“Queremos crecer porque vemos que el número de pacientes va en aumento”
Victoria Jiménez Crespo. Jefa de Cirugía pediátrica de Quirónsalud Córdoba
La doctora forma parte del proyecto de este hospital privado desde su inicio en la ciudad, hace ahora un año
Victoria Jiménez Crespo (Córdoba, 1982) es la responsable del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Quirónsalud de Córdoba, uno de los más potentes del centro, desde que este abrió en la ciudad. A pesar de su juventud cuenta con una amplia trayectoria en la sanidad pública y en la privada, a la que se dedica ahora al 100%. Estudió Medicina en la Universidad de Navarra e hizo la residencia en el Virgen del Rocío de Sevilla. Cuando terminó, la contrataron en el Hospital Reina Sofía, unos años en los que simultaneó su trabajo con otros centros. Cuando abrió Quirónsalud en Córdoba, tomó la decisión de dedicarse en exclusiva a él.
–¿Qué valoración hace del primer año del hospital en su especialidad?
–Ha habido un desarrollo exponencial. Siempre los principios son duros;empezar en un hospital desde cero ha sido muy laborioso, darnos a conocer y que todo el mundo sepa lo que hacemos, pero un año después he intervenido a muchísimos niños, las consultas están totalmente llenas y los padres ya empiezan a saber que estamos aquí. Cuento con un equipo de pediatras estupendo que son los que realmente me derivan a los niños, aunque algunos padres sí piden la cita directamente. Los pediatras son parte importante en mi trabajo porque son los que ven a los niños primero. Estoy muy contenta porque el hospital funciona fenomenal, tenemos todos los medios y todo el personal para tratar a los niños como se merecen y hacer las cosas muy bien.
–¿Por qué eligió esta especialidad?
–Siempre he sido muy minuciosa y me ha gustado el aspecto quirúrgico de la Medicina. ¿Y por qué pediátrica? Porque me parece que es la especialidad más bonita de todas, la más amplia. Es Cirugía abdominal, Cirugía oncológica, Cirugía torácica, Cirugía reconstructiva... de todo tipo. Nosotros, salvo cosas que llevan otros especialistas como los neurocirujanos o traumatólogos, abarcamos la amplia mayoría de las patologías quirúrgicas en los niños. También la elegí porque los pacientes son niños y siempre tratar con ellos es mucho más agradable y empático. Son muy especiales.
–Además de por la variedad de problemas que aborda, también conlleva complejidad por los cambios que se ven en el desarrollo de los pacientes...
–Aquí en Quirónsalud Córdoba vemos niños desde que nacen hasta los 15 años. Eso supone para mí, que trato patología neonatal, ver malformaciones congénitas de niños que nacen y a los dos días de vida hay que operarlos, hasta otros con 14 años. En estos últimos una de las patologías más frecuentes es la fimosis. Por otra parte, no es lo mismo tratar una apendicitis en un paciente de cuatro años que en uno de 14. Son totalmente diferentes anatómicamente y el manejo es distinto.
–¿Cuáles son las patologías más frecuentes?
–La mayoría tienen buena solución y resultado, por ejemplo los frenillos linguales, las hernias inglinales, abdominales, epigástricas o umbilicales. También las criptorquidias, que es la patología del descenso testicular; es decir, los niños a los que aún no les han descendido los testículos. A esto hay que añadir los quistes que hay que extirpar o las manchas pigmentadas. Es muy frecuente también la patología urológica como la fimosis o los hipospadias. Por otro lado están las Urgencias, a las que llegan mucho problemas como apendicitis, invaginación intestinal o la patología neonatal, que es una urgencia. En Quirónsalud tenemos un servicio de Pediatría y Cirugía pediátrica 24 horas al día. Hay que resaltar otros problemas, aunque no tan frecuentes, como la otoplastia o cirugía correctiva de orejas separadas, y la ginecomastia. Esta última se da cuando los adolescentes, por causas hormonales, desarrollan mamas. Son niños de 13 y 14 años que tienen un desarrollo mamario como una niña, por lo que tienen un complejo tremendo. La gente que padece estas patologías sufre mucho y no sabe que tiene buena solución. Son intervenciones sencillas y correctoras que quitan complejos muy grandes. En el caso de la ginecomastia esos niños no son capaces de ponerse una camiseta en verano y van siempre encorvados. Cuando los ves llegar a la consultas piensas en lo que habrá pasado ese niño.
–¿Qué aspectos se cuidan más al tratarse de pacientes niños?
