"Siempre digo que Raphael y los Rolling son parte de la historia mundial"
Geografía humana
La voz del grupo de rock cordobés más carismático asegura que la banda seguirá mientras exista interés por escucharles y reclama una política clara para proteger a los creadores frente a la piratería
MÁS que una voz, Manuel Martínez ha aportado un sello inconfundible al rock cantado en español con acento andaluz.
-Medina Azahara lleva 30 años haciendo rock. ¿Qué panorama musical había en Córdoba cuando empezaron en 1979?
-Había cantidad de grupos. Más o menos todos con una misma idea aunque algunos salieron muy modernos, apuntados a la movida que salía en Madrid y Barcelona. Estaban Mezquita, Tren eléctrico, nosotros; mucha gente con la misma idea y muchos músicos que estaban en grandes orquestas.
-¿Costaba encontrar contratos para actuar?
-Costaba porque era el despertar. Habían pegado ya fuerte Triana y Alameda pero eran los principios. En nuestro primer año no fue fácil aunque el primer disco tuvo mucha repercusión, gustó a la gente y estuvo dos años seguidos en Telesur abriendo las mañanas cuando la primera cadena conectaba con Andalucía. Los dos primeros años fueron impresionantes pero eran conciertos más íntimos, en ferias, donde el ayuntamiento te contrataba. Nosotros teníamos un grupo llamado Retorno que actuaba en las ferias y esperábamos a que se fuese la gente mayor y luego tocábamos las canciones como Medina Azahara. Así hasta que un día hicimos un concierto en Écija junto a Tren Eléctrico y Mezquita y pasó por allí un productor que preguntó que quién había estado bien, se puso en contacto con nosotros y grabamos.
-Las abuelas de aquellos años dirían "ahí van los locos de los pelos largos que dicen sí con la cabeza"
-No solo pasaba eso en ese tiempo. Con 12 o 14 años yo ya tenía el pelo muy largo y era una odisea pasear por Córdoba de esa manera, siempre te decían que si eras de una cosa o de otra. La gente ha criticado el pelo largo y el plan rebelde, desde los sesenta hasta ahora. Nosotros somos así y así moriremos, es la rebeldía del rock, nuestra forma de vida. No vamos en contra de nadie pero nuestras canciones protestan contra las guerras, los malos tratos, los gobiernos que eligen una forma de vida para hacerse ricos, contra las lacras como la pobreza.
-¿Dónde iban de copas en el 79?
-Nunca he sido mucho de irme de copas. Nunca me ha gustado...
-¿Es falso entonces lo de sexo, drogas y rock and roll?
-Yo creo que sobran dos. En esta historia hay muchas víctimas en el mundo del rock y más aún en el pop. Los excesos de las drogas y el alcohol han traído mucha muerte pero no todo el mundo es igual y no por gustarte la música debes abusar de estas cosas. Yo no he abusado nunca, ni me gustan las drogas ni el alcohol y si he probado era por saber lo que era y nunca he dado el segundo paso.
-En el 79 los cordobeses más conocidos eran Medina Azahara y Julio Anguita. ¿Había algo en común?
-Anguita no ha sido nunca amigo mío pero sí un superconocido por todo lo que he escuchado de él, en sus discursos y por lo que le he leído. Ha sido una figura que ha representado a Córdoba como nadie, por su cultura y por su forma de ser. Lo que tenemos en común es que los dos hemos defendido a Córdoba a muerte. Él en la política y nosotros en nuestros conciertos.
-¿Hubiese existido el rock andaluz, vuestra etiqueta en los inicios junto a grupos como Triana y Alameda, sin Las Grecas?
-Nosotros hicimos en el disco Origen y leyenda un reconocimiento a Las Grecas interpretando la canción Te estoy amando locamente. Muchos nos dijeron que estábamos locos. Sin Las Grecas, sin Los Chorbos, sin grupos como Galaxia, Flamenco, que inventaron la fusión del rock con el flamenco, el rock andaluz no hubiese existido. Luego grupos como el nuestro lo hicieron más grande y abrieron otras puertas, pero todos le debemos algo a esas canciones de Las Grecas, aunque no fuesen ellas las creadoras. Fíjate que el creador de la canción de Te estoy... fue Felipe Campuzano.
-¿A qué bandera se referían cuando cantaban hace treinta años: "unimos en silencio/ con una esperanza nueva/ de resurgir en el cielo/ unida nuestra bandera"?
-Hablábamos indiscutiblemente de Andalucía. En ese tiempo era una región acribillada por el centro. Nos sentíamos desprotegidos y no sentíamos la unión que tenían otras regiones.
