El Servicio de Neurología diagnostica unas 1.500 demencias nuevas cada año

Realizar un diagnóstico rápido y preciso. Este es el objetivo fundamental de la recién creada Unidad de Asistencia de Demencia del Hospital Universitario Reina Sofía, un servicio que depende de Neurología cuyo fin es mejorar la atención sanitaria que se presta a las personas con enfermedades que afectan a la memoria, según apuntó el responsable de dicha prestación, Eduardo Agüera.

La detección de estas patologías en estadios iniciales permite retrasar su avance y mejorar la calidad de vida del enfermo, apuntó el experto, quien añadió que siete de cada diez pacientes que reciben atención en dicha unidad sufren alzheimer.

El procedimiento es sencillo. Desde la puesta en marcha de la unidad, los centros de salud disponen de herramientas muy eficaces que se basan en la combinación de los resultados de una analítica de rutina y un test de memoria que permiten estudiar a los pacientes antes de remitirlos al especialista, cuyo tiempo de respuesta nunca es superior a un mes.

La importancia de esta unidad reside tanto en la mejora de los tiempos de espera como en la precisión del diagnóstico. "Los tratamientos actuales, sobre todo los referentes a la rehabilitación intelectual, son de bajo rendimiento", apuntó el doctor Agüera, por lo que un diagnóstico temprano es clave en la calidad de vida de estos enfermos. "Tratamos de dulcificar la enfermedad y controlar los síntomas, aunque muchos ambientes son indulgentes con estas patologías", remarcó. Agüera reconoció que las demencias son una "plaga social" porque su prevalencia va a más, y precisó que el perfil del afectado de alzheimer responde al de una mujer mayor de 65 años, aunque "puntualmente hemos tenido enfermos de sólo 40".

La Unidad de Demencia y Alzheimer atiende a una treintena de casos nuevos cada semana y alrededor de una veintena de revisiones.

Los pacientes son vistos por los especialistas de la unidad en 30 días aproximadamente desde que es derivado por su médico de cabecera, que ha recibido formación específica para detectar de forma precoz posibles enfermedades de la memoria. El servicio, situado en el centro periférico de la avenida de América, está formado por un equipo multidisciplinar compuesto por dos neurólogos, un psiquiatra, dos psicólogos y una enfermera. Además del alzheimer, tratan la demencia vascular, la frontotemporal y la de lewy, parecida al parkinson.