Puertas selladas y aulas vacías
La mayoría de colegios e institutos amanecen con las entradas atrancadas · La supresión del tren a Rabanales provoca que el alumnado no asista a clases en la UCO
Cerraduras selladas con silicona y clavos y puertas con cadenas para impedir el acceso. Ésta fue la estampa con la que ayer amanecieron la mayoría de colegios e institutos de la capital. Fueron los efectos de la huelga general que dejaron las aulas casi vacías y que provocó que gran parte de los colegios tuvieran que suspender el servicio de comedor.
El colegio Colón fue uno de los afectados. A primera hora de la mañana, esto es, a las 07:30, los padres de los alumnos, profesores y personal laboral se encontraron con la sorpresa de que no podían acceder a su puesto de trabajo. La razón: "había clavos y siliconas en la puerta principal y una cadena en la puerta que da acceso a los jardines de Colón", según explicó la directora del colegio, Adela Sánchez. Ante la huelga, el número de alumnos en este colegio apenas llegó a los 200 -de los 450 que tiene matriculados este curso-, mientras que de los 22 docentes que imparten clase sólo una decena secundó el paro. El comedor del centro también se vio afectado por la huelga, ya que la mayoría del personal no fue a trabajar. Es más, la dirección del colegio advirtió a las familias días antes de este hecho e informó de que el los niños sólo comerían un bocadillo, ante la imposibilidad de hacer la comida de todos los días, tal y como así fue.
La situación se repitió en el instituto de Secundaria Luis de Góngora. "Las dos puertas de acceso al instituto estaban selladas con silicona", relató la directora, Maribel García. Ante la imposibilidad de entrar en el centro, García apuntó que se pusieron en contacto con la Policía Local y la Nacional "pero nos dijeron que no podían hacer nada". La solución, como el resto de centros educativos afectados, fue llamar a un cerrajero, trabajadores que bien que hicieron ayer su particular agosto. Y es que, por abrir las puertas, destacó, "nos ha pedido 529 euros". Junto a esta incidencia, la directora del Luis de Góngora reconoció que la huelga, al menos en su instituto, "ha tenido poca incidencia entre el profesorado", mientras que las aulas "apenas han acogido a menos del 40% del alumnado".
La Escuela Infantil Los Azahares también vivió la misma situación, como la de Fidiana. Desde la dirección de esta guardería explicaron que "hoy -por ayer- han venido menos niños y de los nueve profesores que somos sólo cuatro han secundado la huelga". En el instituto del mismo nombre, más de lo mismo. La vicedirectora del centro, María Dolores Ocaña, también tuvo que llamar a un cerrajero, aunque reconoció que "al final hemos conseguido entrar". Ocaña apuntó también que apenas una veintena de alumnos, del medio millar que asisten cada día, acudieron a las aulas, mientras que "más de la mitad del claustro de profesores hemos venido". Aunque los centros ofrecieron estas cifras, la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, aseguró que sólo el 2,78% del profesorado no acudió a su pueso de trabajo.
Los piquetes informativos de los sindicatos no tuvieron reparos en introducir "palillos de dientes" en las cerraduras del instituto El Zoco a primera hora de la mañana, según expuso su directora, Cristina Espín. Hasta el centro apenas 40 alumnos fueron a clase, por los 450 inscritos. Espín añadió que sólo siete profesores, de los 40 que forman la plantilla secundó el paro general y destacó que hasta el instituto "no han venido piquetes informativos y hemos trabajado sin problema".
En el seno de la Universidad de Córdoba (UCO) la jornada también transcurrió sin incidencias y el personal laboral fue el que más apoyó la huelga general. Según fuentes de la institución académica, "más de un 50%, sobre todo, en las facultades de Ciencias de la Educación, Filosofía y Letras y Ciencias del Trabajo", mientras que en el Rectorado "apenas un 20% no acudió a su puesto".
El mayor problema al que se enfrentaron los alumnos de la UCO fue, sin duda alguna, la supresión del tren al Campus de Rabanales. Según la Universidad, este hecho provocó que las facultades de Veterinaria y la Politécnica Superior no tuvieran alumnos a lo largo de la mañana, mientras que en Ciencias del Trabajo "el 90% de las clases no se pudieron dar". En el lado contrario estuvieron los estudiantes de Filosofía y Letras, Medicina, Enfermería y la Politécnica de Belmez, centros en los que se dieron todas las clases. La UCO no pudo precisar el seguimiento de la huelga por parte del profesorado.
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