El escritor y sacerdote Jesús Sánchez Adalid ha asegurado que "el fanatismo es una pérdida" y "que no se gana absolutamente nada de esa manera", una realidad que ha plasmado su obra El Morázabe, ambientada en la Córdoba de los califas, "hasta la última que he escrito, Las armas de la luz, cuyo título mira directamente hacia eso".

Sánchez Adalid, que participa en Córdoba en el VIII Encuentro de Músicos Católicos Contemporáneos, ha señalado que "el motivo fundamental de mi obra es ayudar a que la gente descubra de que en todas las culturas hay valores, que los seres humanos pertenecemos a un tronco común, que no podemos estar divididos".

El autor ha destacado que en Las armas de la luz refleja cómo "la paz, la concordia, el diálogo son contrarias a las armas de hierro que son las armas de la guerra". El escritor ha planteado este discurso a los asistentes al encuentro, organizado por la Subcomisión Episcopal para la Juventud y la Infancia de la Conferencia Episcopal Española, al que estaba convocado para hablar sobre ¿Cómo escribir la historia hoy para construir la paz?.

"Es un título muy genérico en el cual se puede hablar de muchas cosas, yo creo que la intención de haber puesto ese título es por la circunstancia que tenemos", ha dicho en referencia al conflicto bélico que vive Europa.

El escritor y sacerdote Jesús Sánchez Adalid.

Tras reconocer que su presencia en la reunión era como escritor, porque "yo de música pues la verdad que entiendo un poco" aunque "sí es verdad que al fin y al cabo es creación", ha subrayado que pretendía transmitir la experiencia de su obra, "siempre la paz, la conciliación, la integración entre las culturas".

Para ello, ha añadido: "a lo largo de mi carrera como escritor he ido haciendo valer todo esas virtudes, todos esos valores que creo son fundamentales hoy día", que entronca con que "la música es clave dentro de esa espiritualidad, creo que no se puede entender la música sin esa relación con la espiritualidad, hay una armonía universal".

Así, ha señalado que "la creación en sí es un regalo de Dios hacia el ser humano, un regalo inmenso, es un don que tiene que aprovecharse siempre para el bien y nunca para el mal y, por lo tanto, en ese sentido todos los creadores, ya seamos músicos, ya seamos un autores de teatro, ya seamos escritores de novelas, tenemos que trabajar en ese sentido".

Cuestionado sobre si cree que esos valores prevalecerán en el escenario que reconoce que se da en la actualidad, Jesús Sánchez Adalid ha aseverado que prefería "pensar siempre en positivo, el conflicto pertenece al mundo y hay que ser realista".

Pese a ello, ha reconocido que "el conflicto va a permanecer ahí, pero eso no quiere decir que nos quedemos de brazos cruzados o en un estado de desaliento y de negatividad, sino que cada uno tiene que aportar con los instrumentos que se han dado, con las armas que se han dado, para conseguir la paz y para conseguir el encuentro entre los seres humanos, pero, al igual que digo una cosa digo también lo otro, que el conflicto va a estar ahí por eso precisamente hay que luchar con más fuerza".