El Sindicato de Enfermería (Satse) denunció ayer que más de 1.000 trabajadores de la sanidad pública andaluza han sufrido algún tipo de agresión durante el 2017. En Córdoba, la cifra alcanza las 145 agresiones, de las que 28 fueron físicas. El Satse presentó ayer una campaña de sensibilización bajo el lema #Stop agresiones. Nada justifica una agresión para concienciar sobre este "grave problema que está creciendo en los últimos años en Andalucía". Durante el 2017 se registraron en la sanidad andaluza 1.115 agresiones, de las cuales 285 fueron físicas, lo que supone el 38,35% más que las registradas el año anterior.

Según este sindicato, de las 935 agresiones registradas en el año 2015 se ha pasado a las 1.115 contabilizadas en el 2017, con la "especial gravedad" que supone que el mayor incremento "se registre en las agresiones físicas", que han crecido casi un 40% pasando de las 204 víctimas en el 2015 a las 285 en el 2017. Sevilla es la provincia que registró en el 2017 el mayor número de agresiones, con 242, de las cuales 67 fueron físicas, seguida de Málaga, que registró 221 agresiones, con el agravante de que fue la provincia que sufrió el mayor número de agresiones físicas, con 83. Tras las 145 de Córdoba se sitúa Cádiz con 128 (25 físicas); Jaén 125 (10 físicas); Huelva 95 (12 físicas); Almería 83 (30 físicas) y Granada, 76 agresiones, de las que 30 fueron físicas.

La campaña de sensibilización del Satse prevé la distribución de material informativo en todos los centros sanitarios, así como el reparto de 6.000 carteles, 25.000 folletos y 27.300 pegatinas.

El Satse ha reclamado una normativa que regule a nivel estatal las actuaciones de prevención, sensibilización, información o apoyo para proteger a los profesionales sanitarios y acabar con las agresiones.