Un nuevo ejemplar de gibón de mejillas blancas, un primate en peligro de extinción, ha nacido en el Centro de Conservación Zoo Córdoba. Esta cría estará en este recinto de la capital junto a sus progenitores y su hermano unos cuatro años, hasta que esté lista para viajar a otro zoológico para seguir reproduciéndose. 

Esta especie se encuentra en grave peligro de extinción, por lo que "es un éxito rotundo que se haya logrado que críen en cautividad, gracias a la labor de los responsables del zoo", ha destacado el teniente de alcalde delegado de Infraestructuras, Sostenibilidad y Medio Ambiente, David Dorado.

No es la primera vez que ocurre esto en el zoológico de Córdoba. Esta cría nació el pasado 22 de mayo y hace ahora tres años, en el año 2018 nació su hermano, con el que convive actualmente. "Eso consolida la calidad del servicio que se está prestando desde estas instalaciones", ha añadido Dorado.

Aún se desconoce el sexo del primate, ya que este tipo de animales tienen un peculiaridad en sus rasgos de distinción. "Los genitales son muy parecidos, además cuando nacen todos tiene el color de la madre. A los seis meses pasan a ser de color negro y pasado el tiempo definen su color dependiendo del sexo. Todos los machos son negros y las hembras color blanco-crema", ha explicado la conservadora del Zoo de Córdoba, Pepa Ruiz.

Esta especie no puede subsistir por si mismo en el medio natural y,lo que hacen tanto el Centro de Conservación de Córdoba como los de otros lugares es utilizarlos como reserva genética, "en colaboración con otros zoos del mundo, se trata de preservar la diversidad genética para que se perpetúe esta especie y tratar de mejorarla con el tiempo", ha detallado.

El gibón de mejillas blancas tiene una esperanza de vida de en torno a los 30 años. Los dos progenitores de esta cría pertenecen al Zoo de Córdoba. La madre, Tawa, llegó a la ciudad desde Francia y el padre, Manoplas, desde Países Bajos. Sus crías permanecerán en Córdoba unos cuatro años para posteriormente viajar a otros zoos, donde criarán, dando lugar a más ejemplares. Estos traslados se llevan a cabo a través del comité científico del programa de conservación europeo al que pertenecen esta y otras especies del Centro de Conservación.

"Los animales no se quedan en la ciudad porque si no habría consanguinidad. Cuando se determina el sexo el coordinador elige a qué zoológico pueden ir y se trasladan, para que haya un buen refresco sanguíneo y unas buenas líneas genéticas", ha explicado Ruiz. 

Reproducción 

"El comité científico también nos dice cuándo debemos criar y cuándo no. Lo normal en estas especies es hacerlo cada tres años, fuera de ese periodo se administran anticonceptivos ya que los gibones copulan durante todo el año", ha continuado la conservadora. 

En Córdoba se reproducen los animales "que es necesario reproducir, la reproducción es un privilegio y no todos los animales lo requieren". Los que son necesarios "intentan facilitarles todo el proceso con un entorno y alimentación adecuados", ha aclarado Ruiz. A los animales que no necesitan reproducirse les administran anticonceptivos. 

Además de gibones, este año se han criado en Córdoba especies como ñandús, maras, cabras montesas, patos o búhos reales que se soltaron recientemente en la Reserva Natural Laguna Amarga, en Lucena.

Además, desde el Centro de Conservación Zoo de Córdoba han adelantado que si consiguen que los quebrantahuesos críen este año "se llevarán a Cazorla para ponerlos en libertad".