Series para todos los gustos

Muñecas de porcelana, piedras preciosas, dedales del mundo, relojes, abanicos, cursos de idiomas o barcos por piezas son algunas de las colecciones que estos días inundan los quioscos de toda la ciudad. "La primera entrega de todos los coleccionables que vendemos se nos han agotado", explica la responsable del quiosco situado en el Bulevar del Gran Capitán y que desde el 20 de agosto está recibiendo fascículos de la más diversa índole. "El que más rápido se ha vendido es el de Abanicos de grandes diseñadores españoles, de la editorial Planeta DeAgostini", continúa, el cual consta de 52 unidades ilustrados por grandes modistos nacionales, tales como Amaya Arzuaga, David Delfín o Devota&Lomba, entre otros. Otro de los más vendidos, según explica, es el coleccionable Cuentos inolvidables de Ferrándiz, una entrega de libros en los que la ratita presumida, el Urbano Ramón o Mari Pili trasladan al lector a la infancia que los adultos de hoy vivieron años atrás.

A pesar de que en este quiosco se hayan agotado todos los coleccionables, la vendedora es consciente de que más adelante, "cuando hayan pasado ya dos o tres entregas", el público deja de lado las colecciones, ya sean por que se hagan excesivamente largas y por tanto, se le va perdiendo el interés, o por el elevado coste total que ellas suponen, explica Francisco García, quiosquero de la avenida del Aeropuerto. "Las primeras entregas no suelen superar los tres euros, pero a medida que pasa el tiempo, se van encareciendo, llegando a costar una media de casi 10 euros, por lo que muchos abandonan a los pocos números", cuenta Francisco.

Pero el coleccionable que sí perdura hasta final de curso es la Colección Oficial de Cromos de la Liga BBVA 2010- 2011. Así lo constata Luis, un niño de "casi" ocho años de edad que tiene a su abuelo pendiente de los cromos que este periódico entrega a diario a fin de completar las plantillas de los equipos de fútbol que conforman la liga. "Cuando me toca algún cromo repetido lo que hago es cambiarlo por otro que no tenga", explica el chico, ansioso por abrir el sobre que acaba de adquirir. Septiembre comienza y numerosos coleccionables por entregas saturan las vitrinas o estantes de los quioscos. Pero lo que pudiera parecer una sana costumbre, la de tener interés por coleccionar aquello que agrada y satisface, podría convertirse en un problema de adicción por las compras, según afirman algunos expertos de la Universidad de Granada, por lo que "la contención y la razón" deben estar presentes a fin de evitar ciertas obsesiones. Aun así, "la constancia, el orden o la paciencia" son beneficios que se derivan de esta afición por la colección de curiosidades diversas.