La Virgen del Tránsito está viviendo un 15 de agosto histórico al no procesionar por las calles de su barrio en dirección a la Mezquita-Catedral, como suele ser habitual. Sin embargo, durante todo el día ha estado acompañada ya que este año han sido los devotos quienes se han acercado a la imagen para verla en el interior de su iglesia.

La crisis provocada por la pandemia del coronavirus, que día tras día está avanzando en la provincia, ha obligado a la suspensión de la salida de la Virgen de Acá, una de las más características y queridas de Córdoba.

Los fieles han entrado por grupos para evitar aglomeraciones en el interior de la parroquia de la Paz, en pleno barrio del Alcázar Viejo, guardando turnos en la pequeña plaza que se abre delante del templo.

Las puertas se han abierto al público pasadas las 11:30, tras una misa, y se han cerrado a mediodía para volver a recibir a los devotos sobre las 21:00 y hasta las 23:00.

La hermana mayor, Pilar Martínez de la Rosa, se alegraba por, al menos, haber podido exponer a la titular de la hermandad, ya que otras cofradías ni siquiera han tenido esa oportunidad. "Estamos contentísimos, pero con pena de que los demás no hayan podido disfrutarlo aunque sea de esta forma", ha explicado. Por eso, para ella es como "un milagro de la Virgen".

Este 15 de agosto va a ser histórico ya que desde la Guerra Civil la imagen mariana siempre ha salido este día. Hay que tener en cuenta que a diferencia de las cofradías que hacen estación de penitencia en Semana Santa, la meteorología juega a favor del Tránsito en lo que respecta a la lluvia. No ocurre así con las temperaturas, ya que muchos años el desfile procesional se ha realizado con un calor asfixiante.

Martínez de la Rosa, que lleva dos años como hermana mayor, sabe que esta Virgen es "muy muy querida en Córdoba" y recuerda que en la iglesia de San Agustín hay también una imagen yacente, pero no procesiona.

Cola para entrar en la parroquia de La Paz.

Aunque no hay testimonios del autor ni la fecha de ejecución de la talla, algunos estudios apuntan a que es una obra del siglo XVIII que coincide con el estilo del escultor cordobés Alonso Gómez de Sandoval (1713-1801) y guarda mucho parecido formal con obras documentadas del autor que se conservan en Córdoba.

La imagen representa la dormición de María, por lo que se encuentra tendida en una cama con rostro sereno, los ojos casi cerrados y un hoyuelo en la barbilla. Son características que Martínez de la Rosa conoce bien ya que desde hace 50 años es la encargada de vestir a la Virgen, una labor en la que ahora la ayudan sus hijas.

Es una importante tarea que heredó de su madre y su tío, que eran los anteriores camareros del Tránsito. "Yo he nacido aquí, así que llevo en la hermandad toda mi vida" ya que era la hija del sacristán de la parroquia, apunta la hermana mayor.

A lo largo del año cambia a la imagen varias veces de ropa según las fechas; por la Candelaria, en mayo y en su salida procesional. Esta última vestimenta es "una joya" con bordados del siglo XVII.

Historia

Según la hermandad, "desde 1936, la Virgen de Acá no ha dejado de procesionar". Incluso los años en los que la parroquia estuvo cerrada al culto por las obras de reconstrucción, el desfile partía desde la ermita de Belén.

La hermandad fija como punto de partida de esta tradición el año 1864, ya que es el primero del que se tiene documentación. Desde entonces, la Virgen del Tránsito salió de forma ininterrumpida del Alcázar Viejo durante 76 años, hasta 1930.

"Entre 1931 y 1934, debido a la persecución religiosa que se desató en España con la proclamación de la II República, la Virgen del Tránsito no acudió a su cita con las gentes de San Basilio", recuerda la cofradía.

La procesión volvió en 1935. La hermandad señala que el diario El Defensor de Córdoba recogía la noticia, "calificándola como de extraordinaria". La salida procesional de la Virgen de Acá por las calles de su barrio se hizo posible "gracias a la iniciativa de dos valientes vecinos que consiguieron los oportunos permisos".

Los fieles durante la misa celebrada.

En 1936, otro periódico local publica la noticia del desfile, nombrando al hermano mayor Francisco Ruiz Ruiz, quien en 1941, junto con otros miembros del Tránsito, fundó la hermandad de pasión. Desde entonces la imagen mariana ha recorrido su barrio hasta llegar a la Catedral cada año.

El coronavirus ha roto esta tradición, una cita a la que acuden cientos de personas a pesar del calor estival y que supone un encuentro con una de las imágenes más queridas de la ciudad. Este año ha sido diferente, pero igualmente los cordobeses la han acompañado en este día especial.