Por fin. El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) dará hoy el visto bueno a la innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permite la construcción de un centro comercial en el parque científico tecnológico Rabanales 21. El proyecto, conocido como Rabanales Plaza, ha pasado por numerosos obstáculos que empezaron por la negativa inicial del cogobierno a la iniciativa y han terminado en la repetición del proceso urbanístico para la innovación del PGOU por varios errores, entre otros la falta de un estudio de impacto ambiental. Con todo, según la información a la que ha tenido acceso este periódico, el expediente se tratará hoy en el consejo por urgencia y, también a través de esta vía, se dará el visto bueno en el Pleno del jueves, según las fuentes consultadas. La aprobación inicial en la GMU es posible después de que se hayan realizado algunas modificaciones para ajustar el proyecto a la normativa y, como se ha dicho, tras haber tenido en cuenta el impacto ambiental de la medida. Así, en el proyecto se reconoce que el uso comercial "no debe impedir todos los controles medioambientales de ocupación y paisajísticos, propios de un parque tecnológico". El expediente de Urbanismo recoge que la Junta de Andalucía también ha dado el visto bueno ya que el proyecto "no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente siempre y cuando se cumplan las determinaciones ambientales indicadas en el informe ambiental estratégico" y otros documentos.

Las últimas aportaciones, por tanto, han dado lugar a un nuevo texto para la innovación del PGOU que incluye las mejoras exigidas en las condiciones de ordenación y edificación. Habrá una única manzana en la que el uso comercial ocupará el 85% mientras que el espacio para investigación y desarrollo (I+D) será, como mínimo, del 15%. Este último uso se implantará "en edificio o edificios independientes que tendrán localización preferente". La superficie que ocuparán ambos espacios va desde un mínimo de 2.823 metros cuadrados para I+D a un máximo de 16.000 metros cuadrados para la parte comercial. Igualmente, la parte destinada a investigación tendrá una altura máxima de tres plantas y 15 metros, "excepto para volúmenes a modo de torres, que será de seis plantas y 25 metros". La gran superficie, por su parte, ocupará un máximo de 15 metros y dos plantas.

Urbanismo ha previsto que en la parte de investigación y desarrollo se ubiquen "empresas u otros organismos que incentiven o apliquen nuevas tecnologías o procesos innovadores", que cuenten con personal cualificado y "tengan relaciones con universidades, centros de investigación o tecnológicos". Igualmente deberán ser empresas que "presente servicios generales y complementarios a las actividades propias de Rabanales 21 o las empresas ubicadas en el parque, como servicios de patentes, planes de investigación o proyectos europeos". En el texto refundado también se incorpora el compromiso de evitar el impacto visual, por lo que se deberá cuidar "especialmente" su fachada que linda con la antigua N-IV. También habrá que incorporar un proyecto de ajardinamiento de la zona, así como plazas de aparcamiento.

El desbloqueo del uso comercial de Rabanales 21 con la puesta en marcha del proyecto Rabanales Plaza es un balón de oxígeno para un complejo que pasa por un momento crítico y que requiere una ampliación de capital por parte de los socios. El Ayuntamiento ya ultima el procedimiento administrativo que le permita cubrir su participación en la ampliación de capital del parque tecnológico, siguiendo así la hoja de ruta marcada en el plan de viabilidad, diseñada para salvaguardar la viabilidad del mismo. Desde el Consistorio recordaron que la aportación municipal será de 134.000 euros, correspondiente a su porcentaje en el capital social del parque, que es el 4,5%. Para hacer frente a su compromiso, el Ayuntamiento adelantó que llevará a cabo una modificación presupuestaria que se someterá a aprobación en el Pleno del próximo mes de septiembre.

Tras la decisión de la UCO de dar luz verde a su participación en la ampliación de capital (750.000 euros), así como el inminente acuerdo del consejo de administración de IDEA de hacer lo propio (600.000 euros), solo restaría que tanto La Caixa (1.050.000 euros) como Cajasur (300.000 euros) hicieran frente a sus compromisos con Rabanales 21, toda vez que la situación económica de Prasa hace imposible que esta empresa acuda a dicha ampliación.