Experiencia
  • La Fundación La Caixa trae al Paseo de la Victoria hasta el 25 de octubre una experiencia de realidad virtual que sitúa al espectador en el centro de una orquesta sinfónica

'Symphony': El viaje inédito e inmersivo al corazón de la música que ya puedes disfrutar en Córdoba

Asistentes a la proyección inaugural de 'Symphony' en Córdoba. Asistentes a la proyección inaugural de 'Symphony' en Córdoba.

Asistentes a la proyección inaugural de 'Symphony' en Córdoba. / Juan Ayala

Escrito por

· Ángel Robles

Redactor

¿Cuál es el origen de la música? ¿Por qué un ritmo creado en la selva amazónica puede emocionar a un vecino de Córdoba? ¿Qué despierta una melodía en nuestro interior? Son algunas de las preguntas de compleja respuesta que plantea Symphony, un proyecto de realidad virtual impulsado por la Fundación La Caixa que puede vivirse del 15 de septiembre al 25 de octubre en el Paseo de la Victoria y que logra convertir el espectador en un músico más dentro de una orquesta sinfónica. Tras su estreno en CosmoCaixa (Barcelona), llega a Córdoba en el marco de una gira que recorrerá un centenar de ciudades de España y Portugal durante diez años.

El comisario, Marcel Gorgori, ha explicado este miércoles durante la presentación institucional que el punto de partida del proyecto era hablar del poder emocional de la música desde una vertiente divulgativa, y la Fundación La Caixa apostó desde el primer momento por la realidad virtual como la mejor forma de explicar esta historia. Así, la tecnología más puntera ha facilitado lo que de otro modo no sería posible: sentarse junto a los violines en una gran orquesta sinfónica mientras interpretan Beethoven. "La voluntad es poder seducir a todo tipo de público, también a aquellos que ya son conocedores de la música clásica", ha animado.

Symphony está formado por dos unidades móviles que se despliegan y se convierten en dos salas de cien metros cuadrados cada una. En la primera de ellas se puede ver una película panorámica que introduce al espectador en este viaje y le guía solo a partir de sonidos. La segunda unidad está dedicada a vivir una experiencia única de realidad virtual.

Cuando el espectador se coloca las gafas, ve cómo, de repente, su entorno ha cambiado. Ahora se encuentra en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, sentado en una silla y el maestro Gustavo Dudamel, alma de la Fundación Gustavo Dudamel, le da la bienvenida. A continuación, se ve rodeado de los músicos de la Mahler Chamber Orchestra, todos guardando silencio, esperando a la indicación del director, que da enérgicamente la entrada de la Quinta sinfonía de Ludwig van Beethoven. Las famosísimas cuatro notas que inician esta sinfonía marcan el comienzo de la experiencia.

El espectador ve a los músicos distribuidos por el escenario en su forma habitual, por familias de cuerdas, viento, metal, percusión, y los siente muy cerca de una forma real. Así puede vivir de lleno la energía y la mirada del director, situado justo delante de él. Este experimento musical le permitirá girar la cabeza de lado a lado y arriba y abajo para adquirir nuevas vistas y perspectivas de una orquesta sinfónica y sus instrumentistas.

Antes de esto, una primera proyección anticipa un preámbulo sonoro y visual de la vivencia virtual. Se trata de una película sin palabras en la que el sonido y la música conducen la historia. Su finalidad es generar una oportunidad para tomar conciencia de los paisajes sonoros que nos rodean a diario y en cualquier lugar.

Tres jóvenes músicos de diferentes partes del mundo protagonizan esta proyección inicial, rodada en la selva de Colombia, Nueva York y la costa mediterránea. A través del retrato de los sonidos y de las músicas propias de los lugares donde viven, se descubre cómo cada uno de ellos está conectado con los sonidos y la música de su entorno, y "cómo estos sonidos aleatorios, gracias al ingenio del ser humano, se convierten en música conectando así diversas culturas".

La vivencia se cierra virtualmente en el taller de un lutier. Allí, el público puede escuchar el sonido de la madera mientras es esculpida por las manos del artesano constructor de los instrumentos de cuerda, antes de introducirse dentro del violín en el que trabaja y, posteriormente, en el interior de una trompeta.

Más de 250 personas involucradas en el proyecto

La idea original del proyecto surgió hace cuatro años del Departamento de Música de la Fundación La Caixa, que encargó su dirección artística al músico y creativo Igor Cortadellas. Él llevó a cabo la elaboración del guion y una búsqueda de la tecnología adecuada. La dirección musical recayó en el director de orquesta Gustavo Dudamel, que se encargó de validar y redondear este proyecto tan ambicioso. A partir de entonces se convocó un concurso para desarrollar la parte técnica, que ganó la empresa barcelonesa de postproducción y generadora de efectos visuales y animación digital Glassworks.

Una vez esta compañía se incorporó al proyecto, eligió el estudio Visualise, con sede en Londres, para completar la ejecución de trabajos relacionados con la realidad virtual, gracias a su experiencia en el sector. Ambas compañías, bajo la dirección de Igor Cortadellas y su equipo IgorStudio, supervisaron la planificación de la producción y crearon herramientas para mejorar la preproducción y la producción del proceso.

Uno de los principales desafíos con los que se encontró fue el de decidir dónde colocar la cámara de 360 grados a la hora de realizar la grabación. Para encontrar la vista más natural y realista para un espectador dentro de la orquesta, crearon una herramienta en 3D a través de un software para ver de antemano en qué parte del teatro se podía posicionar la cámara, y saber qué vería.

La filmación final tuvo lugar en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en agosto de 2019 a través de un prototipo de cámara Meta One creada para la ocasión, que permitió grabar escenas con poca luz y con un rango dinámico mayor que cualquier otra cámara de 360 grados existente, fruto de su ligereza y menor tamaño en comparación con el resto. Ello permitió una grabación más cercana e íntima de la orquesta.

La grabación de sonido para Symphony se realizó utilizando la última tecnología. Se usó el audio en red con el fin de utilizar las longitudes de cableado al mínimo. Un solo cable transportó un total de 84 canales de audio a 96 kHz y 24 bits. La configuración del micrófono en sí utilizó técnicas de grabación en 3D de última generación. Todos los grupos instrumentales fueron "meticulosamente" grabados con una mezcla de micrófonos digitales de alta calidad, y también de tipo analógico para recrear todos los matices de la orquesta y generar una experiencia 360 grados, que acompaña la mirada del espectador.

En total, más de 250 personas han trabajado y colaborado para hacer realidad este proyecto. De estas, un centenar de personas en el ámbito artístico; desde el lutier David Bagué, y bajo la batuta de Gustavo Dudamel, a los 60 mentores de la Mahler Chamber Orchestra y 41 jóvenes artistas de la Fundación Gustavo Dudamel, representando a ciudadanos de 22 países en cinco continentes (procedentes de Estados Unidos, Hong Kong, Japón, España, Noruega, Venezuela, Colombia, Corea, Suecia, Francia y Argentina) dan vida a obras maestras del repertorio clásico, mientras amplían el acceso de la juventud a la música y las artes, ofreciéndoles herramientas y oportunidades para forjar sus futuros creativos.

La Fundación La Caixa subraya que el proyecto Symphony es una experiencia de tipo pedagógico, cultural y lúdico pensada para todos los públicos a partir de los 8 años, que no incluye movimiento físico por parte del usuario, ya que su objetivo principal es fomentar la escucha de la música. Debido a la propia tecnología VR y, a modo de recomendación, hay algunas restricciones, como en cuanto a los menores de 8 años y las personas con epilepsia o con vértigos, entre otros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios