "un 25% superan la velocidad en más de 10 kilómetros por hora y un 12% en más de 20 kilómetros por hora". En el caso de las vías limitadas a 100 kilómetros por hora, el porcentaje de vehículos que superan la velocidad establecida es algo menor. Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha llegado a duplicar durante algunas campañas los controles en esas vías convencionales limitadas a 90 kilómetros por hora, carreteras que presentan un mayor riesgo vial y que registran ocho de cada diez fallecidos. Y es que un aumento del 5% en la velocidad provoca aproximadamente un incremento del 10% en los accidentes que causan traumatismos y del 20% en los accidentes con víctimas mortales.