Unicaja y Cajasol no se ponen de acuerdo para la compra de Cajasur

Arenas dice que no se avanza, Ávila cree que están trabajando y los sindicatos piden a los presidentes que dejen de marear la perdiz

El consejero Antonio Ávila, en un acto de Agricultura.
El consejero Antonio Ávila, en un acto de Agricultura.
Ignacio Martínez

06 de julio 2010 - 01:00

El primer pilar del complicado edificio de la gran caja se tambalea. Seis días después del lacónico comunicado conjunto de cuatro líneas, en el que Unicaja y Cajasol informaban de que estudiarían una oferta conjunta por Cajasur, en la mañana de ayer no se había hecho ningún trabajo conjunto. Ninguno.

Desde Cajasol se habla de poca receptividad de su eventual socio. En el otro lado nada se dice oficialmente. Pero desde los partidos y los sindicatos, que componen la plana mayor de las asambleas y los consejos de las cajas, se contempla esta inacción con cierta irritación. El presidente del PP-A, Javier Arenas, tras reunirse ayer con los secretarios regionales de UGT y Comisiones Obreras, dijo abiertamente que no se ha avanzado.

Arenas pidió que hablen entre sí. No se refería sólo a la proposición al FROB para la compra de Cajasur, sino al proceso de fusión, sobre el que en su opinión se deberían pronunciar los consejos de acuerdo con su viabilidad económica y financiera, después de estudiar su impacto laboral y tras el preceptivo acuerdo del Banco de España. El PP no se mueve de su posición a favor de entidades financieras fuertes en Andalucía. Aunque en su seno se ha producido el primer conato de tensión territorial sobre la sede de la futura gran caja, en el caso de que el bloqueo actual se desatasque. El primero en marcar su terreno fue el alcalde de Málaga. De la Torre dijo que sólo apoyará una fusión si la sede de está en Málaga.

Le replicó el candidato popular a la Alcaldía de Sevilla, con el mismo argumento exactamente. Zoido también dijo que sólo apoyará la eventual fusión de Unicaja y Cajasol si la sede está en Sevilla. Esta lección de falta de coherencia interna la saldó ayer con cierto apuro Arenas, con el eufemismo de que ambos defienden los intereses de Málaga y Sevilla a tope. Para añadir a continuación que éste no es el momento de hablar de la sede.

A pesar del intento de clarificar la situación por parte de Arenas, ante la ausencia total de explicaciones solventes de la Junta o del PSOE, ayer fueron los secretarios regionales de UGT y CCOO los que retrataron con toda su crudeza el parón que se ha producido. Manuel Pastrana pidió el máximo esfuerzo a ambas cajas, porque los andaluces no entenderían que no se hiciera la oferta conjunta. El secretario de UGT sostuvo que sería inadmisible que no se superaran las dificultades que pueda haber entre Unicaja y Cajasol.

Tampoco estaba hablando sólo de la oferta de compra por Cajasur. Pastrana es firme partidario de una fusión completa entre estas dos entidades y no le complacería que la integración se haga a través de un SIP: no se puede demonizar -dijo- a Caja Granada por la bancarización de la caja y hacer lo mismo.

Más contundente fue Francisco Carbonero. El dirigente de CCOO señaló con el dedo a los presidentes como responsables del atasco. Les pidió que dejen de marear la perdiz. Les exigió que hablen y digan cuál es su proyecto. Les advirtió que lo importante es la fusión y no quién presida la entidad resultante. Y no sólo mandó recados a Medel y Pulido. También lo hizo en dirección al PSOE. Carbonero recordó que quienes tienen que cuidar el interés general en los consejos de las cajas tienen nombres y mayoritariamente están designados por los socialistas.

Las dirección del PSOE cuenta con una oferta conjunta en los consejos de administración de las dos entidades, convocados para el miércoles a las 20:00. Sin mucho tiempo para discutir, porque 30 minutos después empieza la semifinal España-Alemania en el Mundial. Para que esa oferta pueda producirse los dos interlocutores de ambas entidades, Lázaro Cepas por Cajasol y Juan José Navarro por Unicaja deben darse prisa, porque el viernes se fueron de fin de semana sin haber cambiado ningún papel. Las razones por las que no ha prosperado el entendimiento entre las dos cajas en seis largos días desde el comunicado del martes no se conocen oficialmente, pero espectadores de primera fila dan algunas pistas. Uno sostiene que "la sintonía entre Medel y Pulido es de uno o dos, sobre cien" . Los sindicalistas han subrayado con nitidez las cuestiones personales, el futuro inmediato de los presidentes, como otro inconveniente antes de dar pasos hacia la compra conjunta de Cajasur, una SIP o una fusión. En el fondo aguardan más riesgos, como la disputa de la sede. Pero mucho antes de todo eso, la primera piedra del edificio se tambalea.

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