La Puerta de Santa Catalina recupera su aspecto renacentista

La Puerta de Santa Catalina de la Mezquita-Catedral ha recuperado su aspecto renacentista tras la restauración llevada a cabo por el Cabildo. El proceso se inició hace tres años y los trabajos han sido dirigidos por Anabel Barrena. El presupuesto invertido a ascendido a más de 125.000 euros, según confirmó ayer en la presentación del resultado el presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya. "El estado en el que se encontraba la puerta obligaba a una restauración", resaltó el deán.

Los trabajos de campo comenzaron en abril de 2015 con un exhaustivo examen táctil de toda la superficie y la utilización de luz rasante para comprobar el grado de separación entre los distintos sustratos. De esta forma, las restauradoras apreciaron los restos de morteros y pinturas murales en la serliana (combinación de arcos de medio punto con vanos adintelados) y la evidente disgregación de los diferentes estratos. También advirtieron que los restos de pintura mural apenas suponían el 5% de la superficie y que los daños más urgentes eran las costras negras, las erosiones con pérdidas de material pétreo y las concreciones que ocupaban gran parte de la superficie. Todo esto debido, fundamentalmente, a las inclemencias del tiempo, la aparición de líquenes y hongos, los depósitos de excrementos de aves y algunas reposiciones efectuadas en épocas anteriores para sujetar morteros desprendidos. Por otra parte, el ennegrecimiento que había en determinadas zonas de la puerta se debía a las filtraciones de agua y a los anclajes de hierro que sujetaban fragmentos.

La recuperación de la Puerta de Santa Catalina se ha basado en el afianzamiento de toda la construcción -de modo que se han consolidado de urgencia los elementos con peligro de caída-, en la limpieza de la superficie con la proyección de microesferas de vidrio, en el tratamiento del biodeterioro producido por líquenes y hongos y en la consolidación de zonas degradadas con la reposición y protección de cornisas y salientes mediante la aplicación de morteros de cal y ácido de sílice. Además, se ha instalado un sistema antiposamiento de aves consistente en descargas eléctricas.

Por otra parte, el canónigo obrero, Antonio Jurado, destacó la labor de conservación del templo que hace el Cabildo y recordó la inversión de más de 72.000 euros en la Capilla del Espíritu Santo, más de 58.000 en la Capilla de San Pablo y la "constante revisión de cubiertas y mantenimiento". Además, en breve se iniciará la restauración del Mihrab, que comenzará con una inversión de 40.000 euros.

La Puerta de Santa Catalina es la segunda más importante del templo desde su consagración. Su nombre está documentado por primera vez en 1268 y hace referencia a la cercana iglesia del mismo nombre, posteriormente Santa Clara. Estaba destinada a las manifestaciones religiosas y litúrgicas como la procesión al santuario de la Fuensanta o las de Semana Santa, lo que obligó a la Iglesia a realzar su estructura. Hernán Ruiz II hizo el diseño de la obra a mediados del siglo XVI, impregnándolo de un sobrio estilo renacentista. Las pinturas murales con las que cuenta la puerta se atribuyen a Antonio del Castillo.