Vimcorsa acometerá un plan de 1.000 pisos para jóvenes y mayores
Vivienda Proyectos de intervención pública
Reforma la propuesta de los 'minipisos' para despojarla de toda connotación asistencial · La empresa pretende gastar 60 millones de euros en los próximos años para disponer de una oferta de alquiler
La empresa municipal Vimcorsa pretende iniciar este año un plan concreto para dotarse de una amplia bolsa de apartamentos de alquiler destinada específicamente a jóvenes y mayores. Básicamente, el plan consiste en eliminar toda la referencia a las promociones de alojamientos -los llamados minipisos- que tuvieron que ser dejados en cartera ante los problemas que se encontraban en distintos barrios (la Fuensanta y Lepanto) para su implantación. Para ello, la propuesta pasa por una revisión del modelo de forma que se le elimine todo carácter asistencial, que es lo que al fin y al cabo generó los problemas a la hora de llevar a cabo la construcción de una propuesta que se encontró con la resistencia vecinal.
Una de las cuestiones clave es la comunicación pública del proyecto. Si los minipisos fracasaron en primera instancia, no fue porque los apartamentos tuvieran más o menos metros cuadrados. La razón estuvo en que se prendió la mecha del miedo a que estas dotaciones fueran albergues de transeúntes. Vimcorsa pretende ahora reorientar la propuesta llevando las promociones de pequeños apartamentos de alquiler para jóvenes y mayores a barrios de nueva creación, donde el vecindario no sea un problema.
Las cuentas de la empresa pública para este año ponen ya cifras a la iniciativa e, incluso, nombre. En primer lugar, se han eliminado las denominaciones que antes tuvo -alojamientos y viviendas tuteladas- para dotarlas de un barniz de normalidad. Los alojamientos fueron propuestos por el Ministerio de Vivienda con la llegada de la María Antonia Trujillo mientras que las viviendas tuteladas datan de la etapa de Francisco Álvarez Cascos en Fomento, época en la que ya se barajó realizar una promoción de viviendas para mayores junto a la iglesia de Santa Marina. En Vimcorsa reconocen que uno de los quebraderos de cabeza ha sido encontrar un nombre para la propuesta que no tenga connotaciones negativas. Los planes pasan por unir el proyecto a colectivos de forma que quede claro su carácter constructivo por encima de otras consideraciones.
Según estas cuentas, las 1.000 viviendas de alquiler supondrían un gasto en adquisición de suelo de nueve millones de euros (una cantidad alta teniendo en cuenta que las promociones colectivas para este tipo de segmentos tienen que ocupar suelo de equipamiento). Sí queda claro que este año se pretende iniciar la fase de obra puesto que se reservan 1,12 millones de euros en el pago de certificaciones de obra. La relevancia de este proyecto a efectos económicos es clave: una cuarta parte de los aprovisionamientos previstos para nuevas promociones (42 millones) tendrán que invertirse en esta materia.
Obviamente, la empresa municipal no tiene la capacidad de realizar las 1.000 viviendas en un año. Así, el calendario previsto pasa por gastar 60 millones de euros en varias anualidades. Una sexta parte de esta cantidad, en torno a 11 millones de euros, forman parte del paquete de inversiones previsto para el año en curso. Las cuentas de Vimcorsa no explicitan cuál será el plazo de aplicación de la propuesta.
Pese a que aún no se tiene un proyecto cerrado, parece que el modelo constructivo será similar al conocido. En puridad, se trata de un modelo de vivienda comunitaria que tiene más de colegio mayor que de residencia permanente. Se trata, además, de un modelo bastante extendido en muchos países europeos, sobre todo nórdicos -un 10 por ciento de la población de Helsinki vive en este tipo de promociones- donde el desarrollo de la vivienda pública es muchísimo mayor que en España. La diferencia con el anterior proyecto estaría más en su modelo de gestión que en las diferencias constructivas.
La diferencia conforme al primer intento -fracasado- por parte del Ayuntamiento de abrir un camino pasa porque Vimcorsa ya no está sola en este sentido. La Universidad de Córdoba, por ejemplo, pretende poner en marcha una iniciativa de estas características en el antiguo colegio mayor Séneca. La promotora de la Diputación -Provicosa- ha puesto en marcha ya el contrato para levantar varias de estas promociones en diversos municipios de la provincia.
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