Urbanismo retira la obligación de soterrar los tendidos eléctricos

La Gerencia Municipal de Urbanismo propondrá a su consejo rector la realización de una innovación del PGOU para que la existencia de redes eléctricas de alta tensión no se consideren incompatibles con la calificación de suelo urbano y suelo urbanizable. En la práctica, la decisión libera a los promotores de suelo de una obligación económica de calado: ya no será necesario proceder al soterramiento de un tendido eléctrico cuando se acometa un plan parcial adoptando la costosa obra de soterrar el cableado que atraviese la zona.

Según el expediente previsto, el PGOU aprobado en 2001 y 2003 estableció como norma general, sin ningún tipo de condiciones, que no podía existir tendido eléctrico alguno de alta tensión en los suelos de la ciudad consolidada y en aquellos de nuevo desarrollo. La carga de soterrar esa infraestructura se asimilaba, según la normativa, a cualquier otra carga de los promotores, como el tenido de alcantarillado o el trazado y urbanización de las calles. El Consistorio se comprometía a desarrollar un plan a medio y largo plazo en aquellas zonas con afección ambiental o con tal voltaje en las líneas cuya desaparición fuese problemática. Ese programa nunca se puso en marcha. Sí se inició una innovación para soterrar unas líneas de las Quemadas para aprovechar el suelo liberado. Nunca se encontraron fondos privados interesados para desarrollar una iniciativa tan cara como esa.

Obviamente, no es posible autorizar viviendas bajo un tendido eléctrico de alta tensión por razones obvias de salud. La reforma del PGOU explicada ayer por el teniente de alcalde de Urbanismo, Luis Martín (PP), entiende que se deben trazar pasillos eléctricos para retirar las redes eléctricas de las viviendas. El ancho de los pasillos dependerá de diversos factores como la tensión de las líneas y de otras variables como el régimen de vientos y la temperatura. La normativa adelantada establecerá que el titular de la línea o la compañía eléctrica de la misma serán los responsables de llevar a cabo los informes técnicos sobre las condiciones de seguridad alrededor de las líneas de alta tensión. Serán también los responsables de establecer las servidumbres internas que se deban realizar. Por estos pasillos de seguridad será por donde discurran las nuevas líneas de alta tensión que se puedan trazar por zonas urbanizables o urbanas. Retirar la incompatibilidad tiene una doble vía: no sólo pueden seguir en su sitio las redes eléctricas existentes y, además, no habrá motivos para crearlas nuevas.

Desde Urbanismo, se asegura que serán eximidas del deber de soterrar las líneas de, al menos, 132 kv. La Gerencia reconoce en la justificación de la propuesta que, en realidad, no se trata de otra cuestión que no pase por la economía. "En la práctica, la subterranización de los tendidos aéreos de alta tensión plantea problemas relacionados con el principio de economía por los elevados costes monetarios que son un factor de inviabilidad de las actuaciones", dice el informe.