Los sonidos de las ventanas y persianas abriendo, con banderas y colgaduras en los balcones, se fundieron al paso de la música del Coro Paz y Esperanza y al rezo de una multitud de fieles que este domingo 17 de octubre se han congregado en una de las citas cofrades tradicionales del mes de octubre: el rosario matinal de la Virgen de la Paz. La imagen ha recorrido las vías más cercanas al convento del Santo Ángel (Capuchinos) de Córdoba desde las 08:40 en un itinerario que incluyó la iglesia de San Jacinto, el colegio Divina Pastora, los conventos de las Madres Capuchinas y Hermanas de la Cruz y la parroquia de San Miguel Arcángel.
El tradicional recorrido de la cofradía de la Paz y de la Esperanza, una de las más numerosas de la capital por la elevada cantidad de hermanos que tiene, se vio interrumpido el año pasado por la pandemia -se celebró el rosario de manera estacionaria en Capuchinos- y se ha retomado este 2021 ante medio centenar de personas, que han acompañado a la Virgen a su paso. Los asistentes llenaron de júbilo a la calle Conde de Torres Cabrera, donde cientos de flores cayeron sobre la imagen, que hizo una parada en el convento de Capuchinas a las 10:30, donde también fue recibida con una lluvia de pétalos de rosas y llegó a San Miguel entorno a las 11:30.
"Es una preciosidad, parece que te sonríe", expresaba Rafi García, vecina del centro, en su camino a ver a la imagen. Y es que la Virgen de la Paz y la Esperanza ha vestido este domingo, por primera vez para este culto, la saya realizada por Bordados Salteras a partir del traje de luces de Rafael Rosa, preparada en su parihuela para la celebración del rosario matinal desde la noche anterior. Posteriormente, a las 13:00, se celebrará también una misa en Capuchinos, oficiada por Fray Francisco Martínez y que pondrá fin a la jornada.
Más importante, si cabe, es mencionar que la coronación de la titular mariana de la hermandad de la Virgen de la Paz y la Esperanza también se vio interrumpida por la pandemia, cuyo programa de actos se retomó en septiembre con un concierto y una misa en el convento, dando paso a la ansiada nueva normalidad de procesiones y actos de la iglesia.
Así, este domingo las estrechas calles del Casco Histórico volvieron a ser testigos de la majestuosa belleza de la conocida popularmente como la Blanca Paloma de Capuchinos, a la espera ya de verla recorrer las vías de la capital en solemne procesión el próximo Miércoles Santo.
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