Urbanismo gasta seis salarios mínimos en colocar otra vez el 'Hombre río'

39.960 euros, IVA incluido, dan para seis salarios mínimos anuales, casi dos veces el sueldo anual de un ciudadano español (22.000 euros, según Gestha, el sindicato de inspectores de Hacienda), comprarse un par de coches de gama media, un automóvil de gama alta o editar un millar de ejemplares de un libro bien hecho en pasta dura. Casi 40.000 euros es lo que vale también colocar una pista deportiva en Trassierra (según el Plan E), pavimentar la calle Donantes de Sangre de Santa Cruz, remodelar la plaza de la calle de la Acequia de Alcolea o reparar el acerado de la Pérgola de la avenida de la República Argentina. El Ayuntamiento, que está en economía de guerra según declaración propia, ha decidido financiar la recolocación del Hombre río, la célebre obra que apareció un día de 2006 en el cauce, obra de Rafael Cornejo y Francisco Marcos, y que se ubicará por tercera vez en el Guadalquivir, dos de ellas financiadas por el presupuesto municipal.

El nuevo proyecto fue anunciado ayer por el teniente de alcalde de Urbanismo, Francisco Tejada. En 2007, el gobierno municipal ya financió la primera colocación oficialmente tolerada de la obra, una vez que se cambió el original de corcho blanco por una figura más resistente. En total, se pagaron 48.000 euros entre la elaboración y la colocación de la estatua. La factura entre aquella colocación y esta asciende a 88.000 euros (equivale a 13 salarios mínimos anuales, cuatro sueldos medios de un ciudadano español, un piso pequeño -sin cochera ni trastero- de protección oficial o lo que costó cambiar las tuberías de la calle Alfonso XII).

La historia es bien conocida. Una crecida de finales de 2007 se llevó aquella figura hasta Casillas. La pesa de 2.000 kilos fijada al fondo del lecho no fue suficiente para aguantar lo que da de sí la fuerza del Guadalquivir y la figura acabó encallando aguas abajo, rescatada por los Bomberos, que la colocaron en el tejado de su sede. Lo que se plantea ahora es volver a reciclar aquella figura reforzando la estructura de unión, que será de una sola pieza para evitar soldaduras o uniones que son puntos débiles. Además, la figura tendrá la cabeza hueca para que se hunda menos, el conjunto pesará unos 40 kilos menos para que ofrezca una menor resistencia al agua y se cambiará la sujeción.

El plan, ahora, es fijar la escultura por medio de dos cables de acero de seis milímetros de grosor que estarán anclados a la orilla, probablemente en encofrados creados al efecto, como si fuera una barca amarrada en un pantalán. Los dos cables irán amarrados por un eslabón de seguridad que, en el caso de riada, se soltará y hará que la figura quede unida a la orilla de forma que pueda ser reubicada.

El portavoz del PP, José Antonio Nieto, preguntó ayer si el anuncio del gobierno municipal era una inocentada y reclamó que se dedique el cauce del Guadalquivir a la difusión de la cultura.