Córdoba

"Vincular la derecha con la religión y la izquierda con el ateísmo es falso"

  • El fundador de ETEA considera que una entidad financiera "del volumen de Cajasur" no puede estar dirigida por un sacerdote y considera que esta actividad es algo "demasiado mundano" para un clérigo

Fue fundador y director de ETEA. Actualmente jubilado de su trabajo de profesor en la facultad, aún imparte clases en Centroamérica sobre el proceloso mundo de las finanzas y la teoría económica y está volcado con la ONG Iemakaie, dedicada a la asistencia a los colectivos más necesitados. La conversación con Jaime Loring transcurre en su despacho junto a la iglesia de San Hipólito. Entre frase y frase, el humo del tabaco negro envuelve una estancia vetusta en la que los muebles austeros ya expresan la frugalidad de quien, dentro de la Iglesia, no parece necesitar el brillo del hilo de oro y los pasamanos de mármol.

-¿Se conoce usted a sí mismo?

-Supongo que sí, porque llevo 80 años conmigo mismo. Es hora de que me conozca.

-¿Y quién es usted?

-Jaime Loring. Jesuita.

-¿Cómo se llega a ser jesuita?

-Cada uno llega de una manera diferente. No hay un camino único. En mi caso nací en Madrid, pero no soy madrileño. Mi padre era de Málaga y se trasladó a Madrid y allí lo fusilaron durante la guerra. Era de derechas, de la CEDA. Mi madre, con 36 años y ocho hijos, se quedó sin medios de vida. Después de la guerra aterriza en Málaga y yo entré interno en el colegio de El Palo de los jesuitas y los padres del colegio para mí eran mi familia. Era el niño mimado, huérfano de guerra, de familia conocida en Málaga, los Loring. Total, que me encariñé y quise ser como ellos. A los 15 años hice el noviciado y hasta ahora. A mí no se me ha aparecido ningún ángel ni ninguna Virgen, fue una cosa así de simple.

-¿Sabe usted qué o quién gobierna el mundo?

-Yo creo que nadie. Ese es el problema. Estoy muy interesado por llegar a comprender qué es lo que está pasando con esto de la crisis financiera. Tengo una cantidad ingente de información que soy incapaz de procesar y digerir. Creo que en este momento hay una doble autoridad, una autoridad de los estados soberanos, de los gobiernos, y otra que es el sistema financiero. Hay un sistema financiero mundial pero no hay un estado mundial. Los estados no forman un bloque único, el estado financiero sí. El mercado es un poder invisible pero real. Ese poder financiero no está controlado por nadie, supuestamente según los principios del liberalismo se debe controlar él mismo, lo cual no es verdad, no se autocontrola. Yo creo que estamos llegando a un horizonte en donde el sistema financiero que carece de lógica va a ser transformado o desmontado, no lo sé.

-¿Para qué nació el sistema financiero?

-Originariamente nace como vehículo para recoger los ahorros de la gente que gana un poco más de lo que gasta y lo dirige hacia inversores. Era un vehículo. Hoy no es tal. Es un mundo cerrado en sí mismo. Comprando y vendiendo activos financieros usted puede ganar 200.000 euros y no producir un palillo de dientes. Eso no tiene lógica. ¿Podemos vivir sin eso? No tengo la solución. Planteo el problema, pero si tuviese la solución no se hablaría de Keynnes y de Adam Smith, se hablaría de Jaime Loring. El sistema financiero se basa en la especulación. Suelo decir en clase que el sistema financiero es como Dios: invisible. Tenemos los estados por un lado, con su política, y el sistema financiero en sí mismo. ¿Quién gobierna el mundo? Usted verá.

-Un rey no vive con poco decía Rebelais. ¿El tal sistema financiero se ha aprovechado de que intentásemos ser todos reyes?

