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  • Egresados de la Universidad de Córdoba cuentan su experiencia tras participar en programas de emprendimiento de la institución y haber convertido su idea de negocio en su trabajo

La UCO, cuna de emprendedores

Alumnos de la UCO en el Campus de Rabanales. Alumnos de la UCO en el Campus de Rabanales.

Alumnos de la UCO en el Campus de Rabanales. / Juan Ayala

Escrito por

· Lourdes Chaparro

Redactora

Se formaron en la Universidad de Córdoba (UCO) en distintas áreas de conocimiento y su espíritu emprendedor emergió entre clase y clase y gracias a los programas que la institución académica ha puesto en marcha en los últimos años. Tras su paso por la UCO, cuatro de estos jóvenes han explicado a el Día qué les motivó a poner en marcha su proyecto inicial y cuál ha sido su evolución desde entonces.

En la actualidad, la Universidad tiene en marcha el programa EmprendeUCO, que ofrece un itinerario formativo con el objetivo de mejorar las capacidades de emprendimiento del alumnado, además de un seguimiento de mentorización durante cinco meses en el lanzamiento de cada idea de negocio.

Esta iniciativa de la institución académica que cuenta con la financiación de la Diputación de Córdoba y la gestión de Fundecor, cumple siete ediciones este año y ya ha presentado sus 20 proyectos finalistas como un ejemplo de las posibilidades de desarrollo de la provincia.

Los proyectos de esta edición presentan una amplia variedad, en la que se conjugan sectores tradicionales como el agroalimentario con ideas de implantación de las nuevas tecnologías para potenciar actividades tradicionales como el comercio o los servicios jurídicos.

Sabbiafilms

Conxi A. Tavira, Gabriel Carrasco y José Zamorano. Conxi A. Tavira, Gabriel Carrasco y José Zamorano.

Conxi A. Tavira, Gabriel Carrasco y José Zamorano. / El Día

Conxi A. Tavira es licenciada en Historia del Arte y Máster en Cinematografía (UCO) y, junto a Gabriel Carrasco, que también realizó la licenciatura en Historial del Arte en Córdoba, fundaron en 2010 Sabbiafilms, una productora desde la que desarrollan proyectos audiovisuales, que van desde publicidad para empresas a proyectos de ficción cinematográficos. Tavira explica que presentó la idea al proyecto de la UCO “para hacer cine y crear cultura audiovisual desde y para la capital cordobesa”.

Ambos tienen una respuesta sobre si eso de emprender es difícil y coinciden en que depende del sector. Por ejemplo, Tavira, que es directora de fotografía y productora, explica que “Córdoba es pionera y referente en algunos sectores como pudiera ser el agroalimentario y el sanitario, en otros, en cambio, aún queda mucho terreno por conquistar”. “Nuestro ámbito es un campo muy castigado socialmente, ya que la cultura no se suele considerar un sector que pueda generar riqueza y en cambio, sería un buen filón no sólo para crear industria sino también, para beneficiar a empresarios y empresarias que, apoyando este sector, pueden incluso desgravarse impuestos”, subraya.

“Si partimos de la idea de que el simple hecho de emprender ya es tener valor hoy día, porque no es fácil por más que las instituciones nos lo vendan como la panacea a la problemática del empleo actual y, si a e ello le sumas hacerlo en Córdoba donde no está muy desarrollado el sector audiovisual, es una locura emprender”, argumenta Carrasco. No obstante, considera que “este aspecto está cambiando en los últimos tiempos para bien, por suerte para todos los sectores; no olvidemos que el cine afecta positivamente a todo el territorio”.

La cofundadora de SabbiaFilms, además, sostiene que “hay cuestiones, como la cuota de autónomo establecida en España, que supone un gran lastre para aquellas personas que deciden emprender”. Por ello, cree necesario “una revisión urgente ya que, si bien es cierto que existe una bonificación durante los primeros meses, al superar este tramo, la cuota pasa a ser fija, factures muchísimo o nada”.

También alude a Córdoba y defiende que “dadas las características propias de la ciudad, puede quedarse muy pequeña para ciertos contextos y por otro lado, esta misma característica puede beneficiar en otros aspectos. Como todo, creo que depende del prisma con el que se mire. Este tipo de proyectos y programas, por ejemplo, son un buen ejemplo de apoyo y fomento de la cultura empresarial, esperemos, por tanto, que siga teniendo amplio recorrido”.

Mesas para juegos

Soledad Montilla. Soledad Montilla.

Soledad Montilla.

Ingeniera de Montes por la Universidad de Córdoba, la lucentina Soledad Montilla presentó al proyecto la empresa Mesas para Juegos, desde la que “fabricamos mesas diseñadas para jugar a juegos de mesa de forma artesanal y con madera maciza de primera calidad”. La joven reconoce que influyó mucho en la creación de la empresa la profesión de mi padre, él es carpintero y tiene un pequeño taller, algo que facilitó mucho los primeros pasos, que siempre son difíciles”.

Montilla no tuvo dudas en presentar su proyecto porque, según confiesa, “siempre me ha gustado el mundo del emprendimiento, y antes de conocer el programa ya teníamos un proyecto emprendedor familiar. Cuando lo conocí pensé que era la oportunidad perfecta para conseguir que esa idea que estaba empezando se consolidase mucho más”.

También ella, como el resto de participantes en este tipo de iniciativa, eso de ser emprendedor es “una decisión difícil”. “Lo más complicado es la inversión inicial, realmente comienzas trabajando sin poder cobrar tu propio sueldo. También la incertidumbre, tienes que trabajar mucho y confiar mucho en ti mismo para saber que si llega un problema o la cosa se tuerce vas a saber cómo resolverlo”, subraya.

