La Delegación de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha cedido 160 ejemplares del pez denominado salinete (Aphanius baeticus) al Centro de Conservación Zoo de Córdoba con objeto de mejorar la reproducción en cautividad y su posterior reintroducción al medio natural. La suelta de estos ejemplares ha tenido lugar este viernes 3 de noviembre y ha contado con la asistencia del delegado del ramo, Rafael Martínez, y el edil de Medio Ambiente, Daniel García-Ibarrola.

Del pez salinete sólo se conocen 10 poblaciones en el mundo, todas concentradas en las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, dentro de la cuenca atlántica. Esta especie en peligro de extinción, recogida como tal, tanto en el catálogo andaluz como en el español, encuentra su principal amenaza en la pérdida de hábitat y la introducción de especies exóticas.

La cesión se enmarca en el marco del programa de conservación y educación ambiental que desarrollan ambos centros, dentro del Plan de Recuperación y Conservación de Especies de Peces e Invertebrados de Aguas Epicontinentales que lleva a cabo la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.

“El objeto de esta cesión de ejemplares al Zoo de Córdoba es el mantenimiento de un stock reproductor para generar un reservorio genético”, ha explicado Martínez, que además ha señalado que con ello se pretende “disponer de ejemplares con toda la variabilidad genética para reintroducirlos al medio natural, con objeto de preservar la especie de posibles extinciones locales”.

Actualmente se cultiva en el Centro de Cría y Conservación un stock reproductor de cada una de las líneas genéticas identificadas en Andalucía. Con este programa de colaboración, afirma el delegado, “se mejoran las técnicas de reproducción en cautividad de esas especies amenazada, al mismo tiempo que da a conocer al público general la problemática de la especie a través de un programa educación y de divulgación”.

Una charca naturalizada para los salinetes

Para que estas especies de peces vivan en un espacio con un alto grado de bienestar, el Centro de Conservación Zoo de Córdoba ha realizado el trabajo de naturalización de una charca, para lo cual se rellenó el fondo de ésta con arena de río y se plantaron diferentes tipos de plantas autóctonas, tanto acuáticas, en el interior de la charca, como terrestres en sus aledaños.

Naturalizar este espacio artificial ha permitido transformarlo en un punto de gran biodiversidad, lo que supone el abandono de sustancias químicas en el mantenimiento de sus aguas, siendo los propios animales, plantas y microorganismos que allí viven los encargados de que permanezcan limpias.

Los espacios naturalizados son rápidamente colonizados por diferentes especies mostrando un ambiente con gran biodiversidad, aunando de esta forma belleza y sostenibilidad. De hecho, recientemente se ha realizado, en colaboración con alumnos de la Universidad de Córdoba, un inventario de fauna presente en la charca y sus inmediaciones, encontrándose ranas, caballito del diablo azul o luciérnagas, entre otras especies.

Más actividad en el CREA Los Villares

Martínez ha destacado los buenos resultados de la colaboración entre la Consejería de Sostenibilidad y el Centro de Conservación Zoo de Córdoba en materia de flora y fauna silvestre. “Con la cesión del centenar de salinetes ya son dos las especies de peces catalogados que alberga la instalación”, ha indicado el responsable territorial.

A los proyectos de recuperación de peces hay que sumar la labor de ambos centros con ejemplares de aves rapaces irrecuperables amenazadas procedentes del CREA Los Villares con fines de educación ambiental.  De igual forma, la participación en el Plan de Recuperación del Lince Ibérico, “con una intensa actividad educación y divulgación, ya que desde 2019 alberga en sus instalaciones dos ejemplares de lince ibérico incapacitados para su suelta al medio natural”, hay señalado el delegado.

Hay que sumar, añade Martínez, la recepción de ejemplares de galápagos exóticos invasores en sus instalaciones que son trasladados allí por los ciudadanos para su mantenimiento hasta su retirada en el CREA Los Villares, ofreciendo de esta manera a los ciudadanos una opción para dejar los galápagos y evitar que los suelten en el medio.

Por último, incluir el acuerdo de recepción de los ejemplares de vencejos, aviones comunes y golondrinas que son llevadas a sus instalaciones por los particulares y posteriormente son cuidados por los niños de la asociación de Amigos del ZOO hasta su liberación al medio natural.