–Soy madre y tengo dos niños pequeños. Siempre digo que hay que empatizar con ellos y con la familia. Los padres vienen a la consulta, traen a su hijo que tiene un problema y que a lo mejor tiene que acabar en un quirófano, así que intento ponerme en su lugar. Tienen nervios, ansiedad, angustia... Empezando por ahí, hay que cuidar todo mucho. Yo siempre les explico muy bien todo, les doy opción a preguntarme dudas y lo que necesiten para irse tranquilos y que sepan cómo van a desarrollarse las cosas en caso de tener que operar a su hijo. La intención es minimizar el estrés que supone meter a un niño en quirófano.
–¿Cómo son los nexos que se establecen con las familias y con los pacientes?
–Con el paciente depende de la edad; no es lo mismo un niño chiquito, que no sabe lo que le va a pasar, con lo cual no es que los engañemos porque nunca se engaña a los niños por muy pequeños que sean; que uno de 13 o 14 años, que sabe lo que va a pasar y muchas veces viene de forma voluntaria. Incluso ellos mismos te preguntan. Con los padres intento que el trato sea lo más agradable posible y aquí tengo tiempo suficiente para dedicarles. Si tengo que estar más minutos con una familia, no pasa nada, la gente lo entiende, y eso ayuda a minimizar la ansiedad.
–En los últimos años se está hablando mucho de los problemas que está causando la mala alimentación en niños. ¿Habéis notado ya las consecuencias?
–Sí, cada vez se ve que hay más obesidad a edades más tempranas y, sobre todo, eso influye en que hay intervenciones quirúrgicas que tienen más riesgo. No es lo mismo operar de una hernia umbilical a un niño de estructura normal que a uno que tenga obesidad. El manejo anestésico también cambia. Supone más riesgo someterse a una intervención quirúrgica con sobrepeso.
–¿Qué importancia tiene la cirugía mínimamente invasiva en su especialidad?
–La laparoscopia y todo ese tipo de cirugía la intentamos utilizar en los casos en los que es necesario;es decir, hay patologías en las que se ha demostrado que tiene mucho mejor resultado porque el tiempo hospitalario y el dolor se reducen. Por eso, siempre que podamos, usamos esta técnica. En Quirónsalud tenemos equipos de laparoscopia de tres milímetros, que se puede usar hasta para neonatos. Disponemos de material para tratar todas las patologías que lo requieran de manera mínimamente invasiva.
–¿Hacia dónde se dirige la cirugía pediátrica?
–Esta especialidad está en constante cambio, pero las patologías más frecuentes siempre son las mismas. Lo que cambiamos es la manera de abordar esos problemas. En este sentido, la cirugía mínimamente invasiva cada vez se utiliza más en los niños, sobre todo en el tema de Urología.
–¿Qué objetivos tenéis ahora en el servicio?
–Crecer. Queremos crecer porque vemos que el número de pacientes va aumentando de manera proporcional al número de niños que ven los pediatras del hospital. Queremos darnos más a conocer, que la gente sepa que estamos aquí y todas las patologías que se pueden tratar en nuestro centro, que disponemos de enfermería pediátrica, urgencias pediátricas, anestesistas pediátricos... Tenemos un equipo completo para hacernos cargo de cualquier cosa. El aumento de pacientes se ve semana a semana.
–Además del prestigio que tiene Quirónsalud, ¿habéis notado que los especialistas se hayan traído consigo a sus pacientes?
–A mí me ven en la consulta antes de operar si hay que hacerlo y luego en las revisiones, pero no es una trayectoria como la de los pediatras. Ellos tienen a sus niños y hay una fidelización hasta que crecen. Las madres que tienen confianza en un pediatra la van a seguir teniendo. Aquí hay 14 pediatras estupendos y fidelizan mucho a las familias.
–Además de actividad quirúrgica, ¿realiza también actividad docente o investigadora?
–Ahora estoy haciendo todos los cursos que puedo e intento ir a todos los congresos. Ahora en octubre hay una reunión sobre anomalías vasculares en Zaragoza, una parte de mi especialidad que me gusta mucho, y tengo intención de ir. A nivel docente, intentamos hacer sesiones con los pediatras para mantener una actualización, aparte de lo que suponga el estudio personal.
–¿Cómo ha llevado la responsabilidad que supone ser jefa del servicio?
–Soy muy organizada y me gusta hacer las cosas bien. Como uno de mis antiguos jefes me dijo un día: "puedes operar bien, muy bien o excelentemente bien, pero en esta especialidad no puedes hacer las cosas mal ni regular". He empezado con el hospital con mucha ilusión y ha ocurrido en un momento personal muy importante. Decidí venirme a Quirónsalud Córdoba con muchas ganas de hacerlo bien. Desde el principio aquí se están haciendo las cosas muy bien, con mucha seguridad, y se nota que todo el personal va a una. Aquí no valen las chapuzas; esto es un hospital y tratamos enfermos.
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