-Si vamos a eso tendríamos que abordar los enormes sueldos de los directivos financieros. Ganan cifras altísimas y junto a ellos igualmente las ganan los políticos: Alcaldes, diputados... Hay una concentración de ganancias en una clase numéricamente reducida proporcionalmente al conjunto de la población. ¿Estas ganancias se corresponden con su aportación al bienestar de la sociedad? Cuando un albañil pone unos ladrillos ahí están, pero tengo muchas dudas de que se pueda decir lo mismo de todos estos grandes sueldos de los directivos y políticos.

-¿La conclusión es que el mundo está muy mal hecho?

-No, lo hemos hecho mal los hombres. El mundo está bien. Las plantas nacen, el sol sale por la mañana. Los hombres hemos hecho el mundo mal. No hay pobres entre los animales. En los estados primitivos de civilización no había pobres ni ricos, la tribu era la tribu. Luego creamos el rey y la nobleza. La sociedad humana funciona mal porque los hombres la hemos hecho así. Nosotros la hemos degenerado o pervertido.

-Rousseu decía que para dar consistencia al Estado no debía permitirse ni gente opulenta ni mendiga. ¿Es ésa su misión?

-Pues sí. Eso está en cualquier manual de teoría política: la misión del Estado es la revisión de la renta y en gran parte se ha conseguido. Alguna cosa hemos hecho bien. San Juan de Dios, Santa Isabel de Hungría y otros muchos santos hicieron cantidad de cosas por los enfermos y los pobres pero hasta que no se hizo la Seguridad Social no se pudo acabar con el problema de la salud, y eso lo hemos hecho los hombres también. Esa es la misión del Estado. Aunque con las cotizaciones a la Seguridad Social estamos encareciendo el mercado de trabajo. Deberían quitarse las cotizaciones y pasarlo a impuestos sobre la renta, sobre los beneficios. Quizá esa debería ser la solución, hay mucha gente que lo piensa así. La sociedad de principios de la Revolución Industrial escandalizaba a Karl Marx por la mala vida de los proletarios de la época, pues esos proletarios, sus condiciones de vida, esos ya no existen. Hoy un trabajador tiene su casa, sus vacaciones, su coche, su jubilación. Ha habido un progreso. El problema es que aquí hemos avanzado y nos quejamos de que la Seguridad Social tiene colas, pero 200 kilómetros más al sur no es que no haya colas, es que no hay hospitales. Esto no puede ser. Es lo que me lleva muchas veces a hablar de la necesidad de una autoridad mundial. A la globalización le ha pasado lo mismo que a la Revolución Industrial, que no había legislación cuando nacen las fábricas y es después cuando nace aquélla. La pobreza es mundial y si no hay una autoridad mundial no se puede acabar la pobreza. Lo del 0,7 no sirve.

-¿Las ideas de Marx en ese caso han ayudado más a la justicia social que las de las de la Iglesia?

-Habría que cuantificarlo. No voy a discutir la influencia de Marx en el movimiento socialista, los sindicatos, la política social de Europa… Pero creo que no se debe minimizar lo que la Iglesia y las órdenes religiosas han hecho. Han hecho y han influido, ni más ni menos que otros. Voy bastante por Centroamérica y en cada pueblo te encuentras unas monjas o un párroco que atienden a los más necesitados. ¿De quién hablamos cuando hablamos de la Iglesia? La Iglesia somos unos 2.000 millones, muchos. No me hables de dos mil personas. Ellas, aunque tengan cargos importantes, no son la Iglesia. Somos todos. Ahí tienes a Vicente Ferrer o Teresa de Calcuta. Eso es Iglesia.

-¿Debería la Iglesia reivindicar más a estas figuras que entretenerse en cubrir las visitas televisadas del Papa?

-Pues sí. Sí. La Iglesia debe de cultivar la imagen. Y esa imagen tiene que ser una imagen que represente la persona y la palabra de Jesús de Nazaret. No de otros grandes poderes del mundo. Mi reino no es de este mundo, decía Jesús. Un poco de marketing hace falta para que se vea a la Iglesia como la heredera del pensamiento y la palabra de Jesús de Nazaret. Muchas veces la imagen que da la Iglesia no representa eso, representa otra cosa.