Montilla, además, reconoce que uno de los problemas a los que se enfrentan los jóvenes a la hora de emprender es que a pesar de existen muchas ayudas “no sabemos cómo dar con ellas”.

Gas Biker y Xtreme Challenge

Andrés Muñoz, fundador de Gas Biker. Andrés Muñoz, fundador de Gas Biker.

Andrés Muñoz, fundador de Gas Biker. / Juan Ayala

Andrés Muñoz es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba y máster en la Escuela de Prácticas Jurídicas de Abogacía. También él decidió adentrarse en el mundo empresarial con una idea inicial. Cuenta que decidió participar en el proyecto de emprendimiento de la UCO porque “era la opción más fácil y accesible que como emprendedor encontré”. “Con un departamento especializado que en momentos muy prematuros de la idea inicial del negocio, dan la orientación necesaria para que el alumno/emprendedor sienta la confianza suficiente para poder iniciar un proyecto y crear consigo una pyme o gran empresa”, argumenta.

En su edición, planteó Gas Biker, y finalmente acabó creando dos empresas, la ya citada en 2015, que es una aplicación móvil con la que mejoran la seguridad de su comunidad de motoristas a nivel mundial. Para ello, detalla, han desarrollado un sistema, ECTS, “capaz de detectar el accidente del usuario en tiempo real, y emitir las alertas necesarias para que se le preste ayuda al usuario”. “Hemos sido la primera aplicación móvil en salvar la vida de una persona de forma autónoma”, destaca el joven.

Por otro lado, también puso en marcha Xtreme Challenge, grandes eventos mototurísticos, que realizan por toda la geografía española, y Marruecos.

Gas Biker nació hace ahora seis años después de que Andrés sufriera un grave accidente de moto. Entonces, asegura, “el ecosistema emprendedor en esos momentos en Córdoba era mucho más reducido y limitado, y no se tenía, ni por parte de las instituciones, ni por parte de los mismos entes privados, esa inversión en conocimiento y expansión de lo que hoy en día conocemos como startups”. Sin embargo, esa situación ha cambiado y, según expone, a lo largo de los últimos años “he visto una implicación de la Universidad, y con ello la creación de un ecosistema, que a día de hoy dista muchísimo de lo que había hace unos años”.

“Es muy importante poner en valor esa inversión y ese esfuerzo que desde la Universidad de Córdoba se ha hecho para con los emprendedores. Gracias a ello, hemos podido ver muchos compañeros que con una sola idea han acabado creando su forma de vida, como es mi caso”, anota.

También alude a situación de Córdoba y afirma que aquí “se estila una inversión en proyectos no tan tecnológicos, salvando algunos casos muy concretos que ponen al ecosistema startup de Córdoba en un gran nivel”. Por ello, considera que “aún tenemos que concienciar mucho más a los inversores de que el futuro sigue estando en el negocio tradicional, aunque la disrupción de las nuevas tecnologías también debe de estar dentro de su foco de inversión”. También reclama que se confíe más en el emprendedor,  “en su idea y en su capacidad de sacarla adelante”.

Studio 128k

Cristóbal Cano, fundador de Studio128k. Cristóbal Cano, fundador de Studio128k.

Cristóbal Cano, fundador de Studio128k. / Juan Ayala

Cristóbal Cano es Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas, titulación que estudió en la UCO. El joven cuenta que se lanzó al mundo emprendedor porque ya “estábamos arrancando con nuestras ideas de proyectos y vimos una oportunidad de aprender para avanzar”. “El programa Explorer -que ya ha desaparecido- de la Universidad de Córdoba era el más completo y nos permitió crecer personal y profesionalmente. Además, puso a nuestro alcance los conocimientos y herramientas necesarias para el arranque de un proyecto empresarial”, rememora.

En su caso el equipo de Studio128k presentó dos proyectos, Tratto, una app móvil que buscaba poner en contacto a viajeros (de avión o tren principalmente) para compartir gastos de viaje y experiencias, y Logitendu, un sistema integral de gestión logística para todo tipo de empresas que permite optimizar todos los procesos logísticos, reduciendo costes, aportando información de valor y digitalizando la documentación.

Finalmente la empresa constituida es Studio128k, “donde desarrollamos software para terceros pero mantenemos productos propios, como el propio Logitendu, sistema de registro horario laboral, sistemas de reservas de espacios deportivos o Bepro Esports, que también pasó por los programas de emprendimiento de la UCO, detalla.

Cano mantiene que eso de emprender en Córdoba no es que sea algo más difícil que en otro territorio y mantiene que “en general, todo es sacrificado, como todo, tampoco me parece fácil aprobar una oposición o ascender en tu trabajo”. “El hecho de estar en Córdoba, en un mercado y una economía tan global no es lo que lo convierte en más o menos difícil”, defiende.  

Eso si, reconoce que “el aspecto más difícil, sin duda, empezar desde cero.  Dejamos un trabajo estable para trabajar por nuestro proyecto y eso implica muchas horas, poco o ningún ingreso, y mucho aprendizaje.  Con perspectiva, aquello que podía parecernos un drama en aquel momento, ahora asusta menos”, recuerda.

El joven tiene un pensamiento claro y asegura sin rodeos que “en España cometemos el error de confundir a emprendedores con empresarios”. A su juicio, “ser emprendedor es una actitud y pagar una cuota de autónomo no te convierte en ello al igual que puedes ser muy emprendedor en un trabajo por cuenta ajena o en tu club de atletismo, pero cuando constituyes tu empresa, pagas impuestos, generas empleo... eres empresario y parece que eso suena mal.  Este, en mi opinión, es una de las causas por las que no es considerado una primera opción por la mayoría de los jóvenes en España”. 

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