De nuevo un cuadro de Julio Romero de Torres sale a subasta, lo que refleja el interés que sigue habiendo por la obra del genial pintor cordobés. En este caso, se trata del Retrato de Doña Ana González de Oronotz, la que fue esposa del entonces alcalde de Córdoba José Cruz Conde.

La madrileña casa de subastas Ansorena sacará a la venta este lienzo por un precio de salida de 90.000 euros este miércoles 2 de noviembre a partir de las 17:00. La obra forma parte del lote número 217 y se subastará junto a piezas de Alonso del Arco, Francisco Ribalta, Francisco Barrera, Blas de Ledesma, Mariano Bertuchi, Álvaro Alcalá Galiano o James Webb.

El Retrato de Doña Ana González de Oronotz es la pieza estrella en esta subasta: es la que tiene un mayor precio de salida y la que sirve de presentación en el catálogo editado por Ansorena, casa fundada en 1845 y que se ubica en la calle de Alcalá de Madrid.

La obra de Romero de Torres está realizada en óleo y temple sobre lienzo con unas medidas de 90 por 100 centímetros. Está firmado en el lateral inferior izquierdo por el artista cordobés y, al dorso, reza que "La retratada era la esposa de Don José Cruz-Conde, (1878-1939), hijo de Antonio Cruz Fustegueras y de María Conde y Luque".

José Cruz Conde fue alcalde de Córdoba desde 1 de abril de 1924 hasta 1926, así como gobernador civil de la provincia de Sevilla y comisario de la Exposición Iberoamericana de 1929. Además, es Hijo Predilecto de Córdoba.

Según las notas de la casa de subastas -cuya catalogación ha hecho Mercedes Valverde, exdirectora del Museo Romero de Torres de Córdoba-, la obra puede situarse entre 1924 y 1926 cuando, como alcalde de la ciudad, le encargó a Julio Romero de Torres en 1925 para el municipio el gran cuadro titulado Arcángel San Rafael, que se encuentra actualmente en el museo dedicado al pintor.

"Puede ser que como forma de agradecimiento, Julio Romero retratara a la esposa del alcalde, doña Ana González Oronotz", según se explica en el catálogo.

'La consagración de la copla', a Almería

Romero de Torres también está de actualidad por la venta por parte de Prasa de La consagración de la copla, uno de los lienzos más importantes del pintor cordobés, a la familia Cosentino, patrono de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino para que forme parte del futuro Museo del Realismo de Almería. La presentación en sociedad de esta pieza será este jueves 3 de noviembre en el Museo Ibáñez de Olula del Río (Almería).

Prasa había adquirido el cuadro en una subasta en Sotheby's, en Londres, en 2002, cuando la constructora se encontraba en pleno apogeo. Antes, había estado varias décadas en paradero desconocido hasta que se localizó en Venezuela.

Una vez en España, el Estado la declaró inexplorable y la Junta de Andalucía se apresuró a nombrarla Bien de Interés Cultural (BIC) para impedir que saliera del país tras conocer la intención de Prasa de venderla. Lo mismo hizo con La rivalidad, otra obra de la que quiere deshacerse la constructora cordobesa para obtener liquidez.

El lienzo tiene unas medidas de 250 por 300 centímetros y está pintado al temple y al óleo. Fue realizado por Romero de Torres entre 1911 y 1912 para ser expuesto en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1912.

La obra cuenta con buena parte de los símbolos del universo estético y conceptual de Romero de Torres y él mismo aparece autorretratado en el lateral derecho. En primer plano se aprecian 17 personajes, entre los que se encuentran figuras reconocidas de la sociedad del momento como el torero Rafael González Machaquito, la actriz Adela Carboné o la cantante Pastora Imperio. Al fondo, se observa una procesión, caballistas, el río, el Puente Romano de Córdoba y, en el centro, la fachada de la iglesia cordobesa de San Marina de las Aguas Santas, además de dos esculturas homenaje a la tauromaquia de Lagartijo y El Guerra.

Se trata de una obra simbólica y alegórica en la línea de otras muchas de similares características creadas por Romero de Torres aunque, probablemente, constituye la más completa de su elenco, fruto de la etapa central y de éxito en la trayectoria del autor, que recopila en una sola imagen su sentimiento telúrico en torno a la esencia andaluza.

El título del cuadro hace referencia a la pasión que el pintor sentía por el flamenco, por el cante, hasta el punto de relatar su consagración. Romero de Torres realiza esta obra después de su viaje por Italia en 1908, donde pudo contemplar las obras de Rafael.