Córdoba

El 52% de los casos que atiende la Unidad Psicológica de la UCO son por estrés

  • El 17% de las actuaciones que se abordan se debe a problemas con los estudios por parte del alumnado y un 11% en el ámbito laboral

Alumnos en la Facultad de Ciencias de la Educación.

Alumnos en la Facultad de Ciencias de la Educación. / Juan Ayala

Ansiedad, estrés, duelo, inseguridades, miedos, preocupaciones o tristeza. Son síntomas que no derivan necesariamente en un trastorno mental, "pero generan malestar y sufrimiento".

Es lo que exponen desde la Unidad de Atención Psicológica de la Universidad de Córdoba (UCO), desde la que señalan que todos estos síntomas son "alteraciones emocionales", que representan el 52% de los casos que atienden.

Desde esta unidad, que dirige Francisco Alós, exponen también que en la mayoría de casos "los usuarios del servicio carecen de herramientas para enfrentar estas situaciones y desde el servicio se le facilitan algunas".

Pero, ¿qué servicios ofrece esta unidad, que se encuentra ubicada en la Facultad de Ciencias de la Educación y en la que trabajan cinco psicólogos? Pues estos van, según indican, desde promover el bienestar psicológico de la comunidad universitaria a ofrecer asistencia psicológica individualizada, no especializada y gratuita.

No obstante, la unidad también realiza una valoración psicológica y ofrece orientación y asesoramiento, tanto en los primeros momentos de la solicitud de la persona que llegue a ellos, como en el posterior abordaje terapéutico y, además, deriva a los usuarios, en caso de que fuera necesario, a centros especializados externos de la UCO.

La unidad realiza una valoración psicológica y ofrece orientación y asesoramiento

Por esta unidad pasaron, a lo largo del pasado curso académico, medio centenar de usuarios, de los que 44 fueron mujeres y seis hombres. El 84% de los mismos fueron estudiantes de la UCO, un 10% del colectivo de personal de administración y servicios, mientras que el 6% restante del profesorado.

Hasta ahora, la Unidad de Atención Psicológica "ha ofrecido atención psicológica a aquellas personas de la comunidad universitaria que lo han solicitado y se ha prestado de manera individualizada y adaptada a las demandas requeridas por los solicitantes", destacan.

En su último consejo de gobierno, la UCO sacó adelante un protocolo para la actuación de esta unidad en la resolución de problemas en la comunidad universitaria. Con este nuevo protocolo, la institución académica "ha pretendido sistematizar un procedimiento que presumiblemente podría ser una extraordinario herramienta para evitar, reducir y eliminar problemas de convivencia que afecten a algunos de sus miembros", indican.

La UCO cuenta con protocolo para la resolución de problemas en la comunidad universitaria

Con la aprobación de este programa, continúan, "la UCO dispone ya de un protocolo para abordar dichos problemas y se convierte así, en una universidad pionera, en el ámbito nacional, en el desarrollo de instrumentos y recursos para favorecer la resolución de conflictos en la convivencia universitaria".

En esta misma línea, señalan, que el servicio de actuación psicológica para la resolución de problemas de convivencia es "una herramienta que intentará ayudar a la resolución de problemas de convivencia universitaria, e implica la actuación personalizada de un psicólogo con la personas implicadas en un problema específico".

Los servicios, por tanto, "tienen como finalidad última ayudar a corregir conductas que presuntamente van en contra del reglamento de convivencia de la Universidad de Córdoba o alteran el desarrollo normal de la convivencia en la comunidad universitaria", apuntan.

El reglamento de convivencia de la UCO

Por cierto, que el reglamento de convivencia de la UCO incluye una serie de normas como que una vez que comienza una clase "y hasta su finalización, no se podrá entrar ni salir del aula o dependencia en la que se desarrolle, salvo autorización previa del profesorado o necesidad imperiosa o urgente".

Otra de esas normas, por ejemplo, hace referencia al uso de teléfonos o dispositivos electrónicos durante las clases. Así, este reglamento recoge que en las aulas de la UCO los móviles "silenciarse" y advierte también de que su uso "no está permitido para realizar llamadas ni para el uso de servicios de mensajería". Además, expone que "no se permitirá hacer fotográficas ni grabaciones de audio o vídeo, salvo consentimiento del profesorado".

Alumnos de la Facultad de Ciencia del Trabajo Alumnos de la Facultad de Ciencia del Trabajo

Alumnos de la Facultad de Ciencia del Trabajo / Juan Ayala

A todas estas se suman normas referente a la convivencia en zonas comunes, dependencias administrativas y también en las bibliotecas de la institución académica. Pero también referentes, por ejemplo, a los exámenes.

En este caso, recuerda que en la elaboración de trabajos, resolución de casos prácticos o cualquier otra actividad objeto de evaluación "está prohibido el plagio, en todo o en parte, de obras intelectuales de cualquier tipo".

En la UCO está prohibido el plagio, en todo o en parte, de obras intelectuales de cualquier tipo

Además, para mantener la convivencia dentro del aula, por ejemplo, "el profesorado podrá requerir para que salgan aquellas personas que nieguen a identificarse o, identificándose, no estén matriculadas en la asignatura" y, también expone que el docente podrá "realizar cuántas inspecciones oculares –en ningún caso incluirán contacto físico– resulten necesarias durante un examen".

Es más, si encuentran algún dispositivo de fraude, el profesor puede "poner fin a la participación del alumnado y disponer su inmediato abandono del aula".

Con ello, la Unidad de Atención Psicológica de la Universidad de Córdoba es un servicio que puede utilizar cualquier persona que forme parte de la comunidad universitaria, es decir, por todos los estudiantes, el profesorado y el personal de administración y servicios.

Sin embargo, el citado protocolo solo puede ser solicitado para su puesta en marcha por los órganos de gobierno unipersonales, es decir, el rector, José Carlos Gómez Villamandos, la defensora universitaria, Carmen Mingorance, y los decanos de centros, entre otros.

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