-¿Existe el Infierno?

-Cuando yo estudiaba Teología existía. Ahora, esas palabras de Jesús no tienen un sentido físico. Se habla de que Dios premia a los buenos y castiga a los malos ¿Cómo lo hace? Lo veré cuando llegue el momento.

-¿Qué es lo más cercano al infierno que ha visto en este mundo?

Diablos… gente desgraciada. En este momento ya no doy clases aquí y estoy en una entidad, una ONG (Iemakaie) que se dedica a atender gente desvalida y uno de los campos que tenemos ahora abierto es el de la prostitución, sobre todo el de la callejera; estas chicas jovencitas que desde su país, Nigeria y otros, hasta llegar a España han pasado lo que no te imaginas, se han jugado la vida en esas pateras y que aquí están en unas circunstancias que no sé si es el infierno pero sí son muy desgraciadas. Yo no he estado en África en esos campos de refugiados, sí estuve en El Salvador y recuerdo una señora que llevaba un bebé en la mano y un soldado le agarró el bebé y lo tiró por un barranco… He estado cerca de la pobreza pero hay otros que han convivido con más cercanía que yo con infierno.

-Dirige la ONG Iemakaie, ¿cuáles son sus campos de actuación?

-Tenemos tres proyectos, el más voluminoso es una residencia de psicodeficientes. Tenemos acogidos a 26, con una cantidad de personal cuidador, cuarenta y tantos, muy grande. Son personas que no tienen sitio en la vida. Hay gente con problemas de todo tipo, que algunos ni hablan o son agresivos. Lo único que se puede hacer con ellos es tratarlos con cariño. Hablar con ellos es imposible. Cuando Jesús andaba por ahí y se decía que se encontraba con aquellos endemoniados que se echaban al suelo yo digo que son éstos; se tiran al suelo y se dan porrazos contra la pared con la cabeza. No tengo el poder de curarlos, pero sí de tratarlos con cariño. Es una tarea dura, sin compensación. Son gente que no pueden estar con sus familias, necesitan una atención 24 horas para todo, para limpiarlos, darles de comer. Otro tema está en Montoro, un centro de atención infantil temprana, hasta cinco años, para niños con problemas de psicomotricidad o habla. Y finalmente tenemos un programa con drogodependientes, enfermos de sida, reclusos, prostitutas. Con estos intentamos asistencia sanitaria, psicológica: intentamos mejorar su calidad de vida.

-¿Existen mártires de derechas y mártires de izquierdas?

-La posición política de una persona nada tiene que ver con su fe religiosa. La nacionalización de la banca es un proyecto de izquierda y nada tiene que ver con la Resurrección de Jesús. La vinculación de la derecha con la religión o el Cristianismo y de la izquierda con el ateísmo es falsa. Yo conozco a muchos socialistas y comunistas que son creyentes y gente de derechas que no lo son. Cuando se vincula una cosa con otra subyacen intereses bastardos. Entonces un determinado partido político, por su interés político, asume que es el católico.

-Después el derrumbe de Cajasur, ¿quién gobierna la ciudad?

-Supongo que el alcalde. De Cajasur sólo sé lo que todo el mundo.

-¿Qué va a pasar?.

-No tengo una bola de cristal, pero creo que una entidad financiera del volumen de Cajasur no debe ser administrada por clérigos. La misión de un sacerdote no es ser director de una entidad financiera. Es algo demasiado mundano. Si con este motivo la entidad deja de estar gobernada por clérigos, lo veo bien. Sentiría mucho que todas las obras sociales de la Diócesis entrasen en dificultades económicas, espero que a eso se encuentre una solución porque la fundación de la Obra Social de Cajasur ha supuesto un aporte social y cultural muy importante para la ciudad.

-Supongamos que tiene la capacidad de hacer milagros, ¿con cuál se daría más prisa?

-Acabar con la pobreza y el hambre.

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