Córdoba

El Reina Sofía trabaja en un nuevo tipo de corazón artificial para trasplantes

  • Investigadores del hospital y del Imibic esperan iniciar los ensayos clínicos en personas con un modelo que no precisa de cables exteriores y que evita la formación de coágulos

El doctor Ignacio Muñoz, a la izquierda, junto a los organizadores del encuentro.

El doctor Ignacio Muñoz, a la izquierda, junto a los organizadores del encuentro. / Juan Ayala

Profesionales del Reina Sofía están desarrollando un tipo de corazón artificial que mejora los modelos que se usan en la actualidad y que podría sustituir los trasplantes de corazón definitivos en la mayoría de los casos. Así lo ha avanzado el director de la Unidad de Cirugía Cardiovascular del Hospital Reina Sofía de Córdoba, Ignacio Muñoz, durante el XV Congreso Sociedad Andaluza de Cirugía Cardiovascular que se celebra en estos días en Córdoba para abordar los avances en el tratamiento de las patologías de mayor incidencia en la población.

El trabajo se realiza de forma conjunta con profesionales de Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) y de otras instituciones cordobesas. Muñoz es el encargado de la dirección clínica de este proyecto que arrancó en 2007, cuando en el hospital se platearon que “podíamos no solo usarlo, sino desarrollar nuevos modelos”.

Desde entonces, el proyecto ha pasado por varias fases en las que ha conseguido financiación de varias instituciones, en especial de la Estrategia Europa 2020.

El proyecto se encuentra en una fase en la que el grupo de investigación ha podido “realizar pruebas con animales de tamaño y peso similar al de los humanos”, como son los cerdos y ovejas de gran porte, y el siguiente paso es conseguir que los animales a los que se les realiza esta intervención “tengan una supervivencia superior a los cuatro meses”, ha subrayado Muñoz.

La fase siguiente sería iniciar los ensayos clínicos con personas, algo que a lo que aún no se le puede asignar una fecha porque hay que cumplir los procesos para cumplir con los protocolos.

Aunque ya se han realizado trasplantes en los que se ha usado un corazón artificial en la intervención, el modelo que están desarrollando desde este grupo de investigación “elimina los cables y los elementos en el exterior”, además de presentar unos bajos niveles de coagulación y tener un bajo consumo de energía.De hecho, el director clínico del proyecto ha señalado que este proyecto ya se intentó en laboratorios del Norte de Europa y de América y fracasaron. “Sin embargo, aquí sí que está funcionando”.

Muñoz ha calificado los resultados como “exitosos y prometedores”, gracias al trabajo desarrollado por el equipo, el cual ha apuntado que se compone “de un total de 52 profesionales”, entre los que se encuentran ingenieros mecánicos, veterinarios, anestesistas, cardiólogos y miembros de empresas de bioimpresión.

En cuanto al futuro de estos artefactos como sustitutos de los órganos en los trasplantes, Muñoz ha matizado que es posible que “en un futuro haya un mayor número de trasplantes con corazón artificial que con corazones donados”.

No obstante, para llegar a ese nivel al proyecto le queda un largo recorrido. Una de las revelaciones que ha hecho Muñoz es que el grupo se propone el desarrollo de un prototipo “más sencillo”, con lo que se encamina además a que este tipo de intervenciones sean “menos invasivas, especialmente en casos de pacientes de avanzada edad”. El grupo además se encuentra inmerso en otros 11 proyectos.

Uno de ellos, relacionado con el corazón artificial, es un prototipo que serviría de ayuda al corazón como tratamiento de patologías cardíacas reversibles. En este caso, el dispositivo se retira una vez concluido el tratamiento, ya que “en muchos casos el corazón del paciente recupera la actividad normal”.

Dentro de los objetivos del grupo de investigación está la reducción de los costes de estas intervenciones para que todos los pacientes tengan acceso a ellas. Muñoz ha explicado que el grupo no tiene ánimo de lucro porque “somos todos funcionarios del hospital”, con lo que los fondos de los que disponen los proyectos se destinan a la investigación “y a la creación de puestos de trabajo de calidad”.

Por lo tanto, se puede mantener por reducir el coste de los corazones artificiales a una cuarta parte del precio actual, que ronda los 100.000 euros.

Muñoz ha reclamado finalmente que “hay que valorar lo que tenemos”, en referencia al potencial investigador y médico de proyectos como este. Si los plazos se cumplen y los avances son los esperados, Córdoba se convertirá en la primera ciudad en realizar un trasplante con este tipo de corazón artificial.

Una de las claves que pueden hacer esto posible, según ha expresado el experto, es la calidad de los laboratorios de pruebas de los que dispone el Reina Sofía. Muñoz ha manifestado que han recibido visitas de universidades de prestigio que han alabado el equipamiento y el trabajo que se realiza en dichos laboratorios.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios