Centenares de fieles y devotos se agolparon a las puertas del Santuario de La Fuensanta para presenciar la salida procesional de la prohermandad de la Bondad. Tres años después de la primera vez, en la que la lluvia hizo acto de presencia, inundó de fe, esperanza e ilusión las calles del barrio de La Fuensanta tras dos años muy duros por la pandemia del coronavirus.

Con los sones musicales de la Agrupación Cristo de Gracia, el Señor de la Bondad, que lució una túnica blanca, estaba acompañado por primera vez en su paso procesional por la imagen de San Pedro, recientemente bendecida y presentada, y también por un pozo similar al que existe en el humilladero que está frente al Santuario de La Fuensanta. Tampoco faltó la presencia de un gallo.

Durante más de cinco horas, la prohermandad de la Bondad, a la que esta vez sí le acompañó el tiempo –el sol dio luz al Señor de La Fuensanta–, recorrió las principales calles de su barrio, en el que una multitud de cofrades no quisieron perderse la primera procesión de vísperas de una Semana Santa que volverá a contar con pasos procesionales por las calles de Córdoba.