Unicaja y Cajasol anuncian el estudio de una posible fusión

No hubo acuerdo para una oferta conjunta por Cajasur y el fracaso se palía con el inicio de estudios para analizar una futura integración · El PP considera absurda y surrealista la salida que se ha buscado

El presidente José Antonio Griñán con Braulio Medel y Antonio Pulido, durante una reunión celebrada en Sevilla.
El presidente José Antonio Griñán con Braulio Medel y Antonio Pulido, durante una reunión celebrada en Sevilla.
Ignacio Martínez

08 de julio 2010 - 01:00

Voluntad infinita y acuerdo cero. No fue posible una propuesta común de Unicaja y Cajasol para que las dos principales entidades financieras andaluzas pujaran en la subasta de Cajasur. Cada una irá por su cuenta. Eso sí, utilizan un eufemismo: en las dos ofertas individuales dirigidas al FROB se añade como coletilla que están abiertas a la incorporación de otra entidad. Una fórmula de difícil comprensión, que no fue entendida por algunos miembros de ambos consejos.

La falta de sintonía entre sus presidentes, los recelos de las cúpulas de las instituciones y problemas técnicos reales para casar metodologías distintas han hecho naufragar la primera prueba para una integración futura de estas dos cajas de ahorro. Para paliar el fracaso de este ensayo, ayer se fraguó un complicado compromiso por el que los presidentes de ambas entidades comunicaron a sus consejos de administración que habían iniciado estudios para analizar la viabilidad de una posible fusión. Este anuncio se comunicará al Banco de España y se espera que refuerce las ofertas individuales por Cajasur.

La presión del Gobierno andaluz ha sido máxima. Tanto, que para compensar al presidente Griñán por este fiasco, en los consejos de ambas entidades se escenificó ayer tarde un espíritu de amistad y buena vecindad: las dos cajas dan a entender que están dispuestas a repartir con la otra la propiedad de Cajasur, si consiguen la adjudicación la semana que viene. Y se añade como ingrediente definitivo que están decididas a compartir más cosas en el futuro, incluso hasta llegar a una fusión. Una patada a seguir.

Esta declaración de intenciones, con una buena voluntad infinita sobre el papel, que no se compadece con la escasa pasión mostrada en la última semana para la compra conjunta de Cajasur. De camino, la apuesta por un futuro matrimonio deja en evidencia el desmentido categórico que Cajasol hizo la semana pasada, negando que su consejo pudiese llegar a semejante grado de compromiso en la reunión de ayer.

Se ha improvisado mucho en las últimas dos semanas. Y la crisis no se manifiesta sólo en el plano financiero. También en el político. El Partido Popular consideraba a mediodía de ayer que había un abismo entre lo hablado entre Arenas y Griñán el pasado martes y lo realizado. Un portavoz del PP calificó de absurda y subrealista la incapacidad para presentar una oferta conjunta por Cajasur y la manera de producirse. Por ejemplo, los populares se quejaban de que Griñán anunció a Arenas que el interlocutor con su partido sería el consejero Ávila ,"que ha estado desaparecido como el humo durante toda la semana". Aunque en la tarde de ayer Antonio Sanz recuperó la conexión informativa a través de Rafael Velasco y del propio Ávila, para consensuar mínimamente una salida airosa.

José Antonio Griñán se ha implicado personalmente en la búsqueda de un acuerdo sobre Cajasur, que finalmente no se produjo. Tanto Braulio Medel como Antonio Pulido se han entrevistado personalmente con el presidente el martes. Por separado. Y en la mañana de ayer hubo una reunión en la Consejería de Economía, en la que el consejero Ávila y la titular de Presidencia, Mar Moreno, recibieron las explicaciones de los equipos técnicos negociadores. La delegación de Cajasol estuvo encabezada por Antonio Pulido; la de Unicaja, por Manuel Azuaga, su director general. No asistió Braulio Medel, que estuvo todo el día en su despacho de la sede central de su entidad, en la avenida de Andalucía en Málaga.

Pulido también formó parte de la delegación de su caja en la reunión que hubo en Córdoba en la tarde noche del pasado martes. Allí se intentó consensuar in extremis una oferta conjunta por la caja cordobesa. El presidente de la caja sevillana ha querido mostrar en la recta final su mejor disposición. Unicaja se ha comportado como si su oferta en solitario fuese siempre mejor opción de triunfo en la subasta que una en comandita con Cajasol.

Varios de los planes para ayer de los presidentes de las cajas quedaron solapados por las idas y venidas de un posible acuerdo, y la redacción de la declaración de intenciones. Por ejemplo, a la comida que algunos miembros del consejo de la CECA tenían en Madrid con el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, no asistieron ni Medel ni Pulido. Y tras confirmarse la ruptura de la negociación para la compra conjunta de la caja cordobesa, Cajasol adelantó sobre la marcha la hora de su consejo a las seis de la tarde, mientras Unicaja lo mantuvo a las ocho.

Hasta última hora las declaraciones políticas jugaron con la posibilidad de un acuerdo. Rafael Velasco, número dos del PSOE andaluz, se mostró convencido a mediodía de que los presidentes y consejos de administración de ambas entidades iban a cumplir lo que la sociedad les había pedido a través de los partidos y de los sindicatos. Y el número dos del PP, Antonio Sanz, también reiteró que su partido ha apoyado desde el primero momento los esfuerzos que se han hecho desde Unicaja y Cajasol para presentar una puja conjunta sobre Cajasur. Pero insistió en que respetaba la decisión de los órganos de gobierno de las cajas, como respetará la decisión del Banco de España cuando adjudique la caja cordobesa.

La frenética jornada se adornó con el partido Alemania-España. Las cajas se sumaron a las ilusiones colectivas; máximas aspiraciones, aunque pocos acuerdos, al menos en este caso.

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