La Universidad Loyola continúa ampliando su oferta educativa en Córdoba, dando así forma a un proyecto de largo recorrido en la ciudad en la que tuvo su germen de la mano de la antigua ETEA. Camino de cumplir diez años de vida, la institución académica trabaja ya en su propuesta no solo para el próximo curso, sino a dos años vista, cuando comenzará a ofrecer en la ciudad el grado de Enfermería. Será en el ejercicio académico 2023/2024, aunque antes, en el que arrancará el próximo septiembre (2022-2023) ya lanzará los grados de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Análisis de Datos, que se podrá estudiar también de manera conjunta con Administración y Dirección de Empresas (ADE) Bilingüe.

La apuesta de la Universidad Loyola por traer a su campus de Córdoba el grado de Enfermería es el primer paso para la implantación definitiva del área de Ciencias de la Salud, actualmente integrado únicamente por Psicología y a la que en unos meses se sumará Actividad Física y del Deporte. Estas dos últimas forman parte del bloque de estudios no clínicos, cuya implantación es más sencilla. En el mismo se incluyen también Farmacia, Nutrición Humana y Dietética, y Biotecnología, que por el momento solo se impartirán en el campus de Dos Hermanas (Sevilla) ya desde el curso 2022/2023.

El bloque de grados clínicos, del que forma parte Enfermería y que se completará en el campus sevillano también con Medicina y Fisioterapia, tendrá que esperar para ponerse en marcha un año más, a verano de 2023. ¿Por qué? Hay un par de motivos principales. El primero concierne a la propia Universidad Loyola, que como es sabido comparte recursos entre sus distintos campus, y en la actualidad está pendiente de adecuar las instalaciones del de Dos Hermanas para la implantación de toda el área de Salud –la inversión estimada es de 30 millones de euros– ante la gran demanda que se espera.

El segundo condicionante pasa por los convenios necesarios con la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y con distintas entidades de la sanidad privada. Este último punto da forma a la filosofía que la institución académica maneja y que, según palabras de su rector, Gabriel María Pérez Alcalá, se asemeja al que desarrollan las universidades alemanas y que, por sus siglas en inglés, se conoce como FRS (formación, investigación y sociedad). Teniendo el primero asegurado con la oferta académica, los otros dos ejes darán un papel fundamental a esas entidades.

De momento, la Universidad Loyola ha cerrado ya acuerdos con firmas como Bidafarma para las especialidades no clínicas, y con la Orden de San Juan de Dios y Quirónsalud para las clínicas, ambas con centros ya implantados en Córdoba. Así, está previsto que la primera promoción de Enfermería pueda ya realizar sus primeras prácticas en ellos en el curso 2024/25, un año más tarde de que los primeros alumnos comiencen sus estudios.

La implementación de estos nuevos grados supondrá un incremento de la oferta de la universidad privada en Córdoba en 120 plazas, que estarán ya disponibles para el próximo curso para Análisis de Datos y Actividad Física y del Deporte, según se puede ver en su página web.

Ambos grados se ofertarán en las instalaciones que la institución académica tiene ya en el campus de la antigua ETEA, sin que requieran mayor inversión que la propia de la contratación de nuevos trabajadores. Sí habrá modificaciones para preparar la llegada de Enfermería, aunque estas labores aún se retrasarán unos meses. En concreto, está prevista la adecuación del Edificio 3 al completo, uno de los que se encuentra en la zona alta del campus, para remodelar las aulas y adaptarlas a los requerimientos de este nuevo grado.

“Dinamizar un sector y atender una demanda”

La principal apuesta de la Universidad Loyola llega con la implantación del área de Ciencias de la Salud, de la que por ahora llegará Enfermería a Córdoba, más allá de otros grados. El rector de la institución, Gabriel María Pérez Alcalá, es consciente de la repercusión que tendrá este proyecto: “Venimos a dinamizar un sector y atender una demanda”, algo que argumenta porque “la asistencia va a seguir creciendo en Europa por el envejecimiento de la población y por la renta”.

La falta de titulaciones es clave en su parecer y advierte que ese déficit provoca que “perdamos talento en Andalucía en estas áreas y se estén marchando a otras comunidades, como Madrid, donde acuden tanto a universidades públicas como privadas”. “Venimos a completar lo que hay y a aportar algo diferente”, resume, antes de poner como ejemplo el éxito de la institución desde su puesta en marcha con aquella primera promoción en septiembre de 2013: “En estos diez años hemos conseguido una universidad muy buena, la que mayor empleabilidad registra en grados y másteres”. Y por quieren seguir construyendo el camino hacia el futuro.