Turismo religioso, un filón por explotar

Las administraciones apuestan por fomentar las visitas basadas en la fe que son un gran reclamo y contribuyen y a mejorar la estancia media y el flujo de turistas.

Turistas en la Sinagoga de Córdoba, uno de los monumentos más visitados.
Turistas en la Sinagoga de Córdoba, uno de los monumentos más visitados.
Anabel Calero

16 de noviembre 2014 - 01:00

Todo un mundo por explorar. El turismo religioso, el que tiene una motivación basada en la fe, es uno de los más importantes del mundo. Al año son alrededor de 300 millones de viajeros los que se desplazan a alguno de los lugares santos que hay en el mundo, según las estimaciones de la Organización Mundial del Turismo. El impacto económico que genera ronda los 13.000 millones de euros. Córdoba es una ciudad que tiene un enorme potencial para atraer a este tipo de turistas y precisamente este uno de los mercados que se ha propuesto abrir el Ayuntamiento para atraer a un mayor número de visitantes. No hay que olvidar que el turismo religioso es uno de los ejes del Plan Turístico de Grandes Ciudades que se firmó hace unos meses con la Junta de Andalucía y que pretende poner el foco en la fe como reclamo. Cuando se habla de turismo religioso en Córdoba, al igual que ocurre en otros puntos de Andalucía, se incluye a todos aquellos movimientos turísticos que están relacionados de forma directa o indirecta con la religión, ya sea una visita cultural a una catedral, un acontecimiento religioso o simplemente el ambiente que todo ello conjuntado genera. Una de las grandes potencialidades de este tipo de turismo es que no es estacional, algo fundamental para Córdoba, que sigue fiando su desarrollo turístico al mes de Mayo y celebraciones puntuales. Además, está menos expuesto a los influjos de la economía y atrae a todo tipo de público.

Córdoba tiene un gran legado de varias religiones -cristiana, musulmana y judía- y el objetivo que se plantea ahora es poner en valor ese patrimonio. Según los expertos, los turistas musulmanes que viajan a España lo hacen fundamentalmente atraídos por el legado andalusí de ciudades como Sevilla, Córdoba y Granada. No es de extrañar, por tanto, que la Mezquita-Catedral sea el monumento más visitado la ciudad, no solo por su espectacularidad arquitectónica, sino porque se trata de un símbolo para los que profesan la fe del Corán. El interés de España como destino turístico para el público musulmán se hizo patente con la elección de Granada como sede del I Congreso Internacional de Turismo Halal, celebrado el pasado mes de septiembre, en el que los participantes defendieron la aportación económica al sector de este segmento en alza, dado el "elevado poder adquisitivo" de estos turistas. Al Ayuntamiento de Córdoba tampoco se le ha escapado este nicho de mercado y ha orientado su trabajo a través de la Fundación Agrópolis y el Instituto Halal. En España todavía no se está aprovechando a fondo todas sus posibilidades para convertirse en uno de los referentes mundiales del turismo halal, una actividad que en 2013 facturó más de 112.900 millones de euros, lo que representa alrededor del 13% de los gastos globales de viajes. Por parte del Ayuntamiento existe un plan de promoción del turismo halal para convertir a Córdoba en una ciudad Muslim Friendly.

La Mezquita es el gran foco de atracción, pero hay que mirar a otras joyas patrimoniales como es la sinagoga, que este año celebra su 700 aniversario y que se ha sometido a una profunda restauración. Este templo es el segundo punto más visitado en la ciudad tras la Mezquita-Catedral y, además, se encuentra en plena Judería cordobesa. Los turistas judíos se desviven por descubrir su legado patrimonial, les gusta ir de compras y comer bien, tienen un alto poder adquisitivo y no dudan en incluir en sus rutas las ciudades con Judería, como es el caso de Córdoba.

Tanto los empresarios del sector como administraciones han dejado claro que los actos religiosos se cuentan entre los principales motivos que incitan al turista a visitar Andalucía, aunque no son los únicos atractivos ni los motivos exclusivos. Precisamente uno de sus valores añadidos es que, "a las celebraciones puntuales se les suma el interés por el Patrimonio histórico, artístico y cultural que ha surgido como fruto de la fe, que es referencia en cualquier época del año", según apuntó el teniente de alcalde de Turismo, Rafael Navas. El edil añadió que, con frecuencia, "se olvida que Córdoba forma parte de la Ruta mozárabe del Camino de Santiago, lo que permite vincular así nuestra ciudad a uno de los tres destinos de peregrinación más potentes del mundo".

Con el objetivo de convertir a Córdoba en lugar de referencia en Andalucía para la visita al patrimonio sacro -Catedral, iglesias, monasterios, capillas, conventos- el Ayuntamiento está desarrollando una serie de acciones destinadas a promocionar y potenciar el turismo religioso. Ahí están, según apuntó Navas, los trabajos para la declaración de la Semana Santa de Córdoba como Bien de Interés Turístico Nacional o el plan de promoción específico de esta celebración religiosa y del mundo cofrade. El propio Plan Turístico prevé la puesta en marcha de un Museo Cofrade que se va a ubicar en el convento Regina, debido a la importancia de esta actividad en la ciudad y el potencial que tiene como reclamo turístico. En el mismo plan también se contempla la recuperación de los conventos de la zona de la Axerquía con el objetivo de crear un espacio expositivo para acercara la población y al turista los patios conventuales y la vida en ellos.

Navas también destacó la colaboración con el Plan de Promoción del Cabildo para la conmemoración del 775 Aniversario de la Catedral y de las distintas actividades que se llevarán a cabo con tal motivo, así como la promoción de la gastronomía religiosa, "con apoyo a actividades tales como la gastronomía conventual o la tapa cofrade". Desde el Ayuntamiento también se pone en el foco "en las distintas manifestaciones religiosas de carácter popular como romerías, la Magna Mariana o el Corpus Christi".

El edil insistió en que el fomento del turismo religioso es uno de los ejes del Consorcio ya que tiene unas repercusiones positivas en el destino porque "contribuye a revitalizar segmentos complementarios como hostelería, restauración". Además, el turista religioso se considera muy fiel al destino, "lo que favorece la desestacionalización y la diversificación de la oferta", apuntó.

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