Serrano cierra su última confitería después de seis décadas de negocio

Confiterías Serrano forma parte ya de la historia de la ciudad. La empresa pastelera cordobesa ha cerrado definitivamente las puertas del último establecimiento que mantenía abierto en la capital, ubicado en la plaza de los Carrillos, según confirmaron fuentes de la empresa. La crisis económica ha terminado por tumbar a la firma cordobesa, fundada en 1952 por Félix Serrano Luque y que llegó a convertirse en un referente en la pastelería local.

Aunque la cadena comenzó su negocio en la calle Agustín Moreno, en 1957 adquirió el local de la calle Concepción, que se mantuvo abierto hasta abril del año pasado. Pero la subida del alquiler, el precio de la materia prima y la caída de la clientela por la crisis económica llevó a la firma a plantear el cierre de este establecimiento, que se había convertido en su emblema durante varias décadas. Hace un año, Serrano cerró el establecimiento y buscó otra ubicación, en la plaza de los Carrillos, donde apenas ha logrado sobrevivir un año atenazado por la crisis económica. Desde hace varios días, las persianas permanecen bajadas y un cartel informa del traspaso del local.

Durante los mejores años de negocio, Confiterías Serrano llegó a gestionar una cadena de cinco establecimientos en la ciudad, uno de ellos en la calle Jesús y María. Aunque éste funciona todavía como cafetería en el bajo de un hotel, la familia Serrano no interviene en su gestión. Desde el año 1992, el director gerente de la marca era Bernardo Serrano, nieto del fundador y tercera generación de la saga cordobesa.