-¿Supongo que le resultaría triste que poco después esa lírica combativa y andaluza quedase relegada por los medios de comunicación en favor de canciones de la movida madrileña del tipo "no me mires, no me mires, que no me he puesto el maquillaje"?
-Eso sí que fue una movida inventada por los medios, por una serie de gente que eran el poder, tanto a nivel de periódicos, como revistas musicales, como radios. Eran las grandes potencias como Jesús Ordovás -entonces crítico musical de Radio 3- los que defendían esa música. Todo lo que venía de Madrid o Barcelona parecía lo moderno. Tengo mi opinión sobre ello: nosotros, junto a otros grupos, alzamos la bandera de un país de izquierdas, de un país socialista y hubo gente que se lanzó en contra de eso. ¿Por qué? Quizá tuvieron miedo de que esa pequeña revolución que organizamos entre unos cuantos supusiera un problema y decidieron que la gente en los conciertos lo que debía de hacer es reírse; en esos momentos cualquiera que tuviese una guitarra hacía un grupo. Eran gente que no sabía ni tocar pero que iban apoyados por los representantes y defensores de la modernidad desde Madrid. Luego sólo quedaron los que tenían realmente algo que contar y porque fueron muy apoyados por los medios, grupos como Los Secretos o Alaska.
-¿Les ha pedido el obispo que cambien su nombre por el de, por ejemplo, Ermita de la Candelaria?
-Sería de risa. Estoy en desacuerdo a que las cosas se les cambie su nombre. Es verdad que la Mezquita se hizo Catedral, pero los cimientos son lo que son. La Mezquita siempre va a ser la Mezquita.
-Sacaron un disco con la orquesta andalusí Taktuka de Tánger. ¿Esas raíces árabes eran algo más que fachada?
-Córdoba ha sido una ciudad donde se ha vivido lo árabe por todos lados. Fueron muchas generaciones. Nosotros es verdad que empezamos haciendo fusión del flamenco. Si los Beatles fueron a la India, nosotros nos fuimos a lo más cercano, a Marruecos, a fusionar el rock con lo árabe y salieron temas muy importantes, con una orquesta que había tocado con los Rolling, con Robert Plant y que sabía por tanto qué era el rock. Nuestra influencia árabe está ahí.
-Tuvieron también gran éxito en Japón.
-Nunca actuamos allí en directo pero nuestros discos estuvieron en los primeros puestos de la lista mundial, estuvimos en quinto y sexto lugar mucho tiempo, compitiendo con Pink Floyd, Lennon, Metallica, Michael Jackson... Fue un orgullo estar ahí. Nos han propuesto ir a Japón a tocar pero una gala allí nos supone a renunciar a diez aquí. Pero hemos estado en Suiza, EE UU, México, Inglaterra. La gente reconoce la diferencia de sonido y la forma de hacer nuestras canciones.
-Ha habido en 30 años muchos cambios en la formación. ¿Son los egos que explotan?
-Sí, bueno, al principio sobre todo, porque veníamos de ser un grupo de tocar en ferias a crear un estilo, un sonido. Sin criticar a nadie, a veces los egos hacen que te creas superior a tus compañeros y eso crea fracturas porque alguno puede creerse que es la parte más importante del grupo. En esos casos o tienes que dejar la banda o formar una propia. La fortuna que hemos tenido es que quien ha entrado en lugar de otro se lo ha comido, ha superado al maestro, siempre ha aportado algo nuevo. Hemos vivido no del pasado sino del presente y mirando al futuro.
-Todos los días tenemos en los telediarios a Bisbal y Lady Gaga, ¿son las noticias que nos merecemos?
-Pienso que no, hay mucha más cultura musical para que nos hablen siempre de lo mismo. En Navidad y fin de año siempre están los mismos, nunca se apuesta por el rock. No tiene por qué ser el rock pero sí que no sea siempre lo mismo...
-Bueno, este año hemos tenido la gala de Raphael, que, aparte de que reconozcamos sus méritos, hubiese puesto muy contenta a la mujer del Caudillo si estuviese viva.
-Sí, se hubiese puesto muy contenta. Fue la gran promotora de Raphael. Pero prefiero a Raphael que a Lady Gaga. Raphael y los Rolling son parte de la historia mundial. Pero pienso que hay otras alternativas para una noche de Navidad o de fin de año. Deberían estar esos artistas pero también otras músicas, otras culturas. En otros países el rock es lo primero que hay. El rock es una cultura mundial que en España alguna gente se la quiere saltar a piola.
