La UCO, excelencia en docencia e investigación

Desde su nacimiento, en 1972, la Universidad de Córdoba ha apostado por la investigación, la ciencia y la innovación como pilares fundamentales de su quehacer diario. El ceiA3, el Instituto Maimónides y Ranabales 21 hacen de la UCO uno de los principales núcleos de investigación del país.

La UCO, excelencia en docencia e investigación
La UCO, excelencia en docencia e investigación
G. A.

22 de abril 2013 - 10:42

La Universidad de Córdoba recoge una ingente herencia histórica y cultural de siglos, a la vez que una pasión por el conocimiento, el respeto y la armonía entre civilizaciones, que hacen de la ciudad que la alberga un paradigma para toda la Humanidad. Este equilibrio y armonía se ponen de relieve en las tres áreas en las que se estructura la actividad de la Institución: la Agroalimentaria, Científica y Técnica; la de Humanidades y Ciencias Jurídicas y Sociales; y la de Ciencias de la Salud; cada una de ellas con sus características propias. También se pone de manifiesto este equilibro en la calidad de su docencia e investigación, situando a nuestra universidad entre las primeras de España. La UCO es uno de los principales núcleos de investigación del país, hecho que aún se acrecentará con el ceiA3 (Campus de Excelencia Internacional en Agroalimentación), con la puesta en marcha del Parque Científico-Tecnológico Rabanales 21 y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica. La UCO es un referente internacional en el ámbito agroalimentario, una de sus principales vocaciones, sin olvidar la relevancia de las Humanidades, en una ciudad mundialmente conocida por su patrimonio artístico y monumental. Como universidad joven y dinámica, dedicada a la investigación, y en constante evolución, la UCO presta especial atención a su entorno y a los problemas de su tiempo. Como institución pública, mantiene importantes nexos de unión con la sociedad a la que sirve, pero es también solidaria con los problemas de otros pueblos y países. La institución mantiene un vínculo constante con el sector empresarial, a la vez que estructura con visión emprendedora muchas de sus actividades. Pero ante todo, la UCO es una institución comprometida no sólo con formar nuevos profesionales, sino con ofrecer el apoyo y el estímulo necesarios para que sus alumnos crezcan como personas y como ciudadanos.

Desde su creación en 1972, la UCO ha apostado por la investigación y la innovación como pilares fundamentales de su quehacer universitario. La actividad científica de la UCO la sitúa en los primeros puestos de todos los rankings entre universidades españolas, con independencia de los parámetros utilizados. Sobresale en áreas como la agroalimentación, la biomedicina, biología, tecnologías de la información, pero también en las humanidades o las ciencias sociales y jurídicas.

En diciembre de 2012, un total de 2.161 personas se dedican a labores científicas en el seno de la Universidad de Córdoba. De ellos casi el 70% son investigadores, el resto lo componen técnicos y auxiliares. En los inicios estos datos eran inimaginables. Los recursos eran más que limitados y la labor investigadora requería grandes dosis de inquietud y voluntad para poder llevarla a cabo con escasos medios. En su evolución creciente la UCO ha generado aproximadamente 10.000 publicaciones recogidas en el WOK que han recibido 165.000 citas.

En 1999, la Universidad de Córdoba pone en marcha el Servicio Central de Apoyo a la Investigación (SCAI), diseñado para facilitar a los investigadores los equipamientos necesarios para realizar su labor científica y hacerlo de manera unificada. Sus instalaciones se ubican en el edificio Ramón y Cajal del Campus de Rabanales, donde se integran materiales, instrumental y personal técnico necesarios para mejorar la competitividad de los científicos y las empresas. En la actualidad ofrece servicios de análisis, microscopía, biología molecular, imagen científica, entre otros. Desde su nacimiento, su finalidad ha sido la de contribuir al desarrollo de la producción científica, tanto dentro de la Universidad como en el entorno, poniendo a disposición de sus usuarios instrumental y herramientas de alta gama, rondando el valor total de sus infraestructuras a 8 millones de euros. El SCAI de la UCO cuenta con una equipación de última generación que hace que sus servicios sean demandados incluso por investigadores de otras zonas. Es también un indicador positivo en la valoración de la excelencia de estudios que se ofertan en la Universidad de Córdoba por las posibilidades que ofrecen sus infraestructuras. Además de los recursos del SCAI la UCO dispone de invernaderos, estación meteorológica propia y de una unidad central de animales de experimentación que cumple toda la normativa nacional y europea y permite trabajar con animales modificados genéticamente. Todo ello bajo el control y supervisión de un Comité de Bioética.

Transferencia

Fiel a su compromiso de potenciar la innovación, la investigación y el desarrollo como instrumento de desarrollo social y económico de su entorno, la UCO no ha hecho sino incrementar su apuesta por iniciativas que contribuyan a la creación de nuevos marcos de orden productivo. La Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación (OTRI), creada en 1992, se encarga del fomento de la relación con el tejido productivo, el incentivo a la participación en proyectos internacionales, el asesoramiento para la protección intelectual , el apoyo a la generación de Empresas de Base Tecnológica (EBT) y la difusión de las capacidades de los investigadores.

El traslado de los resultados investigadores al tejido social y económico de la provincia ha sido desde siempre una de las prioridades de la Universidad de Córdoba. La evolución de los datos entre los primeros y los últimos años ponen de manifiesto la progresión ascendente de la UCO en esta materia. Si en 1992 se registraron 41 acuerdos que representaban un importe global de 94 millones de pesetas, la cifra alcanzada por la firma de convenios ascendía el pasado año a más de ocho millones de euros. La finalidad de estos acuerdos abarca desde la realización de investigaciones concretas, hasta el asesoramiento científico-técnico, pasando por la organización de cursos formativos, entre otras.

Paralelamente, la UCO ha sido pionera en el impulso de la creación de empresas de base tecnológica. Desde la creación, en 1995, de Biovet UCO, su número se eleva ya a 24. Cada año se incorporan entre dos y cuatro sociedades de este tipo que desde 2008 cuentan con una normativa propia que las regula y con el compromiso de la Universidad de Córdoba en su promoción desde el convencimiento de que estas empresas deben constituir una herramienta fundamental para la transferencia del conocimiento, y como elemento impulsor del tejido tecnológico y de la creación de empleo de alta cualificación, aportando un alto valor añadido al entorno industrial.

La internacionalización es otro de los ejes estratégicos de la Universidad. Desde 1991, fecha en que se registró el primer expediente de un proyecto de investigación en un Programa Marco la Universidad ha obtenido el apoyo para 117 propuestas de este tipo. La cifra se eleva a 36 si nos centramos en programas internacionales.

Esta simbiosis entre producción y aplicación del conocimiento se plasma también en la creación del Parque Científico-Tecnológico Rabanales 21, anexo al Campus de Rabanales, y constituido formalmente el 4 de junio de 2001 con el impulso inicial de la UCO y la Junta de Andalucía, a quienes se sumaron diversas entidades públicas y privadas. Cinco años después se colocaba la primera piedra y en el primer semestre de 2011 comenzaba a funcionar. En la actualidad los tres edificios que ya tiene construidos -Centauro, Aldebarán y Orión- presentan una ocupación prácticamente completa y Rabanales 21 evidencia el empeño de la Universidad de Córdoba en poner la investigación al servicio de la sociedad, generar conocimiento aplicado al tejido de productivo. La apuesta de la UCO por la I+D es una realidad indiscutible.

ceiA3 E IMIBIC

A todo ello hay que añadir la puesta en marcha de sus dos proyectos estrella. De un lado el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), fruto de la histórica cooperación de grupos de la Universidad de Córdoba (UCO) y el Hospital Reina Sofía, y que pese a sus escasos cinco años de vida, está considerado uno de los mejores centros de investigación biosanitaria de España. Desde su creación, el instituto que estrenará sede a finales de este año, persigue el objetivo de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Para ello agrupa la labor de 32 equipos de investigación que desarrollan 15 líneas de trabajo que engloban multiples patologías. En todas estas líneas en este tiempo se han obtenido importantes resultados que ponen de manifiesto la consolidación del centro. En 2011 el IMIBIC obtuvo la acreditación del Instituto de Salud Carlos III como centro de investigación sanitaria. Se unía así al Instituto de Investigación Biomédica de Sevilla como los dos únicos centros andaluces con esta acreditación. El Campus de Excelencia Internacional en Agroalimentación (ceiA3), por su parte, es un proyecto pionero coordinado por la UCO en el que se integran las universidades de Almería, Cádiz, Huelva y Jáen, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía, que aspira a convertirse en líder español y referente internacional en investigación, transferencia y formación en un sector estratégico para Andalucía como es la agroalimentación.

El ceiA3 nació con el fin de convertirse en un referente en el campo agroalimentario tanto desde el punto de vista académico como investigador y con la mirada puesta en el mundo empresarial . En sus cuatro años de vida integra a más de 4.000 científicos y 264 grupos de investigación. El resultado 2.973 artículos publicados en revistas de primer nivel con trabajos sobre biodiversidad, calidad alimentaria, nutrición o tecnología de los alimentos. Los equipos del ceiA3 cuentan con 173 patentes licitadas y 30 empresas de base tecnológica desde 2009. El campus de excelencia mira hacia la empresa y esto se concreta en un balance próximo a los 39 millones de euros comprometidos en contratos de investigación. El campus aporta competitividad a las industrias agroalimentarias andaluzas a través del desarrollo de proyectos en los que traslada el conocimiento que genera. El ceiA3 persigue también la excelencia en la formación. Prueba de ello es la creación en 2012 de la Escuela Internacional de Doctorado, eidA3, que oferta 31 programas con el objetivo de internacionalizar estos estudios a través de la movilidad de los investigadores y de una producción de alto nivel. La finalidad es la modernización del sector agroalimentario. En la actualidad, los alumnos del campus pueden acceder a 82 titulaciones conjuntas y cursar un total de 255 asignaturas de grado y máster. Gracias al trabajo de centros como el IMIBIC; el Hospital Clínico Veterinario Francisco Santisteban; el Centro Experimental Andaluz de Sanidad Animal y el Instituto Universitario de Química Fina y Nanoquímica, la UCO es sinónimo de eficiencia y excelencia.

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