Educación

La vuelta al colegio en Córdoba tras la Navidad: Más de 1.200 niños contagiados y el 10% de los docentes de baja

Unos niños con sus mochilas entran al colegio en Córdoba.

Unos niños con sus mochilas entran al colegio en Córdoba. / Juan Ayala

Las dudas, la inquietud y las ganas de reencontrarse con los compañeros han marcado este lunes la vuelta a las clases en Córdoba tras las vacaciones de Navidad. Entre medias, la explosión de la sexta ola, la de la variante ómicron, que irremediablemente ha marcado una jornada en la que, a partes iguales, han convivido las mascarillas, unas cuantas mochilas y estuches de estreno y los inevitables abrigos para protegerse del frío en una mañana absolutamente invernal.

La pandemia, de nuevo, ha marcado la vuelta a las clases. Y lo ha hecho con las cifras récord de contagios registrados en las últimas dos semanas. Una situación que, por supuesto, también afecta a la educación, tanto al alumnado como al profesorado y al personal de servicios, pues la ómicron parece estar igualando en contagios a todos: a los más precavidos y a quienes hace tiempo que empezaron a cansarse de las restricciones. 

La delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, ha subrayado que la jornada ha culminado "sin incidencias destacables, con la lógica preocupación y huyendo siempre de alarmismos innecesarios". Troncoso ha destacado que, como se ha demostrado desde el inicio de la pandemia, los centros escolares "no son la causa, sino el reflejo de la incidencia comunitaria", y ha defendido que la "presencialidad era una necesidad para garantizar el derecho fundamental a la educación".

La responsable provincial, asimismo, ha agradecido la colaboración de las familias, equipos directivos y docentes y la "ejemplaridad" de los alumnos, y ha sostenido que el avance de la vacunación en todos los grupos de población dibuja un futuro "mucho más esperanzador", por lo que ha lanzado "un mensaje de tranquilidad" a toda la comunidad educativa.

La gran duda de la jornada era el impacto real de la ómicron entre los docentes. Y aunque la Delegación de Educación no ha aportado datos oficiales, el sindicato CSIF, primera fuerza en la enseñanza pública en Córdoba y en Andalucía, ha fijado en un 10% el porcentaje de bajas registrado en los centros educativos públicos cordobeses en la jornada. Esto que supone una incidencia de más del doble de la que se registra habitualmente, que suele ser de un 4% aproximadamente, lo que arroja luz sobre el impacto de la ómicron.

Fuentes oficiales han subrayado que en los colegios de la provincia "no se están registrando incidencias significativas". La administración ha recordado que desde la semana pasada existe un procedimiento establecido para prever un posible incremento de las bajas en la docencia, por lo que habrá Sistema de Provisión de Interinidades (Sipri) este martes, 11 de enero, y el jueves día 13. Además, como consecuencia del acuerdo con los sindicatos, ya se está recurriendo a los llamamientos telefónicos para los casos más graves de incidencia de covid.

La otra gran incógnita de la jornada era el impacto de la pandemia entre el alumnado. En este sentido, Educación ha confirmado que actualmente no hay ningún aula aislada en la provincia, frente a las 58 unidades cerradas con que se llegó a la Navidad. Esta cantidad equivalía al 0,78% del total de clases de Córdoba.

En todo caso, el impacto de la ómicron entre la población más joven es evidente. Y más de 1.200 menores de 18 años han dado positivo en covid-19 en la última semana, según los datos oficiales que constan en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). En este volumen no se incluyen los diagnósticos del fin de semana, pendientes de actualización. En cuanto a la tasa de incidencia por 100.000 habitantes, alcanza los 2.167 casos entre la población menor de 12 años. Para la franja de entre 12 y 19 años es ligeramente inferior, de 2.118 casos. La mayor incidencia acumulada actual abarca la horquilla de 20 a 29 años, con 3.194 casos por 100.000 habitantes.

CISF cuestiona la "normalidad"

Con todos estos datos sobre la mesa, la responsable del sector de Educación de CSIF Córdoba, Elena García, ha rechazado la “normalidad” con la que, según la Consejería de Educación y Deporte, se ha iniciado el segundo trimestre del curso tras las vacaciones de Navidad. “No se puede hablar de normalidad cuando las bajas de docentes duplican el porcentaje medio que se produce normalmente y cuando los centros arrancan el trimestre entre la desinformación y la incertidumbre, ya que no cuentan con una comunicación oficial de las modificaciones en cuanto a las cuarentenas del alumnado”.

“La información de la que disponen los centros es a través de los medios de comunicación y carecen de instrucciones precisas y oficiales sobre las cuarentenas de alumnado contagiado, por ejemplo”, según subraya García, quien señala además que “los padres y madres demandan información al respecto y los docentes lo único que tienen son los protocolos existentes hasta ahora, sin actualización ni indicaciones precisas sobre la situación actual”. Además, destaca que “se echa en falta la realización de test de antígenos masivos tanto entre profesorado como alumnado, como medida de prevención y de mayor seguridad en este momento en el que, según los expertos, se roza ya el pico de la sexta ola de la pandemia”.

La responsable sindical ha detallado que, según los sondeos que ha podido hacer CSIF, las ausencias de alumnado se elevan en esta primera jornada escolar entre el 16 y el 20%, por encima de las de profesorado, al tiempo que alerta sobre “un cierto caos organizativo por la falta de personal no docente en algunos centros, lo que afecta a los servicios complementarios, como aula matinal o comedor”, argumenta.

García ha reclamado que se agilicen los permisos a los que el personal docente tiene derecho en caso de atención a menores de 14 años que resulten positivos por covid o estén en cuarentena. Asimismo, insiste en que la cobertura de bajas y permisos del profesorado debe hacerse con la máxima celeridad posible, de forma que, en el caso de coincidir varias bajas en un mismo centro, se recurra a llamamientos telefónicos de profesionales sustitutos sin tener que esperar a una convocatoria a través del sistema de provisión de interinidades.

Igualmente, CSIF ha exigido a la Junta la adquisición de purificadores para las aulas de los centros y medidores de dióxido de carbono como medida preventiva para frenar la expansión del virus. “Tal y como nos temíamos, la alta incidencia que se está produciendo del virus debido al elevado nivel de contagiosidad de la variante ómicron ha afectado también a los profesionales docentes y están siendo, una vez más, los centros y el profesorado el que tiene que afrontar la situación cuando no existe un plan de contingencia claro trazado por la Administración”.

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