-¿Conoce el panorama rockero actual de la ciudad?
-Hay alternativas. Por ejemplo Réquiem y Estirpe, In Memóriam. Hay cantidad de grupos y músicos que tocan en varias proyectos. La cultura musical de Córdoba está llena de grandes músicos con ganas de decir cosas.
-¿Con las letras de Medina Azahara no se merecen un concierto en Cosmopoética?
-La verdad es que sí. Estaríamos orgullosos de ello, sería bonito.
-¿Qué le parecen los intentos de la ministra de Cultura para proteger a los autores frente a los que hablan de que existe un derecho de acceder a la cultura gratuitamente?
-Es que imagínate que un hombre tiene una tienda de verdura, abre las puertas para que todo el mundo entre y coja lo que quiera. Ese hombre tendrá que vivir de algo. Yo siempre he comprado discos, he pagado por ver conciertos, no estoy acostumbrado a que la gente entre en mi casa y robe. Estamos ante un gran robo de gente que no tiene conocimiento de lo que estamos haciendo. Es muy fuerte que toda la gente que está en un ensayo, esos chicos que se dedican a la música y que no están por hacerse millonarios, están porque quieren crear, no tengan futuro como creadores. Si nadie les paga por sus productos tendrán que dejar la música y dedicarse a otra cosa. Veo bien que la gente entre y se descargue una canción, pero que se haga por un precio módico que permita vivir a los creadores, al cine, a los escritores. Si nadie te paga por hacer lo que haces... Los gobiernos de alguna forma deben hacer algo para que la gente tenga acceso a internet pero con algún control. Todo tiene que tener alguna alternativa. Somos el segundo país más con más pirateo del mundo. Debemos apostar por poner unas barreras, me sentiría muy a gusto con que se pagasen cinco céntimos por una canción, un céntimo, algo, porque lo gratuito exime de sentir respeto por el creador.
-¿Cómo se lleva ser rockero y padre de familia?
-Tengo suerte. Desde muy joven hice mi familia y se me ha respetado dentro de ella como lo que soy, músico. También tengo la suerte de que dos de mis hijos también han apostado por el rock...
-Si usted, como rockero, era un rebelde, sus hijos para ser rebeldes deberían haber escogido ser funcionarios.
-La verdad que sí, pero creo que han vivido la música demasiado cerca para alejarse de ella. Quizá me hubiese gustado (risas).
-Medina Azahara acaba de grabar un disco en directo ¿Hay gente que les sigue esperando?
-Eso se ve cada día, siempre he dicho que cuando la gente no nos quiera nos tendremos que ir pero nuestros conciertos siempre están llenos y allí donde vamos acude no solamente la gente de ese lugar sino de otras ciudades. Siempre hay gente esperando un nuevo trabajo de Medina Azahara. Hemos querido que sea algo más que un disco en directo, habrá ocho canciones nuevas que sumar a las 30 canciones en directo que grabamos junto a otros artistas como Leo, de Saratoga, ahora en Extravaganza, el Puchi de Marea, Sinlache, La Húngara, Marcos de Réquiem, Paco Ventura jr., Carlos de los Sober...
-¿Aún te piden autógrafos cuando pasea por la Mezquita?
-Claro, aunque la gente de Córdoba está muy acostumbrada a vernos.
-Cajasur es vasca, el Córdoba CF italiano. ¿Cómo lo ve?
-Un poco fuera de contexto. Apostaría porque lo cordobés fuera de Córdoba, pero estamos acostumbrados desde que vino Carrefour. En este mundo todo se vende, todo se compra, las cosas no tienen valor sentimental, tienen valor monetario. Si vienen a traernos fortuna diremos que está bien. Lo que sí queremos es que la gente que venga aquí se sientan cordobeses y que su riqueza o su bien saber se queden en la ciudad y los intercambiemos.
-Rafael Gómez 'Sandokan' se presenta a la Alcaldía de Córdoba. ¿No se anima?
-Yo a mi todo lo que sea revolución me lleva a acompañarla. Pienso que alguien que de la nada se hace a sí mismo es un revolucionario. Espero que haga un proyecto que tenga algo que decir en este mundo loco en el que vivimos. Y si yo veo que su propuesta va con mi forma de ser o mi pensamiento a lo mejor la apoyo.
-¿Se ve de concejal de cultura?
-No, nunca (risas). No, sobre todo porque pienso que un concejal de cultura debe estar vinculado todos los días a esa labor y mi trabajo no me dejaría tanto tiempo para ese puesto. Si en un futuro me retiro y me dan ese puesto, pues... (risas).
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