Tramitan la ocupación de suelo para que el aeropuerto se pueda utilizar

La compañía eléctrica Endesa ha iniciado los trabajos para proceder a la ocupación efectiva de parcelas en el entorno del aeropuerto con los que soterrar una parte de la actual línea eléctrica de alta tensión que impide el uso de la ampliación de la pista del aeródromo, terminada hace meses por las empresas contratadas por AENA. Desde que se terminó esa obra civil, la presencia de esa línea, que será reformada en unos tres kilómetros, ha sido un factor de seguridad que ha impedido la utilización de la nueva pista, de dos kilómetros de longitud, en la que se han invertido unos 20 millones de euros aproximadamente.

En total son 19 propiedades, todas ellas agrarias salvo terrenos del propio aeropuerto y una parte del trazado de la carretera puesta en riego (CH3) que será usado para el desarrollo de las obras de soterramiento. El Boletín Oficial de la Provincia publicó ayer el proceso de información pública del proyecto al que podrán acudir los afectados para reclamar modificaciones o cambiar aspectos del mismo. El carácter del documento implica que Endesa podrá realizar la ocupación y utilización de los terrenos mientras se lleva a cabo el procedimiento de expropiación forzosa de las parcelas de terreno que se utilizarán para el nuevo trazado de la línea eléctrica, de 132 Kv.

El expediente firmado por la delegada de Innovación, Carmen Priego, asegura que se producirán afecciones a "construcciones urbanas", lo que quiere decir viviendas sin que se detallen cuántas están exactamente afectadas. En la planificación de AENA, estas obras tendrían que haber estado concluidas a finales de año para poder realizar las aproximaciones a la llamada cabecera 21 de la pista del aeropuerto. El momento en el que se encuentra ahora el expediente administrativo es previo a un inicio no inmediato de las obras para actuar sobre el cable.

El suelo coincidente con el aeropuerto es una parte porcentualmente bastante pequeña del total de recorrido de la línea, apenas 400 metros de los tres kilómetros precisos para actuar sobre el tendido. Tres particulares (uno de ellos, la asociación de vecinos de la parcelación La Hormiguita) serán los que resulten expropiados para el tramo soterrado que es el clave para que se superen los actuales problemas de seguridad que presenta la pista del aeropuerto.

Antes de la realización de las obras del aeródromo, la pista de aterrizaje constaba de 1.380 metros de longitud. La inversión realizada por AENA ha servido para incrementar esa cantidad hasta los 2.050 metros, lo que permite la utilización por aparatos que realicen vuelos comerciales con origen en la mayor parte del continente europeo y el norte de África. AENA ha llevado a cabo también una restauración forestal del entorno